Indispensable

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El espantoso ruido del cristal quebrarse rosonó por todo el apartamento, él se quedó estático mirando el televisor, tenía esperanza, se levantó del sofá y corrió a darse una ducha mientras el agua corría por su cuerpo, él luchaba por controlar su felicidad, salió y se colocó unos jeans clasicos, unas botas negras y una camisa cuello V blanca, salió de su casa sin saber bien donde dirigirse, se topo con una librería y decidió entrar...

Noah: Buen día -Saludó a la encargada-

La chica lo miró de arriba a abajo y se mordió el labio, luego le sonrió, él pobre no se dió cuenta estaba tan perdido en sus propios pensamientos que no le prestaba atención a aquella coqueta chica

Encargada: ¿En qué puedo ayudarlo? -Preguntó con una pícara sonrisa-

Noah: Quiero comprar el libro "Diario de dos corazones" -Dijo y la chica asintió-

Encargada: Esa chica, Nora Brown tuvo mucha suerte al publicarlo, todos lo compraron como pan caliente -Dijo tratando de buscar conversación a aquel sexy chico-

Noah: La verdad es que tiene mucho talento -Sonrió para sí mismo-

Encargada: Ten -Le entrega el libro-

Él lo admira por un segundo abre las primeras páginas y una foto de Nora junto a una pequeña biografía se apodera de su campo visual, acaricia la foto y sonríe...

Noah: ¿Cuánto le debo? -Preguntó el chico con una sonrisa-

Sonrisa que le pareció extremadamente sexy a la chica

Encargada: 500 pesos -Noah le entrega el dinero correspondido-

Noah: Gracias -Agradece y sale de la tienda-

Empieza a vagar por las calles, sus pies caminaban y él no tenía idea de dónde estaba y a dónde planeaba ir, solo caminaba, dejaba que sus pies lo llevaran. Nora, estaba algo impotente porque tenía mucho tiempo libre y quería evitar pensar en todo lo que había a su alrededor, camimaba por la calle perdida en sus pensamientos cuando, choca con un chico que iba igual o más distraído que ella, casi cae al suelo, pero logra tomar equilibrio nuevamente...

Chico: Lo lamento -Se disculpa-

Nora: No hay problema -Dice y camina unos pasos más y abré los ojos como platos-

Empieza a correr entre las personas, ese chico que se había tropezado por casualidad era Noah y en un abrir y cerrar de ojos Noah estaba corriendo tras ella, él tenía la respiración acelerada y el corazón en la boca, ella tenía los nervios al tope y su cabeza trabajaba a mil por hora

Noah: Nora -La llamaba, pero ella seguía corriendo-

Ella escuchaba como desesperadamente él la llamaba, se perdió entre las personas y se metió en un baño público, Noah la perdió de vista por un segundo y al ver una cabellera rubia, no dudo en acercarse, pero al ver que era otra chica, comenzó a preguntarse si había sido una travesura de su cabeza, maldiciendo y con el animo por el suelo decide regresar a su casa, Nora solo se echó a llorar sin creer lo que había pasado, él estaba aquí, la estaba buscando, salió de ahí y corrió a su hotel, los dos chicos al llegar a su hogar se lanzaron a sus camas, mirando a la nada, pensando en todo.

Él pensaba en que era un estúpido por confundir a una chica cualquiera con Nora, pero se vió tan real, su voz, su sonrisa... No podía creer que sea tan idiota, Ella pensaba en que cómo podía ser posible que él estuviera aquí y ella por qué había reaccionado así, era una estúpida. Noah decidió dejar de regañarse y empezar a leer el libro de Nora, se rió mucho al ver su personaje, la tristeza se le olvidó por unos segundos al recordar aquellos momentos y se sintió feliz porque ella los recordaba con la misma importancia con la que él los recordaba, sin duda ella se había vuelto indispensable para él. Nora se levantó de la cama y se duchó, luego se vistió con un vestido blanco ajustado arriba y suelto abajo, se colocó un cinturón fijo rojo y unos tacones del mismo color del cinturón, solo se puso base y delineador, salió de la habitación de hotel y pidió un taxi para dirigirse a una reunión con el señor Andrés Montero, quien la esperaba para tratar unos temas de suma importancia, al llegar se topó otra vez con esa Secretaria...

Nora: Hola, tengo reunión con el señor Montero -Dijo esperando que la secretaria le indicara subir-

Secretaria: Bien niña, sube -Indicó de mala gana y sonrió con hipocresía-

Nora no se dió cuenta de la malisia en sus palabras, tiempo atrás tanto Noah como Nora se hubieran dando cuenta de todo lo que pasara a su alrededor, pero ya eran demasiado retraídos como para fijarse...

Andrés: Nora -Se puso de pie para saludarla- Justo a tiempo, siéntate -La muchacha se sentó cruzando sus piernas-

Nora: Buenas Tardes Andrés -Saludó amablemente, Andrés tomó asiento-

Andrés: Bien, ahora mismo eres una de nuestras mejores empresarias, tu libro ha causado gran revuelo y nos ha dando grandes ingresos, pero para seguir formando parte de nuestra empresa tienes que seguir algunas reglas -Hizo una pausa, Nora lo miraba a los ojos dando a entender que le prestaba total atención- No puedes formar parte de escándalos pues mi empresa desde que la manejaba mi padre nunca formó parte de escándalos siempre fue de gran prestigio y espero que se mantenga así,  puedes trabajar en lo que quieras, obviamente si quieres un trabajo extra porque con los ingresos de tu libro podría vivir cómodamente, pero tienes que seguir escribiendo y cuando escribas un nuevo libro no puedes vendérselo a otra editorial -Terminó de explicar-

A Nora le pareció justo obviamente se iba a conseguir un trabajo extra aunque con lo que ganaba, ella y el bebé podrían vivir cómodos, pero un dinero extra nunca estaba de más...

Nora: No se preocupe señor Andrés, no tengo ningún problema en seguir esas reglas, las cuales estaban en el contrato que firmé por lo tanto, estoy dispuesta a cumplirlas -Su jefe sonrió con autosuficiencia-

Sin duda esa chica no dejaba de sorprenderlo, su nivel de prefesionalismo y madurez era increíble, eso lo convenció de que ella era la indicada de pedirle el favor que tenía pensado...

Andrés: Como sabes la editorial siempre celebra una fiesta anual y me gustaría que tú fueras mi acompañante, claro que no hay problema si no quieres -Sonrió esperando su respuesta-

A Nora le había tomado por sorpresa aquella propuesta, ella tan solo era una empleada común, una niña para aquel señor de tan alto puesto, sonrió y se encogió de hombros...

Nora: Si gusta de que lo acompañe, no tengo ningún problema -Dijo con sinceridad-

Andrés: Claro que me gustaría que me dieras el honor de ser tú acompañante -Se sonrieron mutuamente-

Nora: El honor es mio, señor -Dijo la chica siempre con el mismo respeto-

Andrés: Te dije que podías tratarme de tú -Recordó con tono de cansancio-

Nora: Lo lamento -Rió levemente-

Andrés: Permíteme llevarte a casa -Se levantó, Nora por reflejo tambié lo hizo-

Nora: No es necesario señ... -Se corrigió rápidamente- Andrés

Andrés: Son las 7:00 P.M es peligroso para una jovencita como tú -Insistió mientras tomaba las llaves de su auto-

Nora: Andrés puedo muy bien pedir un taxi -Recordó la rubia-

Andrés: No está en discusión, te llevaré -Sentenció mientras abría la puerta de su oficina-

Él no aceptaría un NO por respuesta y ella lo sabía, rendida salió junto a Andrés quien la llevó a su hotel, rendida, Nora se dió una ducha y se colocó su pijama, y automáticamente cayó rendida... Noah sin embargo aún seguía leyendo el libro de Nora, hasta que en una página encontró un papel

Noah: ¿Qué diablos? -Preguntó tomando el papel para leerlo con detenimiento-

"Creíste que dejaría ir a un chico como tú, Lucía por si te preguntaste mi nombre, ¿por qué no me llamas?"

Noah subió una ceja, aquella chica de la librería le había dejado su número, este día había sido tan raro que lo único que necesitaba era dormir, tenía tantas noches sin dormir que ya no podía más, se quitó la ropa quedando solo en boxers y su cuerpo al tocar la cama automáticamente cayó dormido

Diario de dos corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora