Entrenamiento

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Eclipse: Día 7.

Danny cayó al suelo de rodillas y con la respiración agitada, su entrenamiento realmente que era duro. Esta vez María lo había sometido a un entrenamiento físico haciéndolo pasar por una pista de obstáculos, en dónde debía esquivar los golpes de su maestra, al tiempo en que evitaba simultáneos muros que se aparecían frente a él, pero definitivamente no debía usar ninguno de sus poderes; el propósito era poner a prueba su resistencia, la cual según María dejaba mucho que desear.

Dan quien estaba apoyado contra un árbol, dirigió su mirada donde los demás. Jazz y Tucker reían de lo inútiles esfuerzos del joven por ponerse de pie. Reloj platicaba con María, posiblemente de cosas del pasado; su mirada se dirigió donde Sam, quien ayudaba al joven a ponerse de pie, sin previo aviso, recordó lo ocurrido ayer en le lago.

Dan seguía con su vista concentrada en el cielo, por lo que aún no se daba cuenta de la segunda presencia. Hasta que bajó la mirada se dio cuenta de la joven.

-Yo, solo vine porque escuche un grito, y bueno no sabia que estabas aquí -explico.

-No he dicho nada -respondió descendiendo de vuelta al suelo.

-Solo decía.

-... lo viste, ¿verdad? -preguntó sin mirarla.

-¿Qué cosa?

-No te hagas la tonta.

-... ¿Y qué si lo vi? ¿o solo por verte derramar unas cuantas lágrimas intentaras matarme como la última vez? -cuestionó algo irritada.

-¿Qué gano con eso? solo una paliza por parte de Danny.

Sam lo miró confundida, su tono de voz y la expresión en el rostro del fantasma eran mucho más tranquilas que de costumbre. De repente se preguntó si los fantasmas también se enfermaban; se acercó a él y colocó una mano en su frente como tomando su temperatura.

-¿Tienes fiebre?

Dan tomo su mano y la miró fijamente a los ojos -. No es... eso.

La mirada del fantasma se suavizó, era la primera vez que Sam lo veía así, cuando en eso, a su mente llegó el recuerdo de la vez que él la había llevado al castillo sombra, en ese instante que ella lo había llamado Danny y lo hizo enojar, ahí también lo había visto de esa manera. La joven salió de sus pensamientos al sentir el rostro del fantasma cada vez más cerca del suyo; Sam se quedó inmóvil, no sabía como reaccionar, justo en ese instante Dan se separó de ella dándole la espalda.

-¡Sam! -se oyó la voz de Tucker llamándola.

La azabache comenzó a correr en dirección al llamado, no sin antes dirigirle una rápida mirada al fantasma.

Dan seguía mirando a la joven, cuando en eso ella voltea topándose con la mirada rojiza de este; el fantasma desvió su mirada a otro lado, Sam hizo lo mismo volviendo a centrar su atención en Danny. María se dirigió donde los jóvenes.

-Muy bien, puedes tomar un descanso, sin embargo aún queda mucho por aprender -explico tranquila -. Es necesario que aprendas a distinguir lo original de una simple copia, ya que a Azura le gusta clonarse, esto ayudara a que no gastes tú energía en vano, y tú resistencia física permitirá que puedas usar tú fuego fantasma más de una vez.

-Sí, lo entiendo -dijo el joven.

-Bien -María sonrió -. Ahora ve a distraerte, caminar por el bosque suele ser relajante para la mente y el cuerpo.

La princesa sombra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora