Eternity //MikaYuu (Reescrito)

No se metan con él

"Aléjate" a veces significa "tengo miedo",

Eso me lo enseñaste tú, Yuu-chan.

.....

Cuatro semanas después de que Yuichiro llegara al orfanato, decidieron enviarlo a la escuela local, donde su carácter, hosco y malhumorado, no tardó en eliminar cualquier instinto mínimamente amable de los niños hacia él.

Aquello no resultó tan bien como el orfanato, por supuesto, donde los niños le temían no se acercaban a él. En el colegio era diferente, y los niños del salón de Mika, todos más grandes y fuertes que él, se encargaban de hacer su vida de cuadritos en cuanto tenían la oportunidad.

!Arriba, cabeza de alfiler!--gritó Taichi Kagiyama, el matón de la clase, poniendo el pie por donde Yuu caminaba y empujándolo accidentalmente, otra vez.

El niño cayó al suelo, gimiendo y haciéndose daño, poniendo las manos delante de la cara para no golpearse de más y Mika apretó los dientes y apartó la mirada, por que si bien no le agradaba el niño nuevo tampoco le gustaba que se metieran con él.

"Basta" pensó mientras veía como Yuu trataba de levantarse del suelo y caía otra vez "Deténganse, Basta ya" Cuando vio a los niños reírse de una broma cruel de Satoshi, uno de los amigos de Taichi, sobre los padres muertos de Yuu.

"Se están pasando de la raya. Basta ya"

¿Que sucede, Yuu?-- le dijo Taichi, con un tono de falsa preocupación-- ¿Quieres llamar a  mami para que dejes de llora...

Taichi no pudo terminar la última sílaba por que alguien lo tiró al piso y se montó en su encima, atacando con fuerza. Gritó de la sorpresa y Mika siguió golpeando, sin saber muy bien por que lo hacía, invadido por una energía extraña que no podía-ni quería- controlar. 

"Déjalo. Déjenlo. Déjenlo en paz"

Un grito aterrador lo sacó de sus pensamientos y alguien tiró de sus hombros con fuerza para que se apartara del niño, para que dejara de golpear. Mika lo apartó de un empujón al suelo, y así de molesto como estaba, no se dio cuenta de que era persona había sido Yuu, que quería ayudarlo para que cuando llegara los maestros la situación no fuera peor.

!Detente, lo vas a matar!--esa era la voz de su maestro, estaba seguro. Aunque Mika no la escuchó completamente hasta que el hombre tiró de sus hombros y lo separó del matón de la clase que ahora se retorcía en el suelo, buscando una posición más cómoda para respirar.

"No es tan divertido cuando eres tú al que están golpeando. ¿Verdad?"

Cálmate rubio-- le dijo el niño  nuevo, poniendo una mano sobre su pecho para que controlara su respiración. Aquella sensación comenzó a drenarse poco a poco de su cuerpo, pero al ver la pequeña cortada que Yuu tenía en la ceja  la furia no tardó en volver a salir.

"Lo han lastimado. Está sangrando. Él..."

¿Qué demonios te pasa?-- preguntó Satosome, que ayudaba a su amigo en el suelo. En el patio se había hecho un pequeño silencio y su voz asustada y el latido de su corazón era todo lo que la mente de Mikaela lograba procesar-- ¿Es que acaso eres su amigo o algo...

No es mi amigo--su voz salió en un siseo amenazante, de una forma que jamás pensó que podría salir-- Pero no voy a dejar que se metan con él.

Yuu abrió los ojos sorprendido y Mika se libró de los brazos del maestro, bruscamente, antes de que viniera otra profesora encargada y los llevara a ambos a la oficina del director.

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Ya conocen las relgas, voten y actualizaré.