Michael estaba poco hablador ese día, pensaba Nick mientras conducía con aire distraído. Se tocaba el pelo y suspiraba, cuando normalmente le gustaba iniciar a él la conversación hablando de su próximo partido de fútbol o de reunirse en un bar a tomar unas cervezas esa semana.
-¿Voy a tener que interrogarte, tío?- Nick desvió un segundo la mirada de la carretera.
Michael lo miró sorprendido. Su amigo lo conocía como nadie.
-Está bien, tarde o temprano lo ibas a saber. Lea me ha dejado.-
Nick abrió mucho los ojos, incapaz de creer lo que estaba escuchando.
-¿Y cómo ha sido eso? ¿Por qué?-Lea y Michael eran una de las parejas más sólidas que conocía. Michael carraspeó para iniciar sus explicaciones.
-Verás, Lea ha estado estudiando derecho, como bien sabes, pero la beca que le ofrecen es en otro estado y quiere ir a aprovecharla. Tiene que estar fuera por lo menos dos años, y eso si no la dejan ejerciendo como fiscal en el lugar en el que vaya a licenciarse. Nick, ya sé que parece una locura, pero ella tiene el talento necesario para eso y más. Yo quiero que tenga un buen futuro, mejor del que yo puedo ofrecerle en este momento. - Michael se restregó los ojos para que el otro no le viera llorar.
Pero a Nick no era tan fácil engañarle. Se dio cuenta de que Michael sufría.
-Tengo que marcharme hoy mismo de la casa. Es de Lea, y de todas formas no quiero seguir allí sabiendo que no vamos a poder seguir juntos. Quizá me mude al campus, o me busque un apartamento que quede cerca, aún no lo he decidido. Esto me ha pillado totalmente por sorpresa. -
Nick se detuvo ante un semáforo en rojo y aprovechó para tomar la mano de su amigo. Se mordió el labio intentando pensar.
-¿Por qué no te vienes a casa? Así nos haremos compañía mientras dure la universidad. La única condición es que respetes mi horas de estudio, y gastos a medias, ¿te hace?-
Michael no podía creer que Nick le estuviera ofreciendo su modesto apartamento y su compañía. No tuvo que pensárselo mucho.
-De acuerdo, colega. No sabes el favor que me haces. - la sonrisa había vuelto a su rostro.- Pero no me veo con fuerzas para ir a recoger mis cosas. Si vuelvo a verla, haré una tontería, le suplicaré que no se vaya, que buscaremos una solución para estar juntos. Y no quiero rebajarme ni hacer aún más difícil su decisión. -
-Tranquilo, yo iré a buscar tus cosas después de clase. Así no tendrás que verla.-
Michael asintió y sonrió agradecido.
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Las clases habían transcurrido con lentitud. Nick había dejado a Michael en su casa para que preparase el almuerzo mientras él iba a por sus cosas. Sentía un nudo en la garganta mientras llegaba a la casa que hasta hace poco su amigo había estado compartiendo con Lea.
El camino de la entrada dibujaba una ese que terminaba en unas pequeñas escaleras que conducían a un acogedor porche. Estaba lleno de plantas y un columpio se mecía con el suave viento de la tarde. Tocó la puerta de cristal y la cara de Lea hizo enseguida su aparición detrás. Descorrió la cadena y le invitó a pasar.
-Te esperaba.- le dijo ella. Lea seguía siendo una chica bonita y tranquila, con una preciosa melena negra y lisa y unos serenos ojos castaños. Llevaba un chándal, y le indicó a Nick el sofá, lleno de los juguetes del perro. Un setter irlandés dormitaba en un rincón del cuarto de estar, en una mullida cama para perros.
-En realidad no vengo de visita, eh, Michael quiere que le recoja sus cosas. Para él es demasiado duro, espero que lo entiendas.-
-Tranquilo, ya nos hemos despedido.- cuando Nick se fijó mejor en ella, se dio cuenta de que tenía los ojos hinchados y enrojecidos. - Ha sido terrible, Nick. Parecía que uno de los dos estaba terminal, nos resistíamos a separarnos, pero he llegado a la conclusión de que tengo que ser la fuerte de los dos. MIchael me ha dado mucha felicidad estos años, estuve mucho tiempo enamorada de él pensando que nunca le iba a conseguir, y mira adónde nos ha llevado la vida. - Lea se enjugó una lágrima y le hizo un gesto con el brazo a Nick señalando la casa.
- Adelante. He dedicado la mañana a embalar su ropa y objetos personales mientras hacía mis maletas. Están en nuestra habitación.-
Nick abrió la puerta del cuarto de matrimonio, y vio un montón de maletas, cajas y mochilas sobre la cama y por el suelo. Las que pertenecían a Michael tenían una etiqueta con su nombre. Lea siempre había sido una chica pulcra y organizada.
Su mirada se detuvo en un portarretratos plateado con estrellas brillantes que había en la mesilla de noche con una foto en primer plano de Lea y Michael abrazados. Decidió dejárselo a ella como un último recuerdo, y cargó los bultos en su coche con la tristeza atenazando su corazón.
Cuando terminó, fue a dar a Lea un abrazo de despedida. Ella se apartó el pelo de la cara y dirigió su mirada a Nick.
-¿Sabes una cosa? Estuve planteándome buscar una solución para llevar a Michael conmigo, o incluso no irme lejos y rechazar la beca. Pero encontré sin querer unas fotos que Michael guardaba en el cajón de su ropa de invierno, y ¿sabes, Nick? Eran fotos de Mandy. MIchael todavía guarda fotos de Mandy, por el amor de Dios. - Lea había empezado otra vez a llorar.
-No lo entiendo. Michael pasó mucho dolor y sufrimiento con esa chica, y tú también.
-Eso mismo pensé yo. Sé que sólo eran fotos, que sólo eran recuerdos. Pero verla ahí, con ese traje de animadora, dulce y radiante, abrazando al que hasta ahora fue mi novio, no pude soportarlo. Ya sé que está muerta, que murió de una forma cruel y que no merecía, o para algunas personas tal vez sí, pero se acabó. No soporto revivir el pasado ni lo que nos pasó, tengo que mirar hacia delante y tengo que hacerlo por mí. -
Nick la comprendía perfectamente. Le dio un último abrazo, esperando que no fuera la última vez que veía a su amiga. Se había acostumbrado a pasar sus ratos libres con ambos, incluso una vez que empezó con Megan, tanto Michael como Lea la habían incluido con agrado en su grupo y ya salían juntos los cuatro de fiesta o a comer. Pero todo había empezado a resquebrajarse. No era lo único que pendía de un hilo en la vida de Nick, y pronto lo comprobaría.
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EL JUEGO DEL ASESINO 2
غموض / إثارةEsta es la segunda parte de mi historia El juego del asesino. Recomiendo leer la primera para entender mejor la segunda. Que la disfruten.