Tal vez si me muero...

985 208 77
                                    


¿Cuándo será el día en el que me despierte por mi cuenta de vuelta? Desde que llegó Hoseok no ha pasado ni un día en el que no me haya despertado por la horripilante risa de Hanna, o por algún ruido provocado por... ¿adivinen quién? Hanna. A pesar de eso, hoy fue la excepción a la regla, hoy no me desperté por la voz de Hanna, ni nada provocado por Hanna. Hoy me desperté por dos gritos chillones.

Abrí los ojos con pereza, tardé en entender qué pasaba a mi alrededor, estaba demasiado dormido aún. Lo único fácil de saber era que seguía en la camilla de Hoseok después de ayer, y que la ausencia de su calor hacía evidente el que ya no estaba conmigo.

-¡Te extrañé mucho hyung!- gritó esa voz chillona de vuelta, y vi como Hoseok abrazaba a un chico de menor estatura y cabello rojizo.

-Yo también Jimin, siento que pasaron mil años desde que te vi por última vez- puchereó exageradamente Hoseok, y mientras me desperezaba noté que el pelirrojo ahora conocido como Jimin me miraba.

-¿Él es Yoongi?- preguntó el pelirrojo mientras me señalaba con un dedo índice, ¿Hoseok le había hablado de mí?

-Sí Jiminie, el es mi compañero de habitación y hyung, Min Yoongi.

El chico de menor estatura se acercó con una sonrisa en el rostro, lo cual aseguró que se trataba de alguien cercano a Hoseok, todas las personas que lo rodean terminan sonriendo.

Por lo que vi a simple vista una vez que se acercó, yo era más alto que él por unos centímetros.

-Soy Park Jimin, pero puedes decirme Jimin, hyung.

Lo miré de pies a cabeza, tal como la primera vez que había visto a Hoseok al entrar en la habitación. Estaba muy bien vestido como para estar en un hospital, y cuando mi mirada se concentró en sus ojos, desvió la mirada tímido.

-Yo soy Min Yoongi, y puedes no decirme nada.

Con cansancio me acosté dándole la espalda a ambos, no quería ver el rostro de sorpresa de Hoseok en este momento. Después de ver a Jimin, por alguna razón, sentí algo revolverse dentro mío y quise evitar a toda costa pelearme con el pelirrojo, recién lo había conocido y no me había hecho nada exactamente. Sólo quise alejarme.

-Hyung...- murmuró Hoseok, y cerré los ojos, ignorando totalmente lo que pasaba a mi alrededor.

-¿Hice algo malo?- escuché que Jimin preguntó a continuación, y aunque supe que lo había hecho con la intención de que no lo escuchara había sido en vano.

-No...- volvió a murmurar Hoseok, y un pequeño suspiro se escuchó.

-Lo siento Hobi hyung.

-No, no pasa nada Jiminie... y yo que quería bailar Ice Cream Cake de Red Velvet, es una pena.

-Sí, yo también quería bailar.

Golpes se escucharon en la puerta, y después lo que supuse que era la familia de Hoseok entró.

-¡Hoseok!- gritó la voz de una chica y las risas de mi compañero de habitación se hicieron presente en segundos.

-¡Jiwoo te extrañé!

-También te extrañé hermanito pero me estás asfixiando, y no quiero morir.

-¿A nosotros no nos extrañaste hijo?

-Claro que sí lo hice.

Las ganas de ver me superaron, y justo cuando me volteé pude ver el tierno abrazo grupal de la familia Hoseok. Pero no era el único viendo, Jimin también lo estaba y cuando nuestras miradas se cruzaron esa sensación se apoderó de mí otra vez. Quise voltear de vuelta, y tratar de dormir una vez más, y así lo hice.

-¿Vamos a comer algo hijo?

-¿Seguro papá? Pero Yoongi hyung... él...

-¿El chico que está durmiendo ahí?

-Sí, es mi compañero de habitación y siempre como con él...

