"Tierra trágame"

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Llegó el momento de la despedida, esto es más difícil de lo que esperaba. Tengo muchas ganas de empezar mi nueva vida en Florida, nuevo trabajo, nuevas oportunidades, nuevas amistades... pero es bastante duro dejar aquí a Becca, temo sentirme sola, volver a caer y no tener a nadie, no tenerla a ella. Nuestra relación se ha afianzado mucho más con todo lo ocurrido y me sentido muy arropada con su amor y cariño diario, pero ahora la dejo aquí y me voy....

-Esto es... es... difícil-digo con un hilo de voz, -Becca no quiero alargar esta situación solo estaré a 7 horas de aquí amiga, le digo.

-¿7 horas?

- Y 39 minutos dicho por el GPS. Veo como una sonrisa florece en su rostro.-Venga Becca dame un abrazo, debo irme ya.

-Mira que a veces eres fría perra, y con ese comentario se dispuso a darme un abrazo

-¿Perra? le pregunto.

-Si ppperra ya no eres mi cachorrita- me deslizo de su abrazo y noto como llora en mi hombro,-no por favor me harás de llorar, ¿No te parecen suficientes todas las lágrimas que me has tenido que secar?...

-Venga coge tu horroroso coche y ve hacia florida a conocer sexys médicos morenos y fuertes y guapos y y y venga adiós... me espero a arrancar el coche mientras se introducía en casa y antes de subir la ventanilla me gritó –VALERIA- ¡TEQUIERO¡

-Y yo amiga, susurré.

Me sequé las lágrimas mientras dejaba la cuidad tras de mí, pero no hice como las películas, aquello de mirar hacia atrás, estaba conduciendo ¿Qué quiero estrellarme con un coche recién comprado?, pero sí, con cada kilometro que avanzaba sentía más miedo sobre lo que me deparará en Florida.

En el camino paré un par de veces a por algún refresco, pero no me quería demorar, se lo que dicen de que hay que descansar cada 2 horas más o menos, pero no cuando a los 15 minutos exactos de llegar tienes reunión con el jefe de sección, no puedo llegar tarde y menos el primer día. ¿Qué impresión voy a dar?

Estaba llegando cuando un bloque bastante grande me dio sombra, miré hacia lo alto y allí estaba un letrero bien grande que dictaba FLORIDA HOSPITAL, entonces me cagué de miedo, hablando mal y pronto, ya no tengo alternativa ¡aquí estoy Florida!

Por fin pude aparcar mi coche, cuando llegué no podía dejar de apreciar lo bonito que era el entorno del hospital, tenía una fuente enorme enfrente de lo que parecía la puerta principal. Me dispuse a entrar cuando la puerta automatica se abrió me quede anonadada, pues el interior era hermoso, todo estaba decorado en tonos beis, marrón y blanco lo que le daba una sensación de confort, el suelo era de parquet en el que se reflejaba la luz que se filtraba por cada ventanal, me quedé observando que cada box tenía su sala de espera en forma de bóveda con una mesa de cristal en el centro , en la cual había un centro de flores amarillas, frente a mi hay un recibidor de madera perfectamente barnizado, desde luego no era el típico hospital azul con suelo blanco a los que estoy acostumbrada.

Quedé como un boba observando todo a mi alrededor con la boca abierta, en ese instante un chico de aproximadamente unos treinta y poco se acercó.

-Hola, ¿Te importaría entrar o salir, estás volviendo loca la puerta?, me dijo riéndose disimuladamente.

-Perdón, perdón, di unos pasos hacia adelante para quitarme del láser de la puerta automática que no dejaba de abrirse y cerrarse, ¿Puedo ser más torpe? Esta había sido mi entrada nupcial al hospital, cómo no, Valeria llegó para que todos se rieran de ella.

Con mi cara ruborizada me dirigí al chico que se había dado media vuelta y seguía su camino.

-Disculpa, estoy un poco perdida, ¿Te importaría decirme donde está...?-Y ahí estaba mi torpeza otra vez. Cuando cogí la agenda donde tenía apuntado la sala donde me debería dirigir, tuve la mala suerte de que mi bolso diera la vuelta dejando esparcido por el suelo papeles, mi móvil, tampones y cómo no, ahí estaban las pastillas...Tierra trágame, pensé.

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