Treinta y siete

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Willow entró en la cafetería y no pude evitar mirarla. Puso una orden y cogió la bolsa de papel antes de dirigirse de vuelta a la puerta. Su mano descansó en el mango y cerró los ojos. Pero antes de que ella pudiera hacer algo, alguien empujó ligeramente la puerta para abrirla, un jadeo dejando sus labios. Estaba a punto de ir a ayudarla, pero ella abrió la puerta y salió rápidamente.

Y no la perseguí.

~*~

Al igual que ayer, Willow entró en la cafetería.

Puso una orden y se fué. Esta vez no dudó en irse. Salió corriendo sin siquiera querer mirar en mi dirección.

Estaba demasiado asustado como para meterla en problemas. Si la perseguía, me metería en problemas.

Así que no fuí tras ella.

~*~

La semana pasada, Willlow entró en la cafetería.

Ella miró en mi dirección y yo saludé. Ella me saludó de nuevo y fuí la persona más feliz viva en ese momento. ¿Tal vez iba a regresar a mí?

Pero luego pasó por mi lado para dirigirse hacia su grupo de amigas.

La oí reír a lo lejos y quería gritar desesperadamente. Dolía tanto ahora.

Luego se fué, y yo no fuí tras ella.

Esa noche estaba en mi cama y sentí una lágrima caer de mi ojo. Tal vez era mi imaginación, pero antes de que lo supiera, me encontraba gritando.

Me sentía patético.

~*~

El mes pasado, Willow dejó de ir a la cafetería. Nunca la vi después de eso.

Así que dejé de ir allí también.

~*~

Estaba decorando el árbol de Navidad, aburrido cuando la vi mirando por mi ventana. Estaba a pocos metros de distancia, pero pude distinguir sus mejillas rosadas. Sonreí y continué decorando el árbol, añadiendo adornos de ángeles en los lados. Retrocedí justo cuando terminé y encendí las luces. Sus labios se separaron y de repente ella fué tirada a un lado por su Madre.

Su Madre me miró directamente antes de tirar de Willow a su casa.

Suspiré y retrocedí, admirando el árbol.

Faltaba la estrella en la parte superior.

~*~

Era la semana de Navidad y me quedé en casa, solo. Estaba dibujando en la ventana. Gracias a Dios me dieron dos semanas de vacaciones.

Traté de no pensar en ella. Traté tanto de dibujar un árbol de Navidad. Pero no funcionó. Mi pecho siempre dolía y no creo que fuera por los medicamentos.

Tenía que visitar al médico con más frecuencia ahora.

Suspiré y arrancé mi dibujo sin terminar del árbol de Navidad antes de arrugarlo y tirarlo. Misty saltó a mi regazo y le sonreí.

"¿Tienes hambre?" Le pregunto, levantándola mientras ronroneaba. Me dirigí a la cocina y me quedé junto al fregadero, mirando por la ventana.

La vi pasar por mi casa, pero mis latidos aumentaron de miedo cuando tres chicos pasaron junto a ella. Sin embargo, la dejaron sola. Esperé a verla entrar en su casa, pero oí a uno de los chicos gritarle.

Por favor no te voltees, cariño.

Ella se dió la vuelta. Mierda.

Ella se detuvo bajo las luces de la calle y corrí a la entrada de mi casa, metiéndome en mis zapatillas y en una chaqueta. Abro la puerta para verla luchando. Ella estaba en los brazos de uno de esos individuos repugnantes. Pude oírla suavemente gritarles.

"¡Déjenla sola!" Grité. Levantaron la mirada, pero ella no lo hizo. Ella se congeló. Agarré un bate que siempre mantenía cerca de mi puerta y caminé más cerca de ellos. Retrocedieron en cuanto los alcancé.

"Váyanse a la mierda, ahora." Asintieron con la cabeza y los observé mientras corrían. No eran una amenaza en lo absoluto. Eran sólo adolescentes que querían molestar un poco. "¿Estas bi-"

"Gracias." Ella susurró, interrumpiéndome.

"¿Por qué estabas fuera a estas horas?" Pregunto. Se encogió de hombros. No la cuestioné después de eso. Nos quedamos quietos antes de que ella se volteara.

Y como siempre, la dejé marcharse.

Entré en mi casa y cerré la puerta con llave, quitándome mi chaqueta y mis zapatos. Dejé caer el bate y entré sin vida en mi habitación. Me acerco a mi ventana y abrí las cortinas un poco para poder verla. Cuando entró en su habitación, las lágrimas fluían por su cara y cerré los ojos.

Cierro las cortinas por completo, haciendo que mi habitación se vaya a oscuras justo antes de que saltara a mi cama, abrazando a mi almohada. Me tapé la boca con la estúpida almohada antes de gritar, deseando que Willow volviera a mi vida.

Cold || hs [español] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora