Capitulo 4

40 2 0
                                    

Seiya, que se encontraba aburrido y como siempre pensando en Shaina, había volteado hacia donde toda la gente lo había hecho. Con su experiencia en batalla siempre estaba alerta, pero su guardia fue totalmente desarmada al toparse con esos hermosos ojos verdes que por una fracción de segundo lo habían visto directamente a los ojos.

Dioses! Era hermosa. Su rostro tenía unas facciones muy dulces y esos ojos... donde había visto ojos similares? Le dio un codazo a Ikki quien formulaba las mismas preguntas pero de la chica Pelirroja. Como le recordaba su sonrisa a su querida Esmeralda.

Ambos se olvidaron de todo. De la fiesta, de que estaban ahí para servir a Athena...

Vieron con sorpresa como sonreían ante Saori extendiéndole su regalo y se dirigían hacia la pista de baile.

Les fue indiferente que los Caballeros Dorados se acercaran curiosos a ver qué era lo que había en el estuche. Ambos habían decidido ir tras de esas chicas para averiguar más de ellas.

Mientras tanto Shaina y Aimé aceptaban bailar con diferentes personas. Se estaban divirtiendo de lo lindo sobre todo porque Shaina sabía que Seiya las observaba. Había ido con un poco de miedo de su propia reaccion cuando cruzara miradas con Seiya. Afortunadamente ya había pasado mucho tiempo, y comprobó que sus sentimientos habían cambiado. Ahora que sabía que no estaba obligada a amarlo sintió un gran alivio y con gusto recibió los cumplidos de sus compañeros de Baile.

Finalmente después de algún tiempo tanto Shaina como Aimé anunciaron a las personas a su alrededor que solo bailarían cinco piezas más, pues ya estaban cansadas.

Shaina se abstuvo de bailar algunas piezas ya que personalidades de negocios que estaban en la fiesta intentaban convencerla de hacer algunos negocios juntos, o invitarlas a sus casas, o a preguntarles cómo invertir su dinero.

Seiya e Ikki se habían quedado parados frente a ellas y miraban cada uno de sus movimientos. Shaina sentía una penetrante mirada sobre su espalda.

Ikki se abrió el paso e impulsivamente tomo de la cintura a Aimé y la regreso a la pista de Baile. Aimé no se resistió. Shaina se dio la vuelta rumbo hacia donde Aimé estaba y súbitamente se le enredo su zapato en el ruedo de la falda y se fue hacia adelante, perdiendo el equilibrio.

Rápidamente y antes de que Shaina cayera, Seiya corrió y alcanzo a detenerla. A Shaina se le subieron los colores al rostro. Estaba demasiado cerca... peor aún! Seiya la tenía abrazada.

Se repuso y le agradeció. Seiya estaba totalmente encantado. Shaina intento caminar, pero su tacón se había roto.

– Malditos zapatos chinos que me mando Cammy – Pensó.

Seiya vio que no sabía qué hacer y le ofreció llevarla a un lugar menos concurrido para ayudarle. Shaina volteo a ver a Aimé y no quiso interrumpirla. La estaba pasando muy bien al parecer.

Aceptoo y Seiya, para sorpresa de todos, tomo a Shaina en sus brazos y la cargo gentilmente hasta un camerino detrás de donde estaba la orquesta. Sin decir palabra la deposito en una silla y se le quedo viendo embelesado. Ella saco su zapato y vio que no tenía reparación. Suspiro.

– Bueno, ya casi nos ibamos de todos modos – Pensó.

Levanto la mirada y se encontró con los ojos de Seiya. No se había movido. Shaina solo hizo un movimiento de su muñeca invitándolo a sentarse en la silla frente a ella.

Él se sentó. Seguía viéndola. Sus ojos querían recordar donde había visto antes ese rostro. Shaina comenzó a sentirse incomoda.

- Podría dejar de verme así? Me está haciendo sentir incomoda – Dijo

Mas alla del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora