•Cσмρℓι¢αтє∂ ℓσνє• [TERMINADA]

Capitulo 67

El canto canciones que hicieron a mi corazón explotar, era como un éxtasis de felicidad. Joder.

Yo sabia que él haba escrito algunas canciones duras para mi, y duras en el sentido de que me odiaba por lo que creía que yo le había hecho, pero no las canto, las cambio por algunas de amor y por las que pidieron los fans, supongo que ellos respetaban también mi presencia por lo tanto no le pidieron “esas” canciones. 

Me sentí muy agradecida por ello, se que él no sentía ya lo mismo pero hubiera sido realmente muy incomodo.

Estuve a punto de llorar como una loca y tirarme a sus brazos cuando rapeaba acerca de mi y diciendo cuanto me amaba. Y me daba unas ligeras miradas en las cuales yo quedaba perdida.

Estaba tan jodidamente enamorada de él. 

Incluso grite hasta quedarme sin voz. 

Y no ayudo que haya tomado tres vasos de whisky que me ofrecieron las bailarinas.

Luego Justin cantó una canción caliente, muy caliente, titulada “Sedúceme”, bailo eróticamente y se quito la remera, dejando a la vista su sexy cuerpo, lo que provoco el gritó de muchas mujeres y por supuesto, el mío, aunque yo había visto eso y sentido también muchas veces encima mío. 

Esta vez fue como si yo fuera una de ellas, una fan más. 

Incluso grité que me follara. Joder. 

Fue el gritó que acabo con mi voz. 

Él lo escucho ya que no estaba demasiado lejos y me miro seductoramente sonriente, prometiéndome una noche de sexo duro con su mirada.

Hubiera gritado por eso también, pero no daba más. 

De todos modos, yo ya estaba excitada. 

***

El show había acabado, todo fue perfecto.

Él lo finalizo dándoles las gracias a todos ellos por el apoyo y por haber venido.

Las luces centellaron y me maree un poco, realmente estaba exhausta. 

Como si había sido yo la que estuvo dando el show. 

Entonces me di cuenta que Justin venia hacia mi, con tanta gente cruzando de un lado a otro me fue difícil encontrarlo con la vista, pero ahí estaba, mojado de sudor, luciendo condenadamente caliente. 

Al llegar a mi, me rodeó con sus brazos y puso su rostro en mi cuello, olfateándome, como si quisiera recordar para siempre mi olor.

— Hueles a alcohol y frutilla, me encanta — susurro en mi oreja. 

— Lo sé — conteste abrazándolo. 

— Creída.

— Lo aprendí del mejor — el beso mi cuello y río. 

Luego apretó más mi cintura contra su cuerpo y en un rápido movimiento tenia sus labios encima de los mío y su lengua penetrando mi boca.

— Justin…— susurre cuando me separe para tomar aire, sabia lo que él tenía en mente.

— Luces tan sexy bebé. Acompáñame al camerino — me miro a los ojos y pude ver esa mirada lujuriosa de quiero-follarte-ahora.

— ¿Y si alguien entra? — dije con precaución. 

Aunque en el fondo sabía que me importaba una mierda si alguien lo hiciera.

— No vivirá para contarlo — me sujeto de la mano y nos dirigíamos hasta el camerino cuando la voz de un hombre nos detuvo.

— ¡Justin, Justin! — gritaba detrás de nosotros. 

Nos dimos vuelta y se trataba de casi un anciano, era alto y tenía el cabello blanco, aunque se veía robusto, algo fuerte. 

— ¿Qué quieres Elías? — pregunto Justin en un trono brusco cuando el hombre estuvo lo suficientemente cerca para oírlo, ya que las personas limpiando y demás, que estaban ahí, hacían mucho ruido. 

— Tienes que ir a firmar un contrato con mi socio.

— ¿Ahora? ¿No puede esperar?

— Tiene que ser en este momento, el se ira a Miami en solo unas horas. 

— Joder… — susurro y volteo a mirarme. — nena, espérame aquí, no te muevas, ¿vale? 

— Esta bien – conteste, el se acerco y me beso para luego ir hasta detrás del escenario. 

Podía maldecir a ese hombre por haber interrumpido, pero no lo hice luego de ver la mirada que me dio. 

¿Fue de lastima? ¿El sentía lastima por mi? ¿Qué diablos?

— Soy Elias List. El manager de Justin — se presento y me tendió la mano. 

La acepte.

- Yo s…

— _______, Leiv. — completo la frase él.

Joder, ¿es que todos me conocían?

— Así es – reí nerviosamente. 

— Lo siento por lo de Justin —suspiro—, realmente con el equipo nos enteramos tarde de esa mierda. 

¿De que hablaba? 

— ¿Qué? Lo siento, no entiendo, ¿Qué es lo que sientes?

— Vamos… se que lo sabes — me miro buscando quien sabe que en mi mirada, pero yo seguía sin entender a que se refería. Realmente estaba perdida. 

— No, no lo sé. Expliquemelo por favor.

Por un momento su rostro se puso completamente blanco. 

— Yo…creo… mejor pregúnteselo a él.

Estaba segura como la mierda que Justin no me lo diría. Así que insistí.

— Dímelo, realmente no haré nada malo, tal vez pueda ayudarlo, soy su esposa joder. 

— Señorita ________...

— Por favor… — susurre.

Tenía el presentimiento de que la mirada que me había dado al principio se trataba de esto, de Justin. Y esa mierda que pasó y odiaba la intriga. 

— Supongo que lo ayudara — asentí — bueno, lamento ser yo el que te lo diga, pero Justin tiene una adicción por las pastillas para dormir, que también trata los estados de ansiedad y tensión, se llama VALIUM. 

Demonios, no me esperaba eso. Sentí que me mareaba…

— ¿Es?… ¿Es como una droga? — conteste con miedo, mamá solía tener una adicción por pastillas, pero no eran dañinas.

— Si, verás, el valium se obtiene bajo receta medica y un grado muy grande de protección para concebirla ya que es realmente como una droga, es adictiva y puede llevarte al otro lado, ya sabes, lo siento, pero él esta muy mal… lo siento – volvió a repetir e hizo intento acercarse y sostenerme, porque realmente no podía mantenerme de pie, pero lo detuve haciéndole una seña.

— déjeme, por favor… necesito agua. 

El asintió y fue en busca de ella. 

No podía respirar.

Era como si me hubieran echado un balde de agua fría. 

Justin tenia una adicción por esas pastillas, que incluso podían… podían matarlo.