Cold || hs [español] ✔

Cuarenta y uno

La espalda de Willow estaba presionada contra mi pecho mientras el agua giraba alrededor de nosotros en la bañera. Actualmente me estaba contando historias de ella cuando era niña a cambio de historias mías de cuando era un niño.

Su cabello estaba en un moño, un poco húmedo por el momento en el que le salpiqué agua. A cambio ella me lanzó la esponja lo que me hizo arrastrarla a la posición en la que estábamos ahora.

Presiono mis labios en su cuello y sonrío mientras ella me cuenta su historia.

Pero de inmediato la corté con una pregunta que he estado deseando hacerle dede hace ya un tiempo.

"Sé mi novia." Le beso el cuello y ella salta. "¡¿Qué?!" Ella exclama, volteándose. El agua salpica fuera de la bañera y ella casi me golpea con su codo.

"Fácil," Me río. "¡Oh, ¡Dios mío, sí!" Ella grita. Me encantó cada segundo de su reacción. La empujo en un abrazo y la saco del agua, sin apartar mis ojos de ella. Envuelvo una toalla alrededor de ella primero y ella se limpia los ojos antes de yo entrar en mi propia toalla.

"Después de tí, novia."

"Gracias, novio."

~*~

Willow se sentó a mi lado en la cafetería. El dueño parecía sorprendido de vernos a ambos de nuevo, pero una sonrisa estaba en su rostro cuando vió nuestras manos entrelazadas. Willow se sonrojó y no pude luchar contra la sonrisa en mi cara en ese momento.

Miro hacia Willow que se encontraba acurrucada en mi costado, con nuestras rodillas tocándose y nuestras manos todavía atadas, escondidas del mundo en su regazo. Ella trazó sus dedos sobre los brazaletes que tenía en mi muñeca.

Mi abuelo me los había dado antes de fallecer. Gemma tenía la llave de su casa (ya que ella era la mayor y tal) pero ella solía pasar su tiempo con mamá y Robin.

Mamá y yo no hemos hablado últimamente en persona, pero durante las pausas en el trabajo solía llamarla.

"¿Quieres que vaya a ordenar?" Le pregunté a Willow.

Ella asiente y saca su billetera, entregándome dinero. Rodé los ojos y no lo acepto. Sólo presiono un beso en su mejilla, antes de irme de inmediato, haciéndola exhalar.

Me pongo en la fila para ordenar, pero no podía quitar mis ojos de Willow. Ella saca un libro de su bolso, abriéndolo en una página marcada. También sacó las gafas antes de ponérselas. Me gustaba cuando llevaba gafas.

La pequeña campana de la tienda suena y me distraigo, viendo entrar a algunos tipos en la tienda. Uno de ellos mira alrededor de la habitación antes de señalar directamente a Willow. Levanto una ceja cuando caminan hacia ella.

Eran aquellos chicos que trataron de jugar con ella hace unos días.

Salgo de la fila y camino inmediatamente hacia Willow. Parecía incómoda. Lo odiaba.

"Entonces, ¿dónde está ese tipo que te salvó la última vez?" Uno de ellos rió. Rodé los ojos y golpeé su hombro, haciéndolo girar. "Aquí." Respondo con facilidad. Estaba a punto de darle un puñetazo, pero Willow se dio cuenta. Ella jadea, saltando y me detiene. "No lo hagas." Ella susurró. "Causarás más problemas."

"Tu pájarito tiene razón." Se burló, agarrando la camisa de Willow por la espalda y tirando de ella de nuevo hacia él. Willow jadeó mientras lentamente levantaba su camisa, haciéndola retroceder. El miedo le llenó los ojos. Ella no fue retirada mucho porque inmediatamente agarré su mano, llevándola detrás de mí.

"Sólo son un grupo de adolescentes." Digo, la ira me llena.

Ningún hombre debería tratar a una mujer así.

Ahora mostraban miedo en sus ojos.

Lo mismo hizo Willow.

"Salgan de aquí antes de que los lastime." Continúo. Simplemente asintieron con la cabeza, corriendo. Me volteo hacia Willow y ella me abrazó con fuerza, susurrando un agradecimiento en mi oído.

Me alegré de que la gente se ocupara de sus propios problemas. Por supuesto, escucharon lo que pasó. Agarro la mano de Willow antes de sacarla del café conmigo.

"¿A dónde vamos?" Ella pregunta, acelerando su paso para encontrar mi mano.

"A casa."

"¿A tu casa o a la mía?" Ella pregunta en voz baja.

La miro como si hubiera olvidado lo que pasó la última vez que fui a su casa.

"Oh..." Ella hizo una mueca y me reí.

Aunque estábamos felices en el momento, el miedo seguía en mí junto con la preocupación.

¿Y si esos chicos volvían?

¿Y si Bradley hace algo estúpido?

¿Y si Sandra vuelve a mí?

Para el último, tenía que hacer una elección, pero me asustaba. No quería volver a verla. Nunca.

Miro a Willow y sonrío.

"Te amo, Willow."

Ella miró hacia arriba y sonrió antes de sacudir nuestras manos entrelazadas.

"Yo también te amo."