Capitulo 70

30 1 0
                                    

Todos comprendieron que la fiesta se había acabado cerca de las 4am, dos horas después de que los novios habían desaparecido.

Brian y Aime tuvieron que seguir fungiendo como anfitriones y despedir a toda la gente que obviamente ya era su último día en la casa. Terminaron por subir casi a las 5 am y a las 9 am ya estaban levantados para comenzar el ultimo desayuno y comenzar a despedir a las personas que intentarían irse lo más temprano posible por el posible inusual tráfico aéreo que habría en el Aeropuerto Internacional de Atenas.

Sus amigos no se levantaron hasta casi las once. Ciertamente estaban agotados y la emoción del día anterior había hecho mella en sus fuerzas. El desayuno se convirtió más en almuerzo cuando terminaron casi a la 1pm y después todos se fueron a empacar. Por recomendación de Brian, con el pretexto de que había un problema con el suministro de agua y sería imposible atenderlos como se merecen, ningún invitado debía estar en la casa después de las 3pm e incluso había conseguido reservar algunas habitaciones en el Hilton para ellos, a Cammy, Ryu, y Los Chiba y en los Zeus Inn para todos los empleados, ya que muchos de los invitados extranjeros se irían hasta días después y no había muchas habitaciones disponibles en toda la ciudad.

- Uhhh... Brian... no vamos a empacar nosotros? – Dijo Aime mientras sus amigos subían los escalones y ellos despedían a algunos de los invitados.

Brian la miro en silencio por un momento y después asintió con la cabeza.

- Ve y haz las maletas. Después te sigo. – Contesto – Deberemos salir de aquí a las 5pm.

- Debo empacar para muchos días?... o vamos a regresar? – volvió a preguntar Aime

- Empaca dos o tres maletas– contesto Brian – No necesitaras más.

- De acuerdo – dijo Aime mientras subía corriendo las escaleras.

Brian no había realmente contestado sus preguntas. Lo que ella quería saber era si se irían a su nueva casa donde sea que esto estuviera ahora que estaban casados, o si regresarían a seguir viviendo ahí, lo que no se le hacía probable pues recordaba muy bien lo el dicho de "el casado, casa quiere", pero al mismo tiempo le dio miedo saber la respuesta. Brian había estado distante desde tres noches atrás. No habían hablado más del asunto, por lo que ella no sabía si su relación estaba bien o no, y de hecho estaba algo frustrada por eso mismo.

Dos noches atrás cuando le había arrojado la nieve, ella casi creyó que la había perdonado, pero no había sido así. En público la trataba como siempre, tal vez un poco menos cariñoso y demostrativo de afecto que antes, pero era normal o no? Después de todo ella le había fallado. Pero en privado, las últimas tres noches las había pasado sola en su habitación. El seguía cerrando la puerta con seguro para no dejarla entrar.

Pensando en la respuesta a estas preguntas, se dirigió a su habitación y directamente a su vestidor.

Alcanzo con su mano las maletas deportivas de tela verde que tenía en la parte más alta de su closet, pero una de ellas se había atorado con una de las maletas grandes y como solo se estaba estirando y no era lo suficientemente alta, batallo un poco para sacarla.

- Oh vamos maletita! No me falles! – decía mientras la jalaba tan duro que la maleta cedió y ella cayo hacia atrás sobre su trasero, afortunadamente sobre la maleta negra que Aisha le había entregado y ella había botado ahí días antes, por lo que no sufrió daño.

Se levantó y miro a su salvadora como si fuera la primera vez. Esa maleta podría servirle también para llevar sus cosas más pequeñas. Llevo las cuatro maletas y las puso sobre la cama. No recordaba que la maleta estuviera tan llena de cosas, aunque tenía que reconocer que ni siquiera sabía que podía tener ahí. Si acaso los pantalones y blusas y ropa interior que compro junto con Aisha, pues el uniforme que había usado durante su corta estancia en el SDF-3 lo había dejado en el cuarto de su nueva amiga y el vestido negro en el de Rick. Cuando Aisha se la dio en la oficina de Lang antes de entrar a la máquina, estaba tan ofuscada y dolida que ni siquiera había mirado dentro.

Mas alla del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora