Mi vista se concentraba en la pequeña ventanilla de la metálica puerta de mi habitación.
Podía ver la otra pared del cuarto del frente, e irónicamente mi vista se basaba en un reloj del gato Cheeshire que movía la raya negra en sus ojos y ladeaba su cola.
Algunas veces me daba la impresión de que los ojos del gato se quedaban estáticos, podía ver que se estaba burlando de mi con esa enorme media sonrisa de reloj que me pone los bellos de punta.
Y aún así seguía mirándolo...
Tic - Tac, Tic - Tac...
Observé minuciosamente que el gato chorreaba un líquido transparente... Se veía tan delicioso... Parecía caramelo...
Tic - Tac, Tic - Tac...
Quería probar el líquido, la puerta se encontraba abierta... Y yo podría escapar...
Pero no soportaba la idea de que todo ese líquido bañara por completo al gato Cheeshire. Pero esta vez es diferente.
No es sólo el gato Cheeshire. Puedo sentirlo. Puedo sentir a alguien más...
Algo atravesó la puerta de manera fugaz, tanto que ni siquiera noté su presencia en la habitación hasta segundos después.
Todo quedó en silencio, incluso el molesto ruido del reloj se había callado. Tampoco escuchaba mi propia respiración.
Mi vista dejó de ser clara, y la cara de Cheeshire empezó a desfigurarse hasta desaparecer. Me dolía la cabeza, sentía como si un montón de explosiones atacaran mi cerebro al mismo tiempo. No podía ver. Ni respirar.
Empecé a escuchar un zumbido en mis oídos, uno demasiado ruidoso y fuerte. El sonido incrementó hasta escucharse como un micrófono mal establecido... Quería gritar, quería gritar enserio... Pero de nuevo no encontré mi voz.
Y lo poco que alcanzaba a diferenciar eran los jadeos que estaba forzada a producir.
Mi corazón no dejaba de golpear mi pecho con fuerza, cada vez con más precisión, sentía que me iba a romper.
Tengo miedo, logré articular entre los ahora escombros de mi mente.
Miedo.
Entonces hubo una explosión en mi cabeza. El zumbido explotó en mis oídos dejándome sorda por unos segundos. El dolor en mi pecho se tranquilizó hasta dejar sólo pulsaciones del dolor. Mi cabeza pulsaba también, pero ya no dolía.
Tic - Tac, Tic - Tac...
- ¿Me extrañaste? -.
Mis ojos se abrieron grandes como platos, no sabía qué pensar, estaba consternada. Y por un momento, creí reconocer esa voz. Me provocaba vómito y nauseas. Pero al mismo tiempo sembraba terror en todas y cada una de mis articulaciones... Y se sentía bien, se sentía realmente bien...
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- ¿Page...? - escuché a la doctora Layght en un segundo plano.
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Mortem [MD 1°]
Vampire¿No les he dicho ya que lo que toman erradamente por locura es sólo una excesiva agudeza de los sentidos? → "El corazón delator" | Edgar Allan Poe. [ Mente Dividida #1 ] - - - - - - 09 . 03 . 17 #819 en Vampiros ♥ 27 . 04 . 17 #189 en Vampi...