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El llanto de un bebé comenzó a sonar por todo aquel frío castillo, el único ruido que se escuchaba con claridad aquella fría noche.

Un hombre con gafas, barbón, y de baja estatura supo en aquel instante que tenía que impedir aquel desgarrador y macabro plan que había escuchado. Supo que no tenía bastante tiempo, corrió entre los pasillos solitarios del castillo hasta llegar a aquella habitación. "Caspian X" decía en letra cursiva y delicada sobre la puerta.

La abrió manteniendo silencio y entro. Vio aquel joven muchacho que había visto crecer durante 17 años, era como un hijo para el, y a un hijo, no se le deja morir.

Movió con fuerza el hombro del muchacho pelo negro, hasta lograr despertarlo.

Cinco minutos, por favor.- hablo somnoliento Caspian, sin embargo, antes de regresar a su sueño, el hombre se lo impidió jalando su brazo.

No tenemos cinco minutos, vas a morir.- dijo ronco, de inmediato el joven abrió los ojos y se levantó a gran velocidad.- tu tía, tu tía dio a luz a un varón. ¡Caspian! Debes huir.

Caspian sintió como su sangre se drenaba, el sabía lo que significaba aquello, y tras la pérdida de su padre, el tenía por su vida.

A gran velocidad se colocó una casaca, su capucha y sus botas. Tomó su espada que siempre mantenía con el y siguió a su profesor.

Justo antes de entrar por aquel pasadizo que mantenía su habitación en secreto, escucho pasos tras su puerta, se apresuró en cerrar la puerta de su armario sin embargo, logró ver cómo sus "tropas" entraban y apuntaban todos a la ves a su cama. Tres