Capitulo 6: "como... te llamas?"

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Como sabía que no me dejarían salir por las buenas, me bañe, y me maquille.

Además no quería salir por las malas ya que no quería causar un escándalo que incluye chispas violetas, con Lauren aquí.

Busqué dentro del armario un vestido decente, pero no tanto para molestar a mi hermano.
Encontré un vestido azul marino corte corazón que me llega hasta las rodillas.

Justo en ese instante recordé al entrenador White.

Eres así de inepta.

Lo llamé y le dije el asunto de que hoy era mi cumpleaños y vamos a festejarlo si quería él estaba invitado, dijo que no podría porque tenía una junta de maestros. Aburrido.

Luego de varios intentos para que me hicieran caso y me dejaran salir, casi supliqué pero no tuvieron esa suerte.

- Déjenme salir!!!

Silencio, pero yo sabía que estaban ahí. Más bien lo sentía.

-De acuerdo -dijo una voz, no era ninguno de los dos anteriores que me encerraron.

-¿No lo olvidaste? - pregunte arqueando una ceja hacia él.

Entre cerró los ojos hacia mí, y yo reí.

-No soy tan estúpido, ¿sabes? -me examinó, mas bien estaba con la vista en mi busto.

-James, mis ojos están aquí - señale con un ademán mis ojos.

Se puso nervioso y miró hacia el suelo.

-¿Te dejaron como mi niñera?

-Sip, pero no fue hasta que escucharon que corría el agua que se fue la humana - típico. -Casi lo olvido, Feliz cumpleaños!!!.

De detrás sacó una caja color negra con un moño plateado. Me lo entregó, lo sostuve y el me sonrió para que lo abriera ahora.

-Claro, gracias... -deshice el moño.

-Estoy seguro de que te encantará -murmuro cuando estaba abriendo la caja.

Se me cayo la mandíbula al suelo, estaba segura de que estaba soñando. Sip, me tropecé y estoy delirando. Porque vamos... ¿James sabe que regalar?. Acaso también ¿los patos vuelan?

Los patos vuelan, idiota.

Parpadee varias veces, se trata de una piedra. La tanzanita es mil veces más rara que el diamante, y puede que así sea, considerando que se encuentra casi exclusivamente a las faldas del monte Kilimanjaro, en cantidades limitadas.
Esta piedra, ayuda para mejorar los poderes de los brujos. Desde que supe que existía lo quería, estaba obsesionada con ella. El problema es que es muy difícil de conseguir.

Y ahora la tenía, y como un collar.

-Asi que... Supongo que te gusto por esa cara tuya de te-besaría-ahora-mismo.

-Aveces tu ego me impresiona.-sonrió y me guiño un ojo.

-Pero enserio, esto es... No encuentro palabras. - lo abrace y sonrió.

-¿Nos vamos?- pregunto, asentí porque no podía hablar o comenzaría a llorar.

(***)

No me jodan, esto no puede ser posible, mi maldito hermano hizo una estúpida fiesta y invito a toda clase de seres. No me sorprendería si veo a una sirena. Hasta invito a varios humanos, creo que ya ni siquiera sabe quienes están realmente aquí. Es común de todos los seres que él invitado invita a más personas, como si fueran los anfitriones. Esta no seria una excepción. No, claro que no.

ZoeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora