Llorar.

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Hanna dejó de sonreír, el ambiente había cambiado de un momento para otro alterando mis nervios. Bien sabía que si Hanna quería hablar conmigo, a solas, sería algo relacionado a Yoongi y no necesariamente algo bueno.

—Necesito que hablemos Hoseok—tragué saliva, y asentí—, es sobre la condición actual de Yoongi. Pensé que querrías saberlo.

Hice una leve sonrisa, tratando así de demostrar el agradecimiento que le tenía por su confianza en mí.

Hanna me conoció hace no más de un mes, fui un completo extraño que entró al hospital con la idea descabellada de ayudar a cierto chico del cual no sabía nada más que mi enamoramiento por él. Al principio pensaron que estaba loco, no los juzgo, probablemente así parecía, pero con mi insistencia logré convencerlos. Para volverme el compañero de habitación de Yoongi tuve que enfermarme por mi cuenta, y aunque fue difícil logré enfermarme lo suficiente como para poder estar en el hospital.

Con el tiempo, Hanna me contó sobre la enfermedad de Yoongi, los síntomas, las etapas que ésta tiene y que al agravarse es casi imposible de curar. Aún así, no me arrepentí de mi decisión de estar con Yoongi y ayudarlo, ¿quién no querría ayudar al amor de su vida?

Volví a la realidad al escuchar el carraspeó de la garganta de Hanna. La miré un poco avergonzado, y le presté total atención.

—Estuve haciéndole los chequeos rutinarios a Yoongi, y últimamente hay un cambio en su pulso regular. Es común en las personas que presentan su enfermedad, la insuficiencia cardíaca hace que todo se vuelva muy agotador, por eso mismo Yoongi no hace ningún tipo de ejercicio; así se mantiene un pulso tranquilo, normal —Hanna hizo una pausa, y pude ver la preocupación que tenía—. El problema es que el cambio en su pulso no tiene sentido, tiene el pulso elevado, y debería estar bajo ya que no hace nada más que estar en su camilla y moverse no más que en ocasiones necesarias.

—Entiendo, pero... ¿no pueden hacer algo con eso? ¿Qué pasará si... si su pulso sigue elevándose más? —Hanna miró hacia otro lado y sentí el tiempo detenerse. ¿Eso significaba que no había nada que pudiera hacer por Yoongi? ¿Todo cambiaría de un día para el otro sólo porque los estúpidos médicos no saben qué hacer? Llevé mi mano a su hombro y lo apreté sin medir la fuerza que estaba haciendo en aquel momento. Hanna me devolvió la mirada y supe que no debía desquitarme con ella, ella no tiene la culpa de nada—. Hanna, dime que hay algo que puede ayudar a Yoongi.

—¿P...podías soltarme? Te diré todo, pero necesito que me sueltes.

—Hanna, no me mientas Hanna, dime la verdad.

—Hobi... me estás lastimando, Hobi, por favor...

—Te soltaré cuando me respondas.

—Ya le di los medicamentos correspondientes para que su pulso se mantenga estable, todo debería estar saliendo bien. Ahora sí, suelta mi hombro por favor.

—Hanna... ¿por qué me mientes? Si fuera verdad, ¿por qué no me dijiste eso primero? Odio cuando la gente me miente.

—¡Hoseok te digo que me estás lastimando!

—Te estoy diciendo que me digas la ver...—sentí un tirón fuerte por mi hombro, e inevitablemente caí hacia atrás, soltando a Hanna. Volteé la cabeza enojado, sea quien fuera lo iba a golpear por meterse en el medio; oh sí, eso pensé hasta que mi mirada se cruzó con la azabache de Yoongi. Y no supe bien qué fue lo que pasó en ese momento, sentí el ardor de un golpe en mi cara y vi un poco de sangre gotear de mi nariz al horrible piso blanco del hospital.

—¡¿Qué mierda estabas haciendo Hoseok?!

—Estoy bien Yoongi, Hobi no me hizo na...

—¿Te llamas Hoseok? No, y no mientas Hanna, no mientas por él. ¿O me vas a decir que los dedos marcados en tu hombro no te duelen? Me vas a decir que simplemente fue una picadura de mosquito.

—Realmente él no me hizo nada, estás exageran... —escuché como Yoongi chistaba, interrumpiendo a Hanna. No quería mirarlo, la verguenza me consumió en segundos, había lastimado a Hanna y ella solamente estaba confiando en mí, y hablando sobre la condición de Yoongi.

—¿No vas a responderme? Hoseok, te estoy hablando maldición. Mírame a los ojos cuando te hablo —con miedo de arruinar más las cosas, miré a Yoongi. Probablemente pensaría que soy una mierda por lastimar a Hanna y ahora estar llorando en el piso de un hospital, pero lo que más me dolía era volver a ver su mirada de odio—. ¿Por qué le hiciste eso a Hanna?

—Y...yo sólo... —miré a Hanna de reojo y la culpabilidad aumentó más al ver los dedos marcados en su hombro— no... no lo sé.

—¿No lo sabes? ¿Te gusta lastimara las mujeres?

—No... n..no, yo no qui...se, yo... lo siento Hanna, no quise... no quise.

—Está bien Hobi, sólo fue una reacción debido a lo que te dije...—Hanna intentó sonreír, pero supe que ella tampoco estaba bien.

—Acompañaré a Hanna un tiempo, vete a la habitación y no salgas.

—Está... bien —vi como Yoongi se alejaba con Hanna, y me levanté del piso, tenía que ir a la habitación.

.

.

.

Fui al baño de la habitación y miré mi rostro en el espejo, dolía bastante a decir verdad pero la idea de curarme no apareció. Así me sentía mejor, si Hanna está lastimada yo también me merezco estarlo. Además tener un recordatorio visible de lo mierda que soy por desquitarme con ella no es tan malo.

Me acerqué a la ventaba con la esperanza de ver algo que me distrajera un poco de mis propios pensamiento, aún sentía el nudo en la garganta, quería llorar como nunca antes. Arruiné todo, arruiné la cercanía que logré con Yoongi, arruiné la confianza que Hanna me dedicó, simplemente por dejarme llevar por un estúpido impulso.

Abrí la ventana y el frío del otoño chocó contra mi mejilla que aún ardía por el golpe. Enojo sería lo último que sentiría por el golpe que me dio Yoongi hyung, es más, estoy agradecido de que me haya hecho reaccionar. 

Cerré la ventana al ver que no había nadie, y me acosté en mi camilla sin importar que se ensuciara con sangre. Y que error cometí, el aroma a vainilla de Yoongi hyung seguía en mi camilla, últimamente habíamos dormido mucho juntos.

Agarré la sábana y me tapé hasta la cabeza con ella, y como si ahora me sintiera mejor refugiado tras la liviana sábana blanca y el aroma embriagador de Yoongi hyung, lloré como tanto quería hacerlo.

Me sentía una mierda.


Min de Minutos [Yoonseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora