The walking dead: Coven.

Capítulo 4: Amargas verdades.

Rick

Mientras más miraba su rostro, más increíble me parecía el que estuviera aquí, que hubiera sobrevivido y que de todos los lugares haya sido precisamente este con el que diera. Me sentía realmente feliz, la vida me estaba dando la oportunidad de recuperar a mi hermana, aunque una parte de mí sabía que no sería nada fácil, le había hecho demasiado daño, fui el peor hermano del mundo y no tenía idea de cómo solucionar las estupideces que cometí con ella en el pasado. La prueba de la impotencia que sentía era clara, Kathryn estaba justo frente a mí y no era capaz de emitir una sola palabra. Sus ojos dejaron de ver la cerca y se fijaron en los míos, nos habíamos alejado considerablemente de todo y de todos pues dijo que quería hablar conmigo.

-Debes parar.-

Su voz era la misma de hace unas horas, fría y dura. Su mirada me intimidó un poco, se notaba la indiferencia, ni odio ni desagrado, que le causaba y eso era lo peor de todo. Al ver que no lograba ordenar mis ideas lo suficiente como para responderle, siguió hablando.

-Esta escena del viudo trágico y mentalmente inestable resulta patética, la verdad es que me importa un cuerno si te cortas las venas, te vuelves completamente loco u optas por lanzarte a una horda de caminantes pero tu actitud, tus desplantes y tu imagen de loco miserable tan pasada de moda resulta que está afectando a dos de las únicas personas que realmente significan algo para mí. Carl y Judith siguen siendo tus hijos, las personas de esta prisión siguen considerándote su líder así que supera la muerte de la piruja y hazte cargo o date por vencido y lárgate y yo lo haré.-

Estaba asombrado, cómo podía hablarme de ese modo, ¿acaso no comprendía? Lo que estaba pasando, el luto, no era algo que simplemente se pudiese "superar"

-Lo comprendo bastante bien, Rick, tu mujercita "linda y abnegada" terminó enredándose con tu "mejor amigo", como si no lo hubiera estado haciendo desde antes de que el mundo se fuera a la mierda pero en fin, tuvo una hija y murió, tu hijo tuvo que asesinarla. A eso se le suma tu orgullo y honor heridos por no haber podido proteger a tu familia, sí, sí, sí, estás mal y lo entiendo pero es el jodido apocalipsis, no hay tiempo para sentimentalismos idiotas, la gente muere a cada segundo pero nosotros seguimos con vida, tú sigues con vida y tienes aún una familia por la cual luchar, ellos te necesitan pero, créeme, no eres indispensable. ¿Quieres controlarte y salir adelante?, te apoyarán, ¿quieres rendirte y seguir en este deplorable estado? Bien, ellos seguirán sin ti y yo me encargaré de eso. Sé que no me conoces, no después de todo este tiempo separados así que te simplificaré las cosas. Cuido de los míos, no hay nada que no haga si creo que algo o alguien puede dañarlos, Carl y Judith son de los míos mientras que tú no significas nada para mí más que lo que puedas llegar a significar para ellos.-

Mi cabeza daba vueltas y repetía cada palabra que ella me decía, demasiado cruel, demasiado verdad.

-Es tu decisión, te dejaré solo para que la tomes.-

Sin darme la oportunidad de decir nada, se fue y me dejó solo con mi dolor.