No lo sabía en ese entonces,
Pero ibas a cambiar mi vida para siempre, Yuu-chan.
...
El día siguiente Kurisu Makise, una hermana joven, encargada de los niños pequeños, llevó al niño nuevo al dormitorio, para que lo conocieran los demás.
Cabello negro, piel ligeramente morena, un par de enormes ojos verde bosque y una expresión aburrida y mortificada, esas fueron las tres primeras cosas que los niños del orfanato notaron en él.
Él es Yurichiro-kun—lo presentó la hermana Makise, poniendo su mano en el hombro del niño en señal de protección— Vino ayer por la noche, tiene ocho años, y por ahora va a vivir con nosotros como un hermano más. Vamos chicos— se dirigió a ellos, con voz amable, alentándolos a acercarse, a hablar, a romper ese silencio incómodo que se había formado desde que el niño nuevo había entrado al lugar— Acaban de recibir un hermano nuevo, ¿No hay nada que quieran decir?
Los niños se miraron entre ellos unos segundos, nerviosos, como queriendo ver quién tenía el valor. No es que fueran tímidos, porque no lo eran en absoluto, si no que había algo en el nuevo que daba un poco de miedo. Algo oscuro y escalofriante que se ocultaba detrás de su expresión de molestia y sus ojos verde crayón.
¿Nadie?—preguntó de nuevo la hermana, poniendo las manos en jarras, como si los regañara y frunciendo un poco el ceño —¿De verdad no hay nadie que quiera...
Soy Mika—se presentó el rubio, dando un paso hacia adelante y hablando rápido, antes de poder echarse atrás. Yuichiro levantó la mirada y Mika le mostró una sonrisa perfecta, esa que amaban las personas que de vez en cuando los iban a visitar, y le dio la mano en señal de educación—Bienvenido a la familia, Yuu-chan.
Lo que pasó después no pudo comprenderlo, hasta bastante tiempo después.
Porque había sido amable y educado, le había sonreído al niño nuevo y le había ofrecido ser su amigo y cuidar de él, de la misma manera en la que cuidaba de todos los niños pequeños en el orfanato Hyacura, al que ahora pertenecía él.
Y a cambio él había bufado una grosería y lo había ignorado de forma olímpica, pasando de largo como si nunca hubiera hablado , y caminando hasta el sitio más alejado del dormitorio, ensimismado en sus pensamientos, apartando bruscamente a cualquiera que quisiera ser mínimamente amable con él.
Es un grosero—murmuró Akane, que tenía diez años y era, junto a Mika, la niña más grande del lugar— No merece que le hagas caso, Mika-kun.
Y aunque en situaciones normales Mikaela le habría dicho a Akane que era horrible hablar mal de los demás, no le dijo que se disculpara con el niño nuevo.
Porque la niña tenía razón en algo y era que Yuuichiro había sido muy grosero con él.
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Eternity //MikaYuu (Reescrito)
Roman d'amourMika es uno de los huérfanos del orfanato Hyacura. Yuu es el niño nuevo al que no le cae bien. Sin embargo, y conforme pasa el tiempo, una conexión extraña se desarrolla entre ambos, por que después de todo.... "El verdadero amor no muere, es ete...