El diario de una testigo.

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Una persona alguna vez me dijo: La felicidad no se crea, tú la tienes que encontrar, buscar los momentos que te hacen feliz, que demuestran algo realmente especial, contarlos y guardarlos en ti, en ese lugar al cual vas cuando no todo está bien, para que siempre que los busques los encuentres.

Jamás intenté encontrar esos momentos, nunca me llamó la atención ese "lugar", siempre pensé que no lo necesitaría, que él sería aquel lugar al que necesito ir. Pero jamás pensé en que pasaría cuando ya no estuviera, cuando ya no pudiera estar más tiempo cerca suyo, ahora más que nunca necesito esos momentos que nunca busque y que nunca guardé conmigo.

Hoy terminan las vacaciones de verano, empieza un nuevo ciclo escolar y trae consigo nuevos momentos por encontrar, al igual que nuevos problemas por resolver y nuevas experiencias por vivir. Si soy sincera no estoy muy emocionada por empezarlo, siento miedo, algo que pensé que ya no sentiría por la escuela desde mi primer año, no se cómo será este nuevo colegio y estas nuevas personas, será difícil aun que no imposible quiero creer.

Jamás me dijo como encontrar la felicidad, como tengo que ver mis momentos especiales, jamás sé cuál es un momento tan especial como para guardarlo y convertirlo parte de mi felicidad. Pienso que esos momento deben ser contados con los dedos de mi mano, momentos que no se puedan olvidar, y si junto demasiados "momentos especiales" poco a poco se irán olvidando los que fueron guardados primero, y ya no serán más momentos especiales.

No puedo dejar de pensar en aquellos momentos juntos, no sé si los pueda encontrar en esta nueva experiencia, aun que tal vez tengan razón, un cambio me podría ayudar a olvidar y reencontrar la felicidad que se llevó con él.

Pero no logro entender cómo encontrar mi felicidad si no tengo nadie con quien buscarla.
Pero ¿porqué necesitaremos alguien con quien compartir nuestra felicidad? Supongo que eso es el matrimonio, el tener hijos, el formar una sociedad, el tener que contar una noticia buena. ¿Porqué tenemos que compartirla? ¿Porqué no simplemente disfrutamos nuestra propia felicidad? ¿Porqué yo no disfruto mi propia felicidad? ¿Realmente es tan necesario compartirla? Supongo que es parte de la felicidad, n hay felicidad completa sin una persona que lo complemente...
Aun que hay personas que comparten su felicidad con animales, con mascotas.
Tal vez sólo necesites convencerte de que eres realmente feliz, y decirle a algo que eres feliz.

Intentaré buscar mi felicidad entre estos pasillos blancos y personas nada extraordinarias.