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Quedaba un día para la dichosa gala y Jungkook no podía hacer otra cosa que pensar en su pececito.

Al despertarse por la mañana, fue a abrir la persiana, como todas las mañanas. Vió por la ventana una cabellera roja, sus ojos se abrieron al máximo y salió corriendo escaleras abajo. Abrió la puerta principal y fue hasta la verja.
El pobre señor, un mayordomo, entrando en los sesenta, acompañando a los duques y sus mayordomos, siete en total. Se le quedó mirando, sonrió con lástima y señaló la vestimenta del príncipe, qué, básicamente era una camiseta de manga corta blanca y ropa interior gris.
Cuando el príncipe se dió cuenta de la situación se sonrojó hasta el máximo, hizo una torpe reverencia y salió corriendo, nuevamente, pero esta vez a su habitación a esconderse debajo de las mantas de su cama.

Aún recordaba cuando llamaron a su puerta, diciendo que tenia que bajar a saludar a los duques. Se vistió y bajó y los saludó como si no hubiese pasado nada. Aunque el duque sólo le dirigió la palabra para decir: "Vaya, estás vestido"


Por otro lado, Taehyung estaba aburrido en su casa. Un inquieto Jimin se paseaba por la casa, estresando al medio pez, que acabó gritando:

-¡Jimin, por Dios, ¿que te pasa?!

-Nada- respondió secamente el pececito.

-Sí, claro, y yo me llamo Eugenia- se expresó, rodando los ojos.

-Pues, me ha llegado la información de que hay un brujo que puede convertir a cualquier ser en lo que desea a cambio de un precio. - dijo avergonzado- y... tú, ya sabes que yo quiero ser una sirena.

Taehyung que estaba sentado en su cama se cayó al suelo de la impresión- ¡¿Lo...lo dices en serio?!, dime la verdad Jimin, sabes que no me gustan ese tipo de bromas.

-E-Es verdad, y estaba pensando en...

- ¿Invitar a Yoongi?- Taehyung interrumpió a su amigo y pusó la cara más pervertida de su repertorio.

-C-cállate, haz el favor.

-¿Poooor quéeeee? Sólo quiero invitar a Yoongi.

- Fue una mala idea decírtelo. No voy a invitar a Suga- dijo el pez rápidamente sin pensar bien en sus palabras.

-¿Suga?- Verdaderamente se estaba aguantando las ganas de carcajearse delante de su tímido amiguito.

-Nada, déjalo.

-Lo dejo, si me dejas preguntar algo más.

-¿Qué?

-Tú... - empezó a hablar.

-¿Yo?- preguntó confuso.

-Tú...¿¡amas a Yoongi, verdad!? - Al ver cómo su amigo empezó a ponerse rojo, no pudo aguantar más y empezó a reírse con todas sus ganas, ganando así golpes por parte del contrario.

-Se acabó la conversación.

El joven príncipe estaba muy irritado y enfadado, destrozando todo lo que pillaba a su paso.

En la comida con los duques, éstos y sus padres le dijeron que en la gala tenía que encontrar a una prometida o lo casarían con su hermanastra. Los dos "hermanos" respondieron con la misma cara, la de asco.
Igual su reacción era muy exagerada pero es que después, todo se puso peor.

Al principio intentó rebatir la idea de sus padres y duques, sin resultados. Después intentó convencerles de que esa idea era horrible, tampoco funcionó.
Como último remedio y esperanza les confesó que estaba interesado en alguien, y fue algo así:

-¿Y si os dijera que me gusta alguien?-dijo tímidamente, con la cabeza gacha y mirando de reojo a las personas presentes.

-¿En serio?- preguntó su padre. - ¿Por qué no lo has dicho antes?

-¡Es maravilloso! ¡Qué feliz soy! Así es todo más fácil.- dijo con ilusión su madre. -¿Cómo se llama la jovencita?

-Bu-bueno...

-Que no te de vergüenza, jovencito. Da igual si es plebeya.- aseguró amablemente la duquesa.

-Mmm...No es plebeya, tampoco es jovencita. - empezó a confesar Jungkook, jugando con sus manos debajo de las manos y viéndolas fijamente.

-Qué asco, ¿es una vieja? -dijo su padre.

-¡Déjale hablar, hombre!- expresó la madre del príncipe, dándole un golpe en la nuca a su marido.

-Cómo decía, no es un ella...Es un él. -acabó de confesarse rápidamente y siguió mirando sus manos.

-¡Imposible! ¡Realmente imposible! ¿¡Un príncipe gay!? ¿¡El heredero al trono, maricón!?- Gritó el duque, rojo de furia.- ¡Búscate a una joven, ya!, ¡Qué asco me das! ¡Puto maricón! ¡Eso es lo que eres! ¡Un chupa pollas, maricón, afeminado de mierda, mariquita! ¿¡Te gusta que te metan cosas por el culo o las vas a meter tú!?

-¡Basta! -Gritó la reina- ¡Fuera de mi casa, ya!

La madre de Jungkook se levantó de la silla y empezó a empujar a los duques hacia la salida, después le pidió a los guardias que se los llevaran y que fueran duramente castigados por hablar en su casa y por dirigirse así a su hijo, el futuro rey.

Cuando fueron echados, Jungkook no se resistió más y empezó a llorar, desconsoladamente. Se deslizó de la silla hasta el suelo y se quedó sentado allí. En verdad le había dolido todo eso, ya que en realidad, los duques, eran sus tíos.

La madre de Jungkook fue corriendo hasta éste y lo abrazó por la cabeza, poniéndose de rodillas. - Mi amor, mi pequeño, mi cielo, por favor no llores. - Jungkook desde el suelo, sintió a su madre temblar levemente y sus sollozos e inmediatamente abrazó fuertemente a su madre. Lloró como un pequeño bebé, no sabe con exactitud cuánto tiempo.
Tiempo después cuando se hubo calmado su pequeño hijo, la reina comenzó a hablar.

-Tesoro, por favor no les hagas caso a esos sinvergüenzas. A los únicos que necesitas son tus padres, nunca nos cansaremos. Es más, necesítame siempre. Siempre, siempre estaré aquí, confía en mí. - se calló un momento y después siguió hablando. - ¿Sabes? Yo siempre lo supe. Era realmente raro que te asustaras de las chicas, con el tiempo no se notaba tanto pero de pequeño...-rió levemente- eras como los gatos y los pepinillos.
Mi amor nunca te sientas inferior a nadie, me da igual que sea hombre o mujer. Porque el amor es amor, el amor no entiende de razas, sexos, ideologías o tonterías múltiples que la gente se inventa, en verdad, no lo entiende. Así que, no sufras por gente con cabeza de prehistórico, que no entiende eso, no lo hagas. Mi bebé.

Su padre que había estado observando en silencio, se acercó a ellos y se arrodilló frente a su familia. Apartó cuidadosamente a su esposa y la miro cariñosamente. Al haber apartado a la mujer, quedaban ellos dos de frente. En el momento que miró a su hijo, su expresión se volvió dura. Se le quedó mirando fijamente un rato y le dió una bofetada suave. - Esto es por llorar y hacernos sufrir por tonterías. - acto seguido, abrazó a su hijo fuertemente, estrechándolo en sus brazos. - Y esto por contárnoslo. Gracias. Me da igual quién te guste, eres mi hijo, joder.











xxx


Wow, este capítulo me salió largo 😂😂.

Espero que os haya gustado, bye bye. 😄😘

Mermaid [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora