Sonny's The Type Of Boyfriend

Policia

- Tengo el derecho a una llamada - dije recostándome en la silla y mirando desafiante al policía. 

Rodeo los ojos y se fue dejándome con un teléfono. Oh... que fácil, pero ahora, ¿A quien llamó? No veo a mis padres de hace días y no conozco a nadie más de mi familia, si llamo a Elena ya no me dejará estar en su casa y Ana se enojara conmigo... es la tercera vez en este mes. No recuerdo el número de nadie, mierda estoy jodida. 

Pasaron cinco minutos hasta que por arte de magia su número vino a mi mente. Tome el teléfono y marque el número con los dedos temblorosos, ¿Y si no atiende? Tendré que estar toda la noche aquí.

- ¿Hola? - Su voz de dormido se escuchó desde la otra línea. 

- ¡Gracias a los mil infiernos! ¡Sonny!

  - ¿Qué sucede? Son las tres de la mañana Alex. 

  - Necesito un favor, haré lo que sea para que me ayudes, Sonny - 

- Con un beso... estaría bien - ¿Qué? 

- Eres mi mejor amigo, por favor. Iré al grano, estoy en el departamento de policía número 9 en el centro, necesito que vengas haciéndote pasar por mi hermano mayor y sacarme de aquí - no lo escucho por unos segundos, suspiró pesadamente y por fin accedió. 

- Está bien... estaré ahí en 20 minutos - Dejo caer mis cabeza sobre el escritorio, haciendo que se caigan un par de lápices, nunca sentí tanto alivio en mi pecho, como ahora mismo. Gracias al cielo por tener un amigo como Sonny. 

- Gracias Sonny, de en serio te debo la vida. 

  - No hay porque - Y corto.

No pasaron ni más de veinte minutos y la misma mujer que me había traído a esta comisaria, con cara de pocos amigos, se acerca a la celda en la que me tenían retenida. 

- Han venido por ti, niña - me sonrió y abrió la celda. 

- ¿Por qué estas aquí? - pregunto con duda un señor mayor, sentado del otro lado de mi celda. 

- Mejor dejemos esto como una gran incógnita - No escuche lo que dijo y me dirige hacia la puerta, donde se encontraba un Sonny con una campera negra, zapatillas sin atar los cordones, pelo completamente despeinado y cara de dormido.

Caminamos una cuadra y toma mi mano fría, sus ojos se encontraron con los míos y sonrió, nunca había fijado tanto en su sonrisa, es preciosa. 

- Te debo una... o más, creo - reí nerviosa recordando que le debía "un beso". Somos mejores amigos en secreto, lo admito, él tiene se junta con un grupo normal y yo tengo la mía ... los populares que fuman, se drogan, salen de fiesta y cogen como conejos entre ellos. Bueno lo ultimo yo no lo he hecho... con todos.

- Ya te he dicho, no es nada... pero en este caso, me debes un beso - Me tomo de la mano más fuerte, miro hacia sus dos lados en busca que de alguien nos vea y me empujo hacia un lugar donde la única luz que nos podía dejar ver el rostro del otro era las luces de la calle.

Me acorralo contra la pared con la respiración agitada, se acerco mucho más a mi, su respiración se mezclaba con la mía, hasta que su lengua entro en mi boca y sin dejarme negar me deje llevar, sus manos acariciaban todo mi cuerpo, por dentro y por fuera de mi ropa, su erección estaba tan cerca de mi que al notarlo acerque más mi pelvis para poder sentirlo... hasta que se separó de mi.

- ¡Hey! no me dejes con las ganas - Dije cruzándome de brazos. 

- Lo siento, era solo un beso.