-No, no importa hijo. Ahora que estamos todos juntos será mejor que comamos en otro lado, ya lo seguirás viendo y tendrás otras oportunidades para comer con él, después de todo para estar en el hospital debe estar enfermo y no creo que se recupere tan rápido, sino no estaría aquí ¿no?

-¡Mi amor!- gritó la mamá de Hoseok, tratando de callar a su marido.

No es que el señor Jung no hubiera dicho la verdad, y siendo el papá de Hoseok tampoco creo que lo haya hecho con malas intenciones, pero dolió, más de lo que tuvo que haberme dolido. Él tiene razón, no voy a poder salir de aquí, el cansancio es cada vez más grave y lo siento más. Cada día el agotamiento me arrastra un poco más al final de todo, el desmayo de la otra vez no fue casualidad, el poco hambre que siento, el despertarme a la madrugada por no poder respirar bien y otras cosas más que hago como si no pasaran.

Lo peor de todo es que desde que llegó Hoseok trato de que no se de cuenta, siendo la persona que es, se preocupa mucho por cualquiera y no quiero su lastima. No quiero la lastima de nadie, ni de mi familia, ni de Hanna, ni de Hoseok, simplemente estoy bien así.

-Lo siento papá, no iré a comer con ustedes. Me alegra mucho que hayan venido y los extrañé muchísimo realmente, pero quien ha estado conmigo y me ha cuidado desde que llegué al hospital es Yoongi hyung y nadie más.

-Oh, lo entiendo hijo. Iremos a comer nosotros tres ¿si? Después regresaremos, ¿qué dices Jimin?

-¿E-eh? ¡Claro que sí señora Jung! Me parece perfecto, vamos, vamos.

Unos segundos después el silencio cotidiano de la habitación regresó. Ese silencio cómodo que hay cuando sólo estamos nosotros dos en la habitación me tranquilizó.

-Hyung... yo...

-No te disculpes por algo que no dijiste.

Sentí el peso de Hoseok sobre la cama, y con demasiada pereza volteé para poder verlo. Aunque tenía la mirada desviada sobre sus rodillas pude ver sus ojos aguados, ¿iba a llorar? ¿Hoseok iba a llorar? ¿Por qué? No lograba entender qué parte de lo que había pasado hace unos minutos me había perdido para ahora ver a Hoseok a punto de llorar.

-¿Es porque no bailé Ice Cream Cake de Red Velvet?- pregunté tratando de animar el ambiente.

-Hyung...- Hoseok sonrió, y torpemente me abrazó, escondiendo su rostro entre mi hombro y cuello.

-No me gusta cuando la gente llora- murmuré, y aunque no estaba muy seguro de lo que hacía llevé mi mano a su cabello para acariciarlo.

-Lo siento... a mí tampoco me gusta llorar hyung, sólo que..

-¿Sólo qué?

-M-mí papá dijo eso... y yo... caí en la realidad de que tiene razón. Yoongi hyung está enfermo, el otro día te desmayaste, y si pasa algo grave no sé qué voy a hacer hyung.

-No harás nada Hoseok, no puedes evitar lo que me pase...

-Eres malo hyung, tendrías que mentir en estos casos.

-Lo sé, pero no quiero mentirte, no a ti al menos.

Sentí la calidez y aroma de Hoseok invadirme, y alejé mi mano de su pelo para llevarlas a su espalda. El sueño me había invadido en segundos, tal vez por el simple de hecho de saber que alguien se preocupa por mi existencia, que tal vez, si muero alguien me va a extrañar o recordar.

-Hyung... ¿tienes hambre?

-Tengo sueño- murmuré, y Hoseok se alejó de su escondite para limpiar sus ojos aguados con sus manos. Parecía un bebé.

-¿Dormimos otra vez?- me ofreció, y no pude evitar sonreír.

-Me conoces bien- él asintió para acomodarse de vuelta al lado mío.

Cuando sentí que los parpados me pesaban casi al punto de quedarme dormido, me pareció escuchar a Hoseok hablar, pero había sido demasiado tarde como para entender lo que había dicho.




Min de Minutos [Yoonseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora