Cold || hs [español] ✔

Treinta y dos

Despertar junto a Willow fue increíble.

Por supuesto que ya nos habíamos despertado varias veces juntos, pero esta vez todo se sintió diferente. Su piel desnuda aún estaba presionada junto la mía y su cabeza estaba enterrada en mi cuello. Su pierna fue empujada entre la mía y sonreí un poco. Las cortinas no permitían que mucha luz entrara en mi habitación, pero comoquiera podía ver cada característica de ella. Pasé mis dedos sobre su espalda y ella se acurrucó más cerca de mí.

Sus ojos se abrieron de repente y ella me miró. Sus ojos todavía lucían hinchados.

Beso su frente.

"¿Te desperté?" Pregunto, acercándola a mí y ligeramente peinándole el cabello

Tenía nudos.

Pero no la culpo...

"No." Ella bostezó. No pude evitar mirarle el cuello. Estaba marcada por mí.

"¿Cómo te sientes?" Pregunto. "Adolorida." Ella ríe. Envuelvo mi brazo alrededor de ella.

"¿Qué hora es?" Pregunta en voz baja.

"Son las diez."

Tuve que enviarle un mensaje de texto a mi jefe para asegurarme de que supiera por qué no estaba allí. Gracias a Dios no había nada importante hoy en el trabajo.

"Tengo escuela, bueno, ya no tiene sentido". Ella murmura. Comienza a trazar sobre mis tatuajes y me abrasa.

"No te arrepientes de nada... ¿verdad?" Pregunto después de momentos de silencio.

"¡Oh Dios, no, nunca lo haré!" Ella suspira, levantando la cabeza para mirarme.

"Estoy feliz de que mi primera vez fuera contigo... me gustó." Continúa, jugando con sus dedos. La agarro de la mano y ella me mira. Las marcas de amor en su cuello ahora más visibles. Sus labios estaban hinchados.

Corro mi pulgar sobre su labio inferior antes de tirar de ella en un beso.

Su mano descansa sobre mi pecho cuando se aleja.

Coloco un mechón de pelo detrás de se oreja y se ruboriza.

"Eres tan hermosa." Suspiro. Beso su pecho una vez más y tomo la oportunidad de correr mi mano a través de su pelo.

Nuestros cuerpos continuaron respondiendo el uno al otro y gruño mirando debajo de mí.

"¿Willow?"

Ella asiente, haciéndome gestos de continuar.

"Te quedaste dormida cuando te dije esto, pero... te amo."

Su quijada cae de sorpresa y espero a que diga algo.

Pero al instante ella me tira hacia abajo en un beso.

"¡¿Me amas?!" Exclama

Me río mientras me abraza.

"Te amo."

Una vez más, compartimos un beso.

"Diablos, ojalá pudiera haber dicho esto en un lugar mejor y en un..."

"Te amo." Susurra "Sé que fuimos muy íntimos ayer por la noche, pero, ¿podríamos tomar esta relación un poco lenta?"

"Por supuesto." Beso su frente y ella se sienta, llevando las sábanas a su pecho.

"¿Necesitas ropa?"

Ella asiente con la cabeza y salgo de la cama, escuchándola llamar mi nombre.