Capitulo 18

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Capítulo dedicado a: Sabrine_2981  espero que te guste preciosa, muchas gracias por tus votos y comentarios❤️

>>Aidan<<

Empecé a abrir los ojos, los párpados me pesaban toneladas y una luz me cegaba, me fui acostumbrando a la luz y veía un poco borroso junto a mí a una chica con una larga cabellera morena. Era Daniella, yo lo sabia.

Mi vista se fue aclarando un poco más, agarré del brazo a la chica que estaba mirando unas gráficas en los monitores. Pegó un saltito de la impresión y se deshizo de un tirón de mi brazo. Entonces pude ver su rostro. Ojos negros, tras unas gafas, labios muy finos y nariz muy puntiaguda, definitivamente no era Daniella.

-Perdón- mi voz salía ronca. ¿Cuánto tiempo habría estado aquí?- ¿hay alguna enfermera llamada Daniella Olsen?- pregunte con un atisbo de esperanza.

-Otro preguntando por la mosquita muerta-puso los ojos en blanco.-No se que le veis todos.- bufo y salió de la habitación.

Cinco minutos después apareció Daniella entrando con una bandeja en sus manos.

-Buenos días,le traigo el des...- se queda quieta en el sitio mirándome.

Se acerca a mi cama y deja la bandeja en la mesa de al lado sin decir ni una sola palabra.

-Daniella.- la cogi del brazo cuando se giró. -Tenemos que hablar de...- su mirada cambió a una de rabia.

-¡No tenemos nada de qué hablar! Lo dejaste bien claro cuando me echaste de tu casa como un perro.- y sin más salió de la habitación.

Observé un mando encima de la mesa, eran esos típicos mandos para llamar a las enfermeras.

-¿Cuál es la urgencia?- preguntaron a través del mando.

-Quiero el alta voluntaria.

>>Daniella<<

No me lo puedo creer. ¡Que hacia el aquí! Después de casi dos años aparece de la nada y encima quiere hablar. Mi vida estaba muy tranquila y con la aparición de Aidan se va a volver todo un caos.

Llevo 10 malditos minutos para poner una maldita vía. No puedo concentrarme en mi trabajo, por mi mente solo pasa Aidan.

Ya eran las 2:30 y mi turno había terminado. Me cambié el uniforme por unos jeans ajustados y una camiseta blanca simple.

Al salir del hospital me quedé de piedra, Aidan estaba en una esquina con un gran ramo de rosas. Me entraron ganas de decirle cuanto lo amo y de tirarme a sus brazos. Pero ahora tengo que pensar en nuestro bien y Aidan nos va a arruinar la vida con sus negocios turbios.

-Daniella por favor vamos a hablar.- se acercó a mí, su mirada reflejada arrepentimiento, todavía cojeaba por la herida del costado y tenía algunos golpes en la cara.

-Aidan por favor olvídate de mí, olvídate que existo.- dije en un tono tan frío y distante que me impresione de mí misma.

-Daniella no puedo olvidarte, yo te amo.- su mirada reflejaba tanto amor y arrepentimiento que casi, casi me lo creo.

-Adiós Aidan.- le di la espalda y me dirigí hacia el colegio de Adam.

Me giré al sentir una mirada y allí estaba Aidan siguiéndome.

-¿que quieres?- pregunte irritada.

-Hablar contigo y no voy a parar hasta conseguirlo.- sonrió burlón.

-Por favor Aidan dejame en paz, hace dos años apareció alguien en mi vida y no quiero que le hagas daño porfavor, alejate de mi.

Miré la hora en mi reloj.

2:57

¡Llegaría tarde!

Observe la calle y vi un puesto de donuts en la esquina.

-Está bien hablo contigo si me traes un donuts rosa con nubes de aquel puesto.- le señalé el puesto.

Me miró sin entender.- está bien- dijo más como pregunta que como afirmación.
Cuando se dio la vuelta y estaba a un par de metros me di la vuelta y salí corriendo hacia el colegio.

De lejos vi a mi pequeño rubio riendo con su profesora. Ya quedaban pocos niños y me sentía muy culpable ya era la tercera vez que llegaba tarde.

En cuanto me vio sus ojos brillaron y vino corriendo hacia mí.

-¡Mami!- Era una de las palabras que más repetía continuamente.

Salí corriendo hacia él, le levante en mis brazos y empecé a besarle por toda la cara.

-Andra siento muchísimo haber llegado tarde, he tenido un pequeño contratiempo.- le informe a la cuidadora que me miraba con una sonrisa

-No importa Daniella.- me sonrió. -que tengáis un buen día, adiós Adam-le despidió con la mano

-igualmente.- le dije y Adam movió su manita en señal de despedida.

-Bebé, ¿quieres un helado?- sonrió y me abrazó fuerte.

-¡Ziii!- le bajé al suelo y le cogi de la mano hacia la heladería.

Después de 10 minutos estábamos en la heladería, Adam comía un helado de chocolate y yo uno de fresa.

Sonó la Campano ya de la puerta anunciando la llegada de alguien a la heladería me giré y me encontré con Aidan.

Mis ojos se abrieron ampliamente al igual que mi boca de la impresión. Me giré rápidamente y me tape la cara con el pelo.

-Adam termina rápido, nos tenemos que ir.- susurré y el pequeño me miró sin entender, solo tenía dos años y medio, muchas cosas y palabras no las entendía.

Vi de reojo a Aidan sentarse de espaldas a nosotros.

Cogi a Aidan, puse un billete de diez en la mesa y salí corriendo de la heladería. Casi tropiezo con una de las sillas de metal haciendo un ruido estruendoso, pero sin mirar atrás salí de la heladería.

-Chica se le ha caí...- escuche la voz de Aidan pero seguí con mi camino.

Escuche pasos detrás de mi y alguien agarrándome el brazo.

-Chica se le ha caído esto.-me giré poco a poco y vi la cara de sorpresa de Aidan.

Vi en su mano un zapato pequeño, de Adam, no había notado que se le había caído.

-Daniella.- su mirada de sorpresa pasó a Adam.-¿quien es él?- me miró lleno de rabia y decepción.

-Zoy Adam- habló mi pequeño con una gran sonrisa.

-¿¡Es mi hijo!?- gritó Aidan muy enfadado.

-¿papi?-me miró Adam sin entender

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Holaa preciosas!! Como prometí hoy, aquí está el nuevo capítulo. Gracias por votar y comentar❤️
Por favor si podéis compartir la historia con vuestros amigos... me harían muy feliz y me ayudaríais mucho el los premios wattys.

Un saludo❤️

MONSTRUO *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora