Capítulo 1

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Querido Lector: Por Favor dale un chance a esta historia hasta su final. Seguro que no te arrepentiras!!

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El día comenzaba normal. Mara se dedicaba a preparar el desayuno para su familia, la perfecta familia que por años ha disfrutado. Pan tostado con mantequilla de maní y Jugo de naranja para sus hijos, y frutas para su esposo y ella. Ya desayunados sus hijos, Lucas de 18, de piel blanca curtida, ojos marrones y pelo castaño oscuro como el de su madre, cuerpo atlético y buen tamaño, y Meredith, 16, piel clara, pelo rubio y ojos azules como su padre, tamaño normal para una mujer, estaban listos para irse a su colegio y esperaban a que fueran a recogerlos, mientras que su esposo Eros leía el periódico y se ponía al día con las noticias de la bolsa de valores.

-Mami, no te olvides de recogerme esta tarde, hoy tengo clases de actuación y necesito que me lleves por favor- le dijo Meredith.

-Hoy no tengo mucho que hacer, te prometo que llego a tiempo- le respondió su madre, quien en sus adentros hacía nota mental de no olvidarse de recogerla. – Lucas, hoy no tienes clases de piano? - Le preguntó a su hijo mayor.

-No mami, hoy tengo practica con el equipo de baloncesto en la uni- le dijo, pero la verdad era que se quería reunir con unos amigos para ir a pasarla bien fumando, bebiendo y ligando en el parque. Hoy era el día que esos amigos le iban a enseñar cómo mantener esa vida sin trabajar. Su mamá no sabía que desde hacía poco se había hecho amigo de un grupo no muy bien portado, por decirlo así. Ella confiaba ciegamente en su hijo ya que le había inculcado los valores que cada persona debe poner en práctica para ser de bien, y hasta ahora no la ha defraudado.

Sus hijos eran tan diferentes! Meredith, una adolescente en transición, como decía Mara, le gustaba mucho lo superficial, cabello bien arreglado, la última moda, todo lo nuevo en cuanto a vida social electrónica se tratara, y por sobre todo el mundo del espectáculo, este último siendo su pasión y prácticamente obligando a sus padres a que la anotaran a tomar clases de actuación. Pero también tenía un corazón de oro cuando a su familia se trataba. Mientras que Lucas era el ejemplo de la familia, los mejores grados en su escuela, capitán del equipo de Baloncesto, siempre acompañaba a su madre a sus labores de voluntariado en la comunidad. Si bien tenía sus noviecitas, nunca había presentado una de manera formal, pero eso lo dejaban pasar ya que era muy joven para compromisos, y ahora que estaba en la universidad lo que menos querían era que se distrajera. Él no sabía que para sus cumpleaños le tenían una sorpresa, su propio carro, pero había que esperar un par de meses para entregárselo.

-Está bien, entonces te recojo después de la práctica. A qué hora terminas?- Quería saber Mara.

-No es necesario, puedo venir en el bus- Le respondió este.

-No hay problema, ya eres grandecito y puedes darte ese lujo... de vez en cuando- Mara era de las típicas madres que se preocupaban al extremo por sus hijos, pero estaba más que claro que ya Lucas era mayor y no podía hacer mucho para evitar que prácticamente hiciera lo que quisiera.

- Meredith, ya llego el bus,  y Fred está esperándote, Lucas.- Fred es el mejor amigo de Lucas.

-Bye mami te quiero.- dijeron ambos despidiéndose de sus padres con un beso.

-Bye, pórtense bien- Le dijo esta devolviéndoles el beso.

-No crees que ya están bastante grandecitos como para que los añoñes tanto?- le dijo Eros, quien estuvo callado en todo momento como normalmente hacía en las mañanas.

-Puede que para ti sí, pero para mí siguen siendo mis bebes, y mientras estén bajo nuestro techo los voy a seguir mimando, recuerda que mimos es igual a menos quehaceres para mi.- le respondió guiñándole un ojo y pasando su mano suavemente por la mejilla de este y dándole un beso cariñoso en los labios.

Es Difícil Comenzar de NuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora