- Espero que les dure su juego – grito una chica tras nostros, como era de esperarse, Aldana estaba viéndonos. Tomo sus cosas y entro a uno de los salones
- ¿Qué fue eso? – dije viendo de nuevo a Harry,el cual estaba tomando mi mano
- No lose – sonrio - ¿me perdonas?
- ¿Por qué debería perdonarte?
- Por ser el tipo mas estúpido del mundo
- Eso no es cosa tuya – rei - ¿me perdonas entonces?
- No tengo nada que perdonarte
- ¿Entonces?
- Estas perdonado pelos feos – bese su mejilla – tengo clase
- Te veo en el almuerzo hermosa – me entrego los libros que se me habían caído –
- Te veo mas tarde feo
- Debes de admitir de una vez por todas que estoy partible
- Como digas – rei apartándome de el
- Espera – camino hacia mi arrinconándome contra el casillero – te amo – susurro contra mis labios –
- También te amo
- Espera ¿Qué dijiste? – seguía contra mis labios, chocando los suyos contra los mios
- Que te amo – sonreí
- ¿Es broma?
- Te amo, te amo, te amo – tome su cuello con la mano que tenia libre y bese la comisura de sus labios
- Eres tan tierna
- ¿Tierna?
- Tan tiernmente ardiente
- Suena interesante – tome su mano y camine con el
- ¿No entraras a clase cierto?
- Tenemos cosas más interesantes que hacer
- ¿Cómo qué?
- No lo sé
- Vámonos – sugirió
- ¿Qué cosas dices? – llegamos a la puerta principal
- Vámonos lejos, por unos cuantos días, solo seamos tu y yo
- ¿Debería?
- No te arrepentirás
- No lo sé – era una idea tentadora –
- Vamos
- Está bien – sonreí
- Te veo en la salida, tengo cosas que hacer – beso mis labios rápidamente y corrió hacia el departamento. Asi que esto pasaría, estaríamos él y yo, teniendo los mejores días de nuestras vidas.
Era tiempo de exámenes, de aquellos que tienes que hacer a fuerzas para poder pasar el ciclo escolar, más bien dicho, el semestre, llegue y me senté en una mesa, aún estaba sola por lo cual no sabía quien seria mi compañero, por un momento pensé en Niall y como se la debería estar pasando con Melisa en Mullingar, él y la chica a la que ama, felices sin que nadie se entrometa.
Faltaban unas pocas semanas para volver a Brooklyn, era algo que Harry no comprendería, tenia que decírselo de algún modo, no podía permitir que la persona que mas amaba en el mundo fuera engañada, quería dejárselo claro, quería que lo supiera, que toda esta “magia” que estábamos sintiendo era solo temporal, que solo había venido aca para darle una lección a mis padres, era solamente eso. Salimos de clases, me quede esperándolo en el lugar donde habíamos quedado, no habia rastro ya de alumnos.