Emma, chica de 19 años, empezando sus estudios en la universidad cuando todo ocurrió.
¿Quien iba a decir que el mundo se iba a ir al carajo?
Ahora se encontraba sobreviviendo con su novio Will de 21 años, y con su madre Katy de 50 años.
Su padre h...
Esperé varios minutos y decidí subir a la habitación. Me quedé en la puerta al ver que Rick estaba haciendo nuestra cama, en el piso. Eso me enfureció más, no merecíamos dormir así.
—Todo lo que tenemos, lo conseguimos luchando, no podemos bajar los brazos ahora— dije y Rick me miró.
—Tenía un amigo, no hablo mucho de él. Era mi compañero— comenzó a hablar, sin mirarme.—El mantuvo a salvo a Lori y Carl, justo despues de que todo comenzara— miraba el piso y pude notar que sus ojos volvían a tener esa mirada triste.— Yo no pude, estaba en el hospital, no sabía lo que estaba pasando— me sorprendí ante lo que dijo y seguí escuchando.— Mi amigo.. su nombre era Shane. Él y Lori..— hizo una pausa y suspiró, le costaba hablar.— Ellos estuvieron juntos, pensaron que yo estaba muerto. Sé que Judith no es mía, lo sé— abrí los ojos al escuchar lo que decía, Rick por fin me miró y largo un gran suspiro, como sí se hubiera sacado un peso de encima. —La amo, es mi hija, pero no es mía—
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—Tuve que aceptar eso, lo hice, y así pude mantenerla con vida— volvió a mirar el piso, cabizbajo.— Voy a morir antes que ella, y espero que sea dentro de bastante tiempo, así puedo criarla, protegerla y enseñarle cómo sobrevivir— volvió a mirarme y yo solo tenía ganas de abrazarlo y consolarlo, él tenía tantas cosas guardadas.— Así es como vivimos ahora, tuve que aceptar eso también para poder mantener a todos vivos—
—No es tu culpa cuando las personas mueren— hable en un sollozo, no podía verlo así, el no tenía la culpa de todo lo que pasaba.
—No siempre, pero algunas veces... algunas veces lo es— pasó una mano por su rostro.— Tienes que aceptar esto, todos nosotros debemos hacerlo, o no funcionará— siguió armando la cama y dejó de mirarme.
Sabía que el tenía razón, que así podríamos estar todos a salvo, o por lo menos por un tiempo, pero esta no era la vida que yo quería para nosotros, para nuestro bebé y para Alexandría.
Me acerqué y me puse en cuclillas al igual que él. Pasé una mano por su mejilla acariciandolo y el suspiró. Rodee su cuello con mis brazos, abrazándolo.
—Voy a intentarlo— dije en su oído y el asintió.
No era del todo cierto, no iba a bajar los brazos, pero no quería molestarlo más, el no necesitaba eso.
—No quiero que nada me aleje de nuestro bebé, o de ti— sollozó en mi oído, y correspondió a mi abrazo.
—No voy a dejar que eso pase—
Terminamos de hacer la cama, juntos, y luego me fui a duchar, después lo hizo el y ambos nos acostamos para dormir.
—Quiero ver a Maggie— pedí mientras acariciaba su pecho desnudo -el siempre dormía así-
