-¡Preparen la camilla! -alcancé a escuchar entre los pasos apresurados de enfermeros.
¿Qué?, ¿dónde estoy?
Observé a mi alrededor un poco cabreada, y entonces reconocí el espacio como el hospital.
Las luces blancas eran malditamente brillantes, por lo que casi me quedo ciega por su culpa. Intenté mover la cabeza con lentitud para mirar alrededor, y como tenía esperado, no pude moverla.
Empecé a preocuparme y una sensación de familiaridad me abrumó. Comencé a parpadear con todas mis fuerzas, cuando de pronto no me quedaron demasiadas.
Me sentía cansada, como si hubiera corrido todo el día cargando cosas. El peso de mi propio cuerpo me resultó aplastante, no podía zafarme.
Escuché el ruidito irritante de una máquina, entonces fui ligeramente consciente del quirófano a mi alrededor, la aguja en mi espalda y el bisturí forzando mi piel.
-Todo estará bien, cariño.
Fuera luces.
•
Moví con trabajo el dedo índice y me alegré de tener el control nuevamente.
«Lo recuerdas...».
Sentí como si una roca pesada hubiera impactado contra mi cráneo y el aire abandonó mi sistema por segundos comprimiendo mis pulmones. Abrí los ojos de golpe, mi respiración se normalizó tan rápido que apenas sentí el cambio.
Fui consciente del ruidito irritante de la máquina desde que aceleró frenético hasta que se detuvo de golpe; no sentía que iba a morir, pero podía jurar que si alguien más no apagaba esa cosa ya, iba sufrir un colapso. Alguien saldría herido, y no iba a ser yo.
De pronto, en un segundo plano se hicieron claras la presencia de Layght y Mr. Putta, con unas caras pálidas y aparentemente neutrales.
Porque demonios, no soy psicóloga, pero cualquiera notaría la tensión que se creó en el momento en que cruzamos miradas.
Hum, creo que al mundo le hace falta comer gomitas más seguido, de preferencia de esas que parecen gusanos, porque ya veo que el poder de los panditas es muy limitado...
«No por favor, ¿has pensado en pedir que te aumenten la dosis? No me importaría dormir un poco si dejo de escuchar tanta estupidez».
-¿Revisaste el informe? -preguntó Layght dándome la espalda como si no estuviera ahí.
Mr. Putta asintió analizando de forma incómoda mi rostro.
Layght mantuvo la boca apretada mientras me inspeccionaba, y entonces ambos fijaron las miradas desenfocadas; o no sé, tal vez era yo.
No, están mirando otra cosa...
Giré mi cabeza a la izquierda, intentando localizar algo extraño. No había nada.
Fruncí el ceño al enderezar la cabeza. Mierda.
-¿Qué es eso? -susurré con la voz rota, e inmediatamente llevé mis manos a la cara.
Layght y Mr. Putta seguían ahí, ahora menos presionados y expresando el horror en sus rostros.
El ruido de la máquina vuelve a pitar rápido y mis manos empiezan a temblar.
-¡¿Quién hizo esto?! -el grito que salió de mi boca fue aterrador.
Demonios, ¿aterrador? Si parecía una maldita loca hipersensible en medio de un ataque de ansiedad.
«Tú lo has dicho».
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Mortem [MD 1°]
Vampire¿No les he dicho ya que lo que toman erradamente por locura es sólo una excesiva agudeza de los sentidos? → "El corazón delator" | Edgar Allan Poe. [ Mente Dividida #1 ] - - - - - - 09 . 03 . 17 #819 en Vampiros ♥ 27 . 04 . 17 #189 en Vampi...