Zoey

Cap 10: "tu me tienes miedo?" Parte 2.

*Foto de Kaden en multimedia*

Pov Zoey:

A penas abrimos la puerta del armario y yo estaba quitándole la chaqueta al tal Hunter o como sea que se llama. Pero, cuando mis dedos rápidamente fueron a desabrochar sus vaqueros me detuvo.

–¿Pero, que demonios estamos haciendo? –preguntó soltandome.

–Acaso eres virgen?– me burle.

Pestañeo varias veces antes de tartamudear una respuesta:

–No...pero...tú no me conoces...y estamos haciendo... esto... – buuuu que aburrido.

–¿Que?–pregunte inocente – vamos! Pensaste que tendría que conocerte o conocer a tus padres para acostarme contigo? – río estrepitosamente.

Se sonroja y aparta la mirada.

–Dejame adivinar – doy golpesitos con mis dedos a mi mentón de manera pensativa– tus padres son católicos, te llevan a misa, eres amigo del pastor, crees que debes perder tu virtud en el matrimonio ¿o me equivoco?

De ser posible se sonrojo más. De un rojo sangre. Se armo de valor o eso parecía cuando miraba pensativo unos segundos la pared detrás mío.

–Y eso,¿que tiene de malo? Tú eres una chica a la cual le gustan las tentaciones, ¿verdad?

Me acomode el cabello para dar más drama al asunto.

–Tal vez...¿pero te haz puesto a pensar en tu Dios? Él gran poderoso barba blanca, él es el único que tiene poder – mis ojos brillaban de emoción, porque aunque es una situación... Peculiar. Amo hablar del Dios en el cual creen los humanos, yo no creo en nada, bueno creo en mi misma.

–Claro, él es todopoderoso y muy misericordioso...

– Muy misericordioso, ¿EH? Donde estaba cuando mi madre se estaba suicidando?, donde estaba cuando mi padre nos abandonó a mi y a mi hermano? Donde estaba cuando mi madre se enamoró y se follo a un maldito brujo el cuál es un puñetero rey, de  los putos brujos y si pillaran mi ubicación yo morirí...– o santa mierda, mierda de todas las malditas mierdas, en este estúpido vómito verbal dije lo que prometimos guardar el secreto Thomas, James y yo.

¿Pero que demonios me pasa?

¿Porque no puedo dejar de maldecir?

La cara del tal Henry esta pasando por las faces: incredulidad, negación.

Rápidamente e inconscientemente con un estallido de magia salido de entre mis dedos cerré la cerradura del armario.

Bien hecho, genio Me recordó mi conciencia, un poco tarde.

Los ojos de Henry están que salen de sus orbitas, y sus rostro esta blanco como un papel.

–No es lo que crees!!! –replique.

–Brujería– murmuro por lo bajo, tuve que hacer un gran esfuerzo para oírlo.

–Escucha...no es lo que crees...–dije lentamente.

Que me pasa últimamente? No puedo estar estable? Vine buscando un polvo para relajarme y ahora debo preocuparme por otro humano, ge-ni-al.

–No me mates –dijo de repente, sorprendiendome.

Esto me daría gracia si no estuviera tan intranquila con el otro humano. Literalmente los humanos son sinónimos a problemas.

–No voy a matarte, si quería matarte al menos te hubiera llevado a un bosque... –inmediatamente callé sus ojos estaban horrorizados – no te mataré a menos que me des razones para hacerlo –añadí.