Capítulo 15. Comida Familiar

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Cuando Amaya abre los ojos se da cuenta de que aún sigue en la habitación de su padre, la luz entra por la ventana indicando que son más de las ocho, cuando se gira se encuentra sorprendentemente a su padre, tumbado junto a ella, sonriendole y con los ojos abiertos.

Normalmente Jack iría a correr temprano, pero esta vez le pareció mejor idea esperar a que su niña despierte. 

Amaya se abraza vagamente a su padre, sin querer levantarse, acto que hace que Jack se ría. Él empieza con un ataque de cosquillas para lograr levantarla. Rápidamente Amaya se tira de la cama intentando huir, riéndose. Soldado se queda mirando con una sonrisa de adoración a su hija desde la cama.

Enseguida ella se levanta tirando un almohadón a su cara, provocando la risa de ambos.

- Venga pequeña, hoy tienes que confiscar armas. - comenta Jack con una sonrisa picara.

- Ay no... Ya es hoy... - se lleva las manos a la cabeza al recordar la comida familiar. - promete comportarte papa. - le señala seriamente.

- No prometo nada, aparte... yo si llevaré armas, pero yo soy el menor de tus problemas. - por muy duro que resultará, tenía razón. Tenía que mantener calmadas a las 22 personas más poderosas del planeta, de los cuales algunos eran antiguos asesinos y delincuentes.

Cuando sale de la habitación, lo primero que hace Amaya es dirigirse a una zona de la base, una situada en lo más periférico, un lugar para meditar. Necesitaba pedir ayuda a alguien, no podía enfrentarse a esto ella sola.

Cuando ya llega medio día, todos los héroes están en el comedor, mirando asombrados como Amaya pasa de un lado para otro comprobando todo.

Todos estaban bien vestidos para incomodar más la situación.

- Tranquila pequeña ninja, todo saldrá bien. - le tranquiliza su tío Genji siguiéndola con la cabeza de un lado a otro.

- ¡Ah!¡Cierto! - se para en seco mirándolos a todos. - darme las armas, todas.

- De eso nada... - contesta Widowmaker sin moverse, lo que hace que todos sigan su ejemplo.

- Sabía que no ibais a querer... Por eso he traído a la caballería.

Detrás de ella aparece su tío Zeny levitando y preparando los orbes.

- Absolutamente todos, entreguen armas.- ordena alzando más sus orbes para que todos los vean.

- gg... - comenta D.Va.

Tras eso, todos entregan armas al monje y a la niña. Jack observaba divertido como su pequeña registraba personalmente a su tío Reaper y a su tío Boom.

- pero Amaya... - llama la atención Zeny cogiendo el arco de Hanzo. - que no intente nada raro o fuera de lugar, no me interpondré ante ellos si eso llegará a pasar, y no me hago responsable ni de mis propios actos. - ese comentario hace sonreír a sus tíos e hiela la sangre a Amaya.

A la media hora suena un pitido indicando que alguien hay en la puerta. Amaya se pone de pie corriendo para recibirle, seguido de algunos tíos y de su padre.

Al llegar a la puerta de entrada, Amaya, deja pasar con una sonrisa a su novio, era un chico fuerte y alto de pelo negro, y bien vestido. Hablan un poco en la entrada para que no les oiga nadie, ya que en la distancia, en la puerta de entrada les esperaban varios de sus tíos y tías más intimidantes. Esperaban a que terminarán de hablar para poder empezar su interrogatorio. Jack entre ellos veía gracioso las caras de sus amigos y su instinto sobreprotector. 

Cuando Matt terminó de hablar con Amaya ambos se acercaron y fueron presentándose. El primero en hacerlo fue Jack dándole un fuerte apretón de manos. A continuación fue McCree quien simplemente le miraba serio a los ojos y tomo una calada de su puro. A continuación vieron las chicas, algunas como Zarya y Ana que le susurraron algunas amenazas, aunque otras como D.Va y Tracer, le estrechaban la mano enérgicamente y alegres, encantadas de conocerle.

Una vez dentro, sentados en la mesa empezaron con algunas preguntas comunes pero incomodas como ¿Fumas?¿Bebes? y luego fueron subiendo de tono de manera ridícula, preguntas que causaban pequeños infartos a Amaya.

Para cuando terminó la comida, todos estaban bastante serios pero más relajados. Amaya le extrañó que por ejemplo Tracer y Sombra, dos que la habían apoyado miraban un poco mal a Matt, e incluso su padre en mitad del interrogatorio se quedó en siliencio y serio dejando a sus tíos hablar. 

Pero Amaya estaba tranquila, Matt había estado tranquilo durante toda la cena y sus respuestas habían sido buenas y poco incomodas. 

Después algunos insistieron en que Matt se fuera con ellos al campo de entrenamiento, en concreto, Genji, Hanzo, Gabriel y Jack. Amaya no estaba por la labor de dejarlo solo con ellos, así que iba detrás. Una vez allí empezaron a entrenar enseñándole como podían descuartizar, cortar o incluso algún comentario de torturar a alguien. Jack se mantenía al lado de Amaya detrás analizándolo serio, al igual que sus tíos. Pero Matt seguía tranquilo.

-¿Papa?¿Pasa algo?

- No. - dice simplemente con un tono grave pero suave.

Es en ese momento en el que entra Bastion en la sala y Jack le hace una señal. Bastion enseguida activa el modo tanque apuntando a Matt.

- ¡¿Qué haces?!- pregunta escandalizada Amaya.

La única reacción de Matt es llevarse nervioso una mano al bolsillo y abrir los ojos. A los pocos segundos de silencio Bastion se pone en modo centinela de nuevo.

Jack rompe a reír indicando que era broma. Amaya no pierde tiempo y saca de la base a Matt disculpándose y despidiéndose de él.

Al volver a entrar, todos la esperan en la sala para hablar con ellos, pero antes de que Amaya pudiera decir algo, su padre se adelanta.

- No lo volverás a ver.- dice con su tono autoritario, no de padre, si no de comandante.

-¡¿Qué?! ¡¿Porqué?! - Todo había salido bien, Amaya realmente no lo entendía, le enfurecía la situación.- ¡Todo ha salido bien! ¡No ha hecho nada malo!

- Cariño...- empieza Ana a hablar- ¿No te ha parecido raro que haya estado muy tranquilo, estando presente de tantos soldados que le pueden meter un tiro en cualquier momento?

- ¿Qué quieres decir?

- Amaya... Ese chico esta familiarizado con el ambiente militar. Hasta cuando estuvimos en la sala de entrenamiento estuvo muy relajado y... - continuó el tío Gabe.- ... Y luego cuando Bastion le apuntó se llevó la mano al bolsillo... Para tomar su arma, pero abrió los ojos y se puso tenso al recordar que no la tenía.

Amaya no aguantó más y salió corriendo hacía su habitación, todo eso era mentira, no podía creer que su familia este intentando algo tan sucio como mentir sobre él.

Se metió en su habitación y no salio en toda la tarde, solo habló con sus primas por teléfono para ver que se pondría en unas horas para la fiesta. No  iba a dejar de ir a una fiesta con sus amigos por estar enfadad con su familia. Necesitaba despejarse de todo lo ocurrido y estar con sus amigos.


La niña de OverwatchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora