Capitulo 52

27 1 0
                                    

El helicóptero aterrizo lo más cerca que pudo al templo de Delos dedicado a Artemisa. Los chicos no pudieron acompañarlas porque según Shaina , solo las mujeres eran admitidas, asi que se fueron a explorar la playa mientras seguían platicando de algo que parecía importante.

Se dirigieron al templo. Dirigió una pequeña oración a la diosa Artemisa y dio la vuelta hacia donde se encontraba el Oráculo con Aime siguiéndola.

Shaina se arrodillo frente al Oráculo con un bouquet de orquídea blanca, como siempre lo hacía.
Aime iba a imitarla pero Rhae le dijo:

((( Tú no tienes que hacerlo )))

(( Porque?))

((( Sigue por el sendero al final. Sube la colina hasta que llegues a un templo dorado.)))

(( Y dejo a Shaina aquí sola?))

((( Ella te va a alcanzar. No te preocupes. Aquí estas a salvo)))

El Oráculo dejo que Aime se alejara lo suficiente antes de ser poseída por la Diosa Artemisa.

- Que haces aquí pequeña. Creí que ya estabas feliz en tu nueva vida.

- Madre Artemisa. Le pido disculpas por no venir antes. Soy muy feliz gracias a sus consejos, pero hubo un cambio de planes que me ha obligado a venir y pedir su sabiduría.

- Lo sé. Estoy al tanto de todo. Desgraciadamente para mí y afortunadamente para ti, yo no puedo ayudarte

- Pero...

- Recuerdas que te dije que decidieras lo que decidieras siempre serias mi amazona?

- Si señora...

- En mi corazón lo sigues siendo pequeña... pero rompiste la única regla que me impide seguir siendo tu protectora.

Shaina se puso de mil colores

- Exacto. Mis amazonas, debido a las reglas que Zeus impuso, siempre deberán ser vírgenes. Una vez que dejan de serlo, pasan a ser protegidas ya sea por la propia Atenea... o si se casaron por...

- Hera! – susurro Shaina entre dientes.

- Correcto pequeña... Al casarte, tu Diosa protectora paso a ser mi "queridísima" madrastra Hera.

- Pero con ella es mi problema! Que puedo hacer? – pregunto Shaina

- Necesitas ir con ella y preguntarle directamente. No te preocupes. Ella no está aquí para pelear.

- Entonces? Que otra cosa puede estar haciendo aquí?

- Tienes que subir a su Templo y averiguarlo.

Aime llego hasta el templo que le indicaron. No había nadie.

Había un pequeño trono de mármol con varias telas de terciopelo blanco y gasa dorada y junto a ese trono había varios pavo reales paseando o durmiendo ahí cerca.

Aime se acercó al trono pero se quedo debajo de los tres escalones que separaban el nivel. Seguia sin ver a ninguna persona cerca. Se habría equivocado?

De repente, el pavo real mas grande y de colores más llamativos, salto hacia el trono y se fue convirtiendo ante los propios ojos de Aime en la hermosísima mujer rubia que veía en sus sueños y que últimamente le había hablado. Ya no traía su máscara puesta por lo que pudo verla directamente a los ojos. Unos hermosos ojos color violeta con reflejos dorados.

- Tu... tu eres Rhae? – Pregunto Aime con curiosidad

- Sí y No. Mi nombre correcto es Hera pero uso el nombre de Rhae para que no me reconozcan. Fue más fácil para mi decirte este otro nombre para que no me juzgaras ni te pusieras a la defensiva.

Mas alla del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora