MONSTRUO *EDITANDO*

XVI

Dedicado a: Meliina18

<< A I D A N >>

1 año después...

1 año buscándola hasta debajo de las piedras y ni rastro de ella. Ha desaparecido de la faz de la tierra, ni los mejores investigadores han encontrado rastro de ella.

Dejarla ir fue el peor error que pude haber cometido. Soy un imbecil, ahora sí estoy seguro que ella es el amor de mi vida y no me pienso rendir.

<<te va a destruir>>

Y claro que me destruyó, pero me destruyo estar lejos de ella. Y claro que no se puede luchar contra el amor verdadero.

Destruí todo a mi alrededor. Aparté de mí a la única persona que me enseñó el verdadero significado del amor.

Voy a seguir buscándola hasta encontrarla. Pero tengo miedo, miedo de verla sonreír y que no sea por mí, verla de la mano de otro, que ya alguien haya ocupado ese lugar en su corazón, ese lugar que yo rechacé. 

-Aidan, cariño no puedes seguir así.-me dijo Anne sentándose a mi lado en el mini bar de la terraza. Esta mujer es impresionante, desde que Daniella se fue me ha dado muchísimo apoyo y me ha ayudado en su búsqueda, aún no entiendo por qué abandonó a su hija, es una mujer luchadora y muy comprensiva.

-Anne un 1 maldito año y ni rastro de ella.- solté un suspiro tomando el último trago de mi séptima copa.

-Aidan si te encierras aquí a tomar tampoco vas a conseguir nada.- elevó el volumen, tenía razón.

-Date una ducha y ven al despacho, vamos a seguir investigando. Aidan la vamos a encontrar ¿vale?- me sonrió sincera, le devolví la sonrisa y asentí.

Subí las escaleras hasta mi habitación. Observé la pared izquierda iluminada por el ventanal. En la pared estaba dibujado un retrato de Daniella deslumbrando con su hermosa sonrisa y un brillo especial en sus ojos. Pocas personas saben sobre mi afición a la pintura y es que Daniella es una obra de arte que debía ser reflejada.

Después de una corta ducha, me vestí y bajé hacia mi despacho donde me esperaba Anne (la madre de Daniella y la mujer de mi padre) Últimamente pasa más tiempo en mi casa y me intenta subir el ánimo.

-Te prometo que la encontraremos.- sonrió y me senté a su lado observando los papeles sobre el escritorio, lugares, algunas pistas, fotografías. Pero nada de eso me ayudaba.

3 horas después...

-No la voy a encontrar nunca.- suspiré apoyando mi cabeza sobre mi brazo encima del escritorio.

Anne soltó un suspiro de pesadez.- Oye he pensado en hacer un viaje para despejarnos un poco.-

-no estaría mal.- no me vendría mal despejarme un poco.

Miramos el mapa y nos pusimos a pensar dónde podríamos ir para relajarnos y disfrutar.

-¿Que tal Miami?- se me vino a la mente sus impresionantes playas, sus grandes fiestas.

-mmm, muy típico... ya se,¿por qué no nos vamos al otro lado del mundo? ¿Que tal España?- dijo emocionada. -¡o París!- sus ojos brillaron de emoción.

Abrió los ojos ampliamente y la miré confundida. -¡Aidan! ¡Paris!- la miré un poco confuso.

-Bueno, si tanta ilusión te hace.- me encogí de hombros.

Negó con la cabeza mostrando una gran sonrisa. -No Aidan, Daniella, Su sueño siempre fue ir a París.- su cara cambió a una más triste.- yo le prometí que algún día la llevaría y estoy segurísima que Daniella está allí.- una gran sonrisa volvió a su rostro y una mayor en mi cara.

-Mañana mismo me voy a París.- sonreí y salí corriendo por mi teléfono para reservar avión y hotel.

...

Mañana a las 20:00 salía mi vuelo, intentaría dormir en el avión y al llegar me pondría ha buscar al amor de mi vida.

Cuando era pequeño pasaba algunos veranos en París con mis abuelos en un vecindario a las afueras de la ciudad y allí es donde conocí a Bianca.

Agg esa maldita, sabía que tramaba algo... Días después de que Daniella se fuera me puse a buscar a mi hermano hasta debajo de las piedras y un día llegó Bianca a mi casa llorando y llena de sangre...

<< Flashback >>

Escuché el timbre de la casa y fui a abrir, me encontré a Bianca llena de sangre.

-Aidan necesito que me ayudes por favor.- estaba muy alterada y no paraba de llorar.

-¿Qué quieres?- pregunté con un tono frío y distante.

-¡Ayúdame!- no paraba de llorar y gritar pidiéndome ayuda.

Como el idiota que soy no lo pude resistir y la dejé pasar, algo dentro de mi aún me decía aquella niña buena y risueña no se había ido. Se sentó en el sofá y cruzó  brazos arropándose, no paraba de temblar. 

-¿Me puedes traer agua?- preguntó con voz tímida.

Solté un suspiro pesado y me dirigí hacía la cocina, llené un vaso de agua y fui al salón. No estaba en el sillón. Vi una sombra detrás mía abalanzándose hacia mí. ¿pero qué?

Sentí un fortísimo golpe en la nuca, los oídos me pitaban y la vista se me empezó a nublar. Dirigí mi mano hacia la nuca y miré mi mano, la tenía llena de sangre.

...

Desperté de golpe al sentir agua helada caer encima de mí. 

-Al fin despiertas.- Escuché la voz de bianca en mi lado derecho. Quería sonar fría pero sus ojos la delataban, tenía miedo...

-Qué coño estas haciendo. ¡Suéltame! - grité amenazante tirando brutalmente de las cuerdas que me tenían apresado en la silla.

-Vamos a hacer un trato te suelto si firmas esto.- me sonrió inocente mostrándome un contrato de traspaso de bienes.

En letras negritas se podía ver a nombre de quien estaba el contrato.

Christopher Gray.

Mi hermano.

-No pienso firmarlo.- dije tangente mirándola con todo el odio del mundo, iluso de mí que aún albergaba alguna esperanza en ella. 

-Como lo suponía, será por las malas.- escuché detrás mía.

...

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