Capítulo 3: Pequeña patea traseros.

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Daryl

El pesado silencio que había mientras comíamos era demasiado incómodo. Cordelia había agradado a todo el mundo al igual que Zoe, sin embargo, Kathryn no se mostró tan sociable ni amigable con nadie que no fuera Carl y la tensión entre ella y Rick nos puso en una pésima posición.

-Entonces, ¿cómo es que tres jovencitas lograron pasar por todo esto sin un grupo y en tan buenas condiciones?-

La galantería de Hershel y la calidez de sus ojos hicieron sonreír a las chicas nuevas, Cordelia le respondió mientras que Kathryn se dedicó a seguir mirando fijamente su plato mientras comía.

-Podemos parecer lindas y dulces, Hershel, pero somos fuertes y astutas, nos las arreglamos bastante bien.-

El sonido del llanto de Judith nos llamó la atención, Beth, que la tenía en brazos, trató de calmarla pero no lo logró, la pequeña patea traseros agitaba sus brazos en dirección a su padre, que no la había cargado más de una o dos veces desde que nació. Rick se dio cuenta y decidió salir a montar guardia porque, según él, Carol debía estar cansada. Kathryn lo vio con desagrado mientras salía del comedor y decidió hacerse cargo de la situación ella misma.

Se levantó para cargar a la niña y comenzó a mecerla mientras le tarareaba con una voz realmente hermosa, era increíble lo diferente que se veía haciendo eso, la dulzura que mostraba no tenía nada que ver con el desprecio e indiferencia con que siempre actuaba. La pequeña no tardó en dormirse profundamente y la cara de asombro de todos era de retrato, debían estar pensando lo mismo que yo, excepto por Carl que parecía estar presenciando algo de todos los días.

-¿Cuánta leche queda?-

La pregunta de Kathryn me sacó de la hipnosis en que me había sumergido su voz y su imagen, maldita sea ¿qué pasa conmigo?

-Pues con lo que trajimos hoy, sólo estamos cubiertos por una semana, tal vez menos, cada día come un poco más.-

Maggie se veía preocupada por la falta de recursos, desde lo de Lori se sentía responsable por la bebé. Kathryn asintió secamente y se dirigió a las dos chicas que llegaron con ella, con voz amable pero firme, más como un aviso que como pregunta o petición.

-Al amanecer iremos por lo que dejamos y buscaremos lo necesario para Judith.-

Zoe y Cordelia aceptaron sin duda alguna en su cara, estaba claro quién mandaba en el trío pero no dejaría que nos ignoraran a los demás como si fuéramos estúpidos adornos.

-Iré con ustedes.-

Los ojos verdes de Kathryn taladraron los míos.

-Por supuesto que no, nosotras podemos ir y venir por nuestra cuenta, no necesitamos la ayuda de nadie.-

Me levanté y la encaré.

-Lástima porque no te estaba preguntando, tal vez estés acostumbrada a hacer lo que te venga en gana pero estás en este grupo ahora y aquí las cosas se hacen de otra manera. Te guste o no, son de las nuestras y si ustedes se arriesgan, nosotros nos arriesgamos también, sobre todo si es por la pequeña patea traseros, así que súperalo y acéptalo o sigue lloriqueando, de cualquier modo iré.-

-Y nosotros también.-

Maggie y Glenn se unieron y a Kathryn no le quedó más que aceptarlo.

-Como sea, sólo tengan en cuenta que no somos sus jodidas niñeras, no disminuiremos el paso por ustedes, o nos lo mantienen o se quedan atrás.-

Me acerqué aún más a ella, casi podía sentir su aliento sobre mi rostro.

-Entendido.-

-Bien, Cordelia, lleva a Carl y a Judith a su celda y jueguen un rato.-

-Pero, tía, yo quiero quedarme aquí contigo y...-

-Harás lo que digo y no quiero escuchar otra palabra.-

El niño mostró su enojo refunfuñando y mirando mal a Kathryn pero hizo exactamente lo que le pidió, subió a su celda seguido de Cordelia que cargaba a Judith y de Beth que decidió acompañarlos. No entendía por qué había mandado al muchacho arriba y con niñera pero lo comprendí con lo que le dijo a su otra amiga.

-Zoe, vamos, necesito que te encargues de la guardia, hay un imbécil ex policía que va a escucharme.-

Ambas salieron del comedor rumbo a la torre de vigilancia, mi curiosidad me incitaba a ir pero mi instinto de supervivencia me mantuvo en mi lugar. Pobre Rick, algo me decía que no le saldría barata esta conversación.

The walking dead: Coven.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora