•Cσмρℓι¢αтє∂ ℓσνє• [TERMINADA]

Capitulo 41

– Bien, aquí es Zac. Gracias, fue un gusto conocerte. – dije ya fuera del auto apunto de cerrar la puerta. 

– ¡Espera! ______, quiero que nos mantengamos en contacto, ¿Me das tu numero de teléfono? 

– ¡Nos vemos en la próxima clase! – interrumpí con una sonrisa y cerré la puerta. 

Sabia que lo volvería a ver y le daría mi numeró, solo quería jugar y divertirme, hace mucho que no lo hago. Mire para atrás y el negaba con la cabeza mientras reía, luego se despido con la mano y hice lo mismo. 

Hoy me acababa de ganar un amigo, muy bueno por cierto. 

En el camino al bar me contó algo de su vida, tenía una hija, su mujer lo abandono y lo dejo con la niña. Y coincidimos en eso, aunque yo no le haya dicho de Drew, pero estaba segura que el lo sabia por las noticias. Le pregunte porque y como llego a ese instituto y me dijo que perdió algunos años cuando fue a la marina y cuando volvió ya era demasiado grande para seguir en la universidad o ganar una beca, pero no se rindió y quiso seguir estudiando, trabaja en un hotel de recepcionista y me dijo algo acerca de hacer carreras clandestinas, no me alarme por eso, pero me sorprendí un poco, ya que venia de la marina y era algo parecido a un policía, también menciono que sabia cosas de Justin por ejemplo que el sobornaba a la seguridad, jueces y toda esa mierda para que no se metan en su vida y le dejen traficar. Yo ya sabia de todo eso pero era raro escucharlo de otra persona. 

Iba caminando absorbida por completo en mis pensamientos que no me di cuenta cuando choque contra un cuerpo fornido y duro. 

– Qué diab… ¿Justin? – me miraba con una expresión dura y enojada. – ¿Qué haces aquí? 

– Vine a hablar contigo y… me encuentro con que estas bajando del auto de un hombre. ¿Quién mierda era ese tipo? – mire a cada lado antes de responderle, no quería pelear con el en un lugar en publico ni mucho menos enfrente de mi trabajo, pero el todavía se atrevía preguntar esa mierda cuando estuvo con otra mujer.

– No te importa, ahora, por favor. Tengo que trabajar, hablaremos mañana – lo esquive y trate de seguir mi camino pero el me sujeto del brazo. 

– Quien. Mierda. Era. Él – dijo entre dientes. Tire de mi brazo para que me suelte pero fue inútil.

– Solo un amigo, no te tiene que importar pero solo te lo digo para que me dejes malditamente en paz.

– Jodida perra de mierda, ¿No te dije yo que nada de amigos? ¿No fui lo suficientemente claro? ¿Esperas que quede tranquilamente cuando la madre de mi hijo se va de zorra con “amigos”?

– Estas dramatizando. 

– ¡Y una mierda! ¿Qué clase de ejemplo eres? Drew vera a su mamá cambiar de novios cada instante y tener demasiados amigos, se preguntara el porque en algún momento cuando sea grande ¿no lo crees?

– No metas a Drew en esto, no tiene nada que ver y no me hables de ejemplos cuando tu eres un maldito traficante de toda la mierda que ahí en el mundo, realmente eres lo mas hipócrita que conocí en mi vida y te atreves a prohibirme cosas cuando no eres nada mas que el padre de mi hijo ¡No te creas mas de lo que eres! Yo puedo hacer lo que quiera con quien quiera, como tú. ¿Entiendes? 

– Entiendo… – dijo fríamente sin soltarme y con una dura mirada. Me corrió un escalofrío por todo el cuerpo, era como una advertencia a lo que se aproximaba – Vas a casarte conmigo.