La niña de Overwatch

Capítulo 12: Nueva familia.

Han pasado dos semanas desde que rescataron a Amaya. Todos están muy contentos de estar con ella de nuevo, juegan con ella, están con ella en todo momento, al haber terminado el periodo escolar, y están convenciéndola y animándola en que, a pesar de no haber acabado con los juicios, ella se quedaría con ellos. Aunque no era verdad, todos estaban preocupados, los juicios no iban bien, todos los agentes habían salido en defensa de su comandante. No servía para nada, todos los jueces alegaban que Amaya no podía permanecer en Overwatch, no era lugar para una niña.

Jack se estaba preparando para su último juicio, su última esperanza. Iba a presentar pruebas de que no era la primera niña que pisaba Overwatch y vivía con ellos, Phara cuando era pequeña convivía con ellos por su madre. También iba a presentar testigos del colegio de su niña. Todo el mundo veía lo claramente deprimido y angustiado que estaba, no dormía bien, apenas comía y no entrenaba nada, solo quería ganar los juicios. Su animo cambiaba aparentemente cuando estaba con la pequeña, solo sonreía para ella.

En ese momento el Soldado salía de la habitación de Amaya, llorando. Al ver que Ana y Reinhardt le esperaban fuera se pone el visor ocultando sus ojos. Ambos comparten miradas, se habían dado cuenta. Jack acababa de decirle a Amaya que era muy posible que ya no fuera su papa, todo dependía de un maldito juicio.

Jack pasa por delante de Ana y Reinhardt sin mirarles ni dirigirles la palabra, no quiere ver a nadie ahora mismo. Le está consumiendo poco a poco, no puede negarlo, siente un dolor agudo en el pecho, una agonía interna, no quiere perder a Amaya.

- ¿Cómo se lo ha tomado? - pregunta Ana a su espalda, tanto ella como Reinhardt lo estaban siguiendo.

- No muy bien... Ha estado llorando hasta que ha caído rendida y se ha dormido. - al recordarlo se le derrite el corazón.

- Tiene que haber una manera de asegurarnos el juicio. - comenta Reinhardt dándole un puñetazo a la pared.

- No lo hay...

- Seguro ganarás. - Le anima Ana.

- ¿Y si no? - pregunta sin mirarle, no estaba de ánimos.

- Vete con ella. - Jack se para y mira desconcertado a Ana. - Huye, deja todo y vete con ella, deja Overwatch, nosotros nos encargaremos de eso. Nunca te encontrarán con la ayuda de todos. Mereces ser feliz y Amaya también.

- Pero... No puedo... No puedo.

- ¡Deja de ser tan responsable y piensa en ti por una vez!

- Condenaría a Amaya a una vida de huir sin parar, eso no es vida, como tú has dicho, merece ser feliz. Y si para eso tiene que irse de mi lado... - Estas palabras parece que le han hecho bastante daño.-... lo aceptaré, antes es ella. Ahora si me disculpáis - dice saliendo por la puerta. - Voy a un juicio, os avisaré en cuanto sepa algo.

Ambos amigos ven como Jack se va entristecido a un juicio que tenía todas las posibilidades de perder.

Cuando Amaya se despierta, han trascurrido algunas horas, ve a su padre sentado a los pies de su cama, estaba mirando a la nada, y vestía una sudadera con unos pantalones vaqueros y unas deportivas. Amaya se incorpora mirando a su padre, ante el movimiento de la cama, Jack se gira y mira a la niña serio.

- Amaya, cámbiate, nos vamos.

- ¿A dónde?

- Cámbiate.- dice sin más levantándose, al hacerlo Amaya ve la maleta que lleva en sus manos.

- ¿Qué es eso, papi?- pregunta con miedo.

- Cámbiate y ahora te cuento. - dice saliendo de la habitación sin mirarla.