La niña de Overwatch

Capítulo 4: Escuela

Ya ha amanecido en la base, nuestros héroes están entrenado o haciendo papeleo. Hanzo estaba con Mccree en la sala de tiro haciendo un trueque, él le enseñaba a disparar y a cambio Hanzo le enseñaba a tirar con el arco. Genji estaba detrás, con ellos, subido a la mesa de armas intentando meditar, con todo el ruido era difícil. Estaba intentando calmarse y pensar, concentrarse y no escuchar nada. Lo estaba consiguiendo, ya no oía la conversación, nada a su alrededor...
- Tío Genji- una voz lo saca del trance.
Al mirar hacía abajo ve a Amaya mirándolo sonriente.
- ¿ qué pasa, pequeña ninja?- la alza y la sienta en sus piernas.
-¿ qué hacen los tíos?
- Practicar, mira, vamos a verlos...
Hanzo estaba con el revólver de Mccree intentando darle al blanco mientras Mccree le daba indicaciones de cómo utilizarlo. Tras unos minutos, Hanzo consigue darle a la diana, en ese entonces se oyen aplausos detrás. Al mirar, sorprendidos, observan a Amaya sentada encima de Genji, ambos aplaudiendo. Ninguno de los dos se había dado cuenta de que Amaya estaba allí.
Mccree se aproxima a ellos y le coloca el sombrero a la niña. Mccree solo dejaba su sombrero a la pequeña, jamás había dejado su sombrero a nadie, lo cual sorprendió mucho a todos.
-¿ has visto como dispara tu tío?
- ¡si!¡yo también quiero!- dice con entusiasmo la pequeña.
-¿con el revólver? Ni hablar, peque- contesta seriamente Mccree, por lo que Amaya se pone seria y triste.
- yo te enseño a utilizar un arco, ven aquí - le asegura Hanzo cogiendo un arco pequeño casi de juguete. Amaya baja de la mesa de un salto y va corriendo con su tío dando pequeños saltitos. Al llegar a su lado, Hanzo le dice como sostenerlo y saca flechas, estas si, de juguete y comienza a enseñarle.
Mientras Amaya intenta disparar, Genji y Mccree la observan desde atrás riendo por la concentración que le pone al tensar el arco. Hanzo le coloca las flechas también riendo y dando indicaciones.
En el primer disparo, la flecha cae a sus pies graciosamente, haciendo que Amaya se enfade e hinche los mofletes.
Por detrás, Genji y Mccree se ríen sonoramente al igual que Hanzo. Genji hace un movimiento en falso encima de la mesa, haciendo que dos cuchillos que estaban al borde se lancen al aire, en dirección a la cabeza de Amaya. Los tres ven los cuchillos y no les da tiempo a reaccionar. Por suerte, Reinhardt los ha parado en el aire con su escudo.
- ¡¿Qué hacéis?! ¡¿No veis que este lugar es muy peligroso para Amaya?!
- Menos mal que has aparecido...- dice Hanzo soltando un suspiro.
- ¡No me cambies de tema!
- ¡Abuelo!- grita la niña al verlo.
- ¡No soy el abuelo!, ¡Qué insulto! Llámame tío, pequeña, como a los demás.
La niña lo mira confusa.
- Pero eres mayor- este comentario hace que los otros tres presentes se rían.
Reinhardt les lanza una mirada penetrante, lo que hace que se tapen la boca.
- llámame tío... Bueno, a lo que he venido... Ha llegado Ana de la misión, le hemos contado sobre Amaya y...
-¿ Ocurre algo?¿La niña se queda aquí no?- se preocupa Genji.
- Tranquilo, está de acuerdo con la decisión, pero ha dicho que Amaya necesita ropa y otras cosas así que se la llevan las chicas de compras.
- Adiós... Preparemonos para cuando vengan...
- Me preocupa más que líen alguna en el centro comercial.
- Esperemos que no lleven armas.- sentencia finalmente Mccree.
La niña al no entender la conversación se limita a mirarlos a todos.
Reinhardt se la lleva con las chicas y al llegar se la presentan a Ana. No tardan mucho en cogerla de la mano y llevársela de allí.
Al llegar por la tarde a la base, Amaya está a caballito de D.Va, muy cansada.
- ¿Qué ha pasado?- pregunta prudente Torbjorn
- Nada, ¿ porqué tiene que pasar algo?... - contesta Ana
- Ana...- advierte Reaper.
Tracer, tras reírse, deja sobre la mesa 7 multas, cada una de una cosa distinta.
- Al menos Amaya se lo ha pasado bien- contesta saliendo de la sala con todas y dejando a los hombres mirando las multas que hay encima de la mesa, atónitos.
- Creo que podemos afirmar que llevaron armas...- Contesta Winston.
D.Va se lleva a Amaya a la sala de videojuegos donde está Lucio.
- Prima, lo he pasado muy bien, sobre todo cuando ha llegado el policía- le dice la pequeña.
- ¿A que ha sido divertido ver a la tía Phara así?
-¿Qué ha pasado?¿Se lo contáis al primo Lucio?
- Noo, es un secreto- dicen ambas a la vez.
Jack entra en la sala y se dirige a la pequeña con una noticia para ella.
- Amaya, mañana por la mañana vas a ir a un lugar, donde vas a conocer a muchos niños y vas a aprender cosas nuevas...- Al ver que le entusiasma la idea continúa- ... Vas a ir a la escuela.
Al decir estas palabras, Amaya empieza a correr por todos lados riéndose, gritando y saltando entusiasmada. D.Va y el soldado 76 intentan cogerla varias veces sin éxito. Hasta que ya se cansa y Lucio la alza riéndose por esa reacción.
Por la noche, Amaya se lo cuenta a todos sus primos y tíos muy contenta, al día siguiente su papa la llevaría a la escuela.
A las 6:30, todos están durmiendo. En la habitación de Jack reina el silencio, todo esta tranquilo...  Algo abre la puerta de golpe, una sombra pequeña salta encima de él despertándolo, por reflejos busca su arma pero frena en el proceso al ver quien es.
-¡¿Amaya?!
- ¡Vamos papi! ¡Hay que ir a clase!- grita saltando encima- El tío Boom...- refiriéndose a Junkrat- ... Me ha dicho que meta dinamita en la mochila, ha dicho que para algo me servirá.- enseña los dos cartuchos de dinamita-
- ¡No los necesitas!- coge la dinamita y la tira a la papelera- es muy pronto, aún no tenemos que irnos...
- pues espero...- se sienta al lado mirándolo.
- Venga, vamos, algo se me ocurrirá allí...
Al llevar a la niña tan pronto, la lleva al parque de al lado hasta que llega la hora. Al llevarla a clase se despide de ella y cuando dicen su nombre la niña corriendo pasa contenta a su escuela.
El soldado se queda mirando como se va, al rato se da cuenta de que todas las madres le miran. Claro... ¿Como no?... Un hombre con una hija y aparentemente soltero... Se apresura a salir de allí e irse a la base. Al menos Amaya va a conocer a más niños de su edad.