Diario de dos corazones

Despedida

Noah condujo nuevamente hasta el cementerio, quería despedirse correctamente, pero no quería hacerlo con Nora allí. Compró flores en la entrada del cementerio y caminó lentamente hasta su lápida. Respiró profundo antes de ponerse de rodillas frente a esta y colocar las flores con mucho cuidado.

Noah: Nunca me imaginé trayéndole flores a un hombre –Rio tristemente mientras en sus ojos las lágrimas empezaban a acumularse- Lamento haber sido un idiota, lamento no haber podido venir en tu funeral, es solo que soy muy débil y no podría soportarlo ¿sabes? Aun no puedo creer que no estés aquí, que nuevamente esté solo y que justo antes de que pasara todo esto, pensé que solo querías acostarte con Nora y en serio lo lamento, actué como idiota asustado, cuando en verdad lo único que hacías era ser el hombre que no pude ser. Sé que es malditamente idiota que esté diciendo esto ahora que no puedes escucharme –Las lágrimas silenciosas se deslizaron por sus mejillas- Pero debí decirlo hace tiempo y no podré dormir tranquilo hasta que te lo diga. Fuiste la única familia que tuve cuando no tenía a nadie, el único apoyo cuando perdí a mi hija y te quiero, en serio man, te quiero demasiado y nunca te lo dije porque nunca pensé perderte tan pronto, si me estuvieras escuchando probablemente me dirías que dejara de ser tan cursi contigo –Rio y luego soltó un sollozo para luego cubrir su cara con sus manos- ¿Por qué hiciste eso maldito imbécil? ¿Por qué no dejaste que yo muriera? –Golpeó el suelo con rabia aun sin dejar de llorar- Ya había perdido demasiado como para también perderte a ti, pedazo de mierda –Gruñó mirando su nombre escrito en aquella lápida- ¿Tienes una maldita idea de lo que sentí al perder a Joshua y tener que tragarme el dolor para consolar a Nora, luego perder a mi hija quien fue la razón de que en esos 4 meses que tuvo de vida, no me quitara la mía y luego perdí a Nora, quien aparte de esa bebé muerta, era mi razón de existir, para que luego tú te conviertas en mi familia y ahora me dejes solo, hijo de perra? ¡Pues déjame decirte, que duele como el demonio! –Gritó desarreglando su cabello que estaba peinado a la perfección- Y ahora que terminé de gritarte por ser un hijo de perra, debo ir a proponer matrimonio a la mujer de mi vida. Cosa que como el nacimiento de mis hijos, te perderás por ser un cabrón –Volvió a llorar mientras se ponía de pie- Y si, escuchaste bien, serán dos y soy tan pendejo, que si ambos son hombres les pondré Joshua y Johan –Dijo alejándose lentamente de la lápida, pero luego se giró- Bueno y algo se me ocurrirá si son mujeres –Dijo con una sonrisa de lado secando sus lágrimas-

Joshua: ¿Quién diría que te volverías tan bipolar? –Preguntó provocando que Noah se girara de golpe-

Noah: Mierda, en serio enloquecí –Dijo volviéndose pálido y Joshua rodó los ojos-

Joshua: ¿En serio, Noah? Me has visto como cuatro veces, salvé tu vida y luego la de Nora ¿Y aun crees que estas enloqueciendo? –Dijo cruzado de brazos, Noah cerró sus ojos con fuerza- ¿sabes qué? Mejor no respondas, solo debes saber que Johan está bien y que también te quiere demasiado , te perdona y dice que eres un hijo de perra malagradecido que no deja de insultarlo ni en los peores momentos –Noah abrió los ojos los cuales estaban nuevamente llenos de lágrimas, pero aun soltó una carcajada algo dolida mientras secaba las lágrimas que había derramado con anterioridad-

Noah: Eso suena a algo que el diría –Dijo con una sonrisa- ¿Pero por qué si eres real o un fantasma o lo que seas, por qué no puedo ver a Johan? –Preguntó poniendo en duda nuevamente su salud mental-

Joshua: Porque no tiene un asunto pendiente –Dijo con obviedad y Noah ya empezaba a asustarse cuando pensó en la posibilidad de que fuera real-

Noah: ¿Y cuál es tu asunto pendiente? –Pregunto retrocediendo lentamente hacia su auto-

Joshua: No pude despedirme de la mujer que amo –Dicho esto desapareció dejando a Noah totalmente confundido y asustado-

Noah condujo a casa evitando a toda costa pensar en su ''encuentro'' con Joshua y tampoco quería entristecerla, preocuparla o que ella se enterara que él estaba loco, al menos eso pensaba. Nora estaba en la sala de estar esperando a su amado junto a Zack, quien la observaba con una sonrisa.

Nora: ¡Oh vamos! Dime ya donde me llevará –Dijo tomándolo por los hombros y agitándolo levemente-

Zack: Ten paciencia pequeña Brown –Dijo burlón y ella rodó los ojos- Pero créeme cuando te digo que vas perfecta para la ocasión –Ella sonrió de lado y lo abrazó-

Nora: Gracias, por todo –Agregó con una sonrisa-

Zack: Tienes un gran corazón Nora, a Noah le hace bien estar contigo, serás una excelente madre –Nora sonrió y observo como Noah salía del auto-

Nora: A mí también me hace bien estar con él –Dijo con una sonrisa y seguido Noah abrió la puerta-

Noah: ¿Dónde está mi princesa? –Preguntó corriendo hacia ella y besando sus labios-

Nora: Junto a su príncipe –Respondió observando aquellos ojos grises algo hinchados-

Noah: Estas hermosa chaparrita ¿Quieres irte? –Preguntó depositándola en el suelo-

Nora: Claro que sí, ojitos –Noah al escuchar aquello sonrió de oreja a oreja y la tomó de la mano para caminar hacia la puerta-

Zack: No la traigas tarde, mañana tienen un largo día y yo no me haré cargo –Dijo y Noah rodo los ojos y levanto el pulgar en señal de que estaba de acuerdo antes de cerrar la puerta-

Noah abrió la puerta esperando que Nora se adentrara a este, seguido la cerró, rodeó el auto y se adentró en el también, para luego encenderlo y ponerlo en marcha, la carretera era en medio de un bosque, Nora miraba el camino confundida.

Nora: ¿Dónde iremos? –Preguntó curiosa dejando de mirar por la ventana para mirar a Noah-

Noah: Ya verás –Dijo mientras conducía con una sonrisa de lado-