Capítulo 3

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Era una locura, lo sabía muy bien. Estaba arriesgando mucho con esa movida, Luhan lo había dicho anteriormente.

—¿Dejarlo calvo? ¿Estás loco?

La reacción de Luhan le hizo pensar que debía guardar aquellos anuncios tan repentinos para cuando su amigo se encontrara completamente despierto ya que estaba repentinamente pálido.

—No calvo, calvo —aclaró—. Solo... Medio calvo.

—Estás demente —se quejó el rubio.

De todas formas, Baekhyun no era un idiota, había esperado un tiempo prudente desde el comentario de Chanyeol para trazar su plan. Él no era el encargado de comprar el champú especial sin sal ni otras sustancias que el quisquilloso Chanyeol desaprobaba, su estilista lo era. Si despedían a alguien después de eso, no sería él y, la verdad, no le importaba si despedían a esa chica, era una zorra de todos modos.

A pesar de las protestas de Luhan continuó con su plan al pie de la letra, intentar coquetear –sin verdadero esfuerzo– con la estilista para distraerla, tomar el champú, poner un poco de crema para depilar, todo encajaba. Y mientras observaba como la chica lavaba el cabello del ídolo para teñirlo esta vez de un rojo intenso, parte de la imagen de su nuevo álbum, una risa malvada y sonora amenazaba con abandonar su garganta, pero se controló.

—¿No tienen frío? —preguntó Chanyeol poniéndose de pie en cuanto su prolongado tratamiento de belleza terminó.

Baekhyun negó con una expresión totalmente inocente y contuvo la risa. Chanyeol hizo una mueca y se miró al espejo buscando la fuente de ese mal presentimiento que estaba creciendo en un rincón de su mente, palpó su cráneo hasta llegar a la parte superior, entonces gritó y Baekhyun explotó en dicha.

Dos horas después seguía a un iracundo Park Chanyeol dentro de su apartamento. El alto lanzó el gorro de lana que cubría el desastre que había hecho esa chica, Baekhyun se estremeció al escuchar el gruñido del otro hombre y se mantuvo de pie mientras él controlaba su reciente arranque de irá.

—¿Puedes creer a esa idiota?

Podía creerlo, pero no respondió, se limitó a tomar asiento frente a él y escuchar la variedad de creativos insultos dirigidos a esa estilista. Finalmente, Chanyeol ordenó que fuera despedida, como esperaba y Baekhyun se burló entre dientes.

—¿Cómo cubriremos esto? —preguntó hastiado.

En honor a la verdad, no era gran cosa, quizás por el uso tan efímero, solo lucía como si tuviera una especie de calvicie por la edad, y puede que si peinaba su cabello de otra manera no se notaría, pero aquello no estaba previsto para su nueva imagen. Esa pequeña venganza retrasaría todo un par de semanas.

—Cabello en aerosol —sugirió Baekhyun en forma de broma, Chanyeol alzó la mirada emocionado.

—Dime más —el mayor lo miró confuso y negó.

—Era una broma, Chanyeol.

Sin embargo, él no se lo tomó como una broma y envió a Baekhyun a conseguir el dichoso producto y, de paso, conseguirle varias cajas de osos de gomita para el estrés, si recordaba bien, Chanyeol odiaba los osos verdes por alguna razón en particular, así que debía apartar todos los de la caja antes de entregárselos.

Luego de conseguir lo que obviamente no sería una solución para los espacios vacíos en la cabeza de Chanyeol, caminó de vuelta hacia la residencia, adentrándose en una tienda de conveniencia cercana, pasó directamente hasta el pasillo de los dulces, se detuvo al ver a una mujer con un despampanante vestido blanco, totalmente entallado y un abrigo elegante sobre sus hombros, no hacia falta decir que la mujer se veía fuera de lugar, pero Baekhyun decidió ignorar su presencia y pasar de ella en busca de los dulces.

Anti-fan | ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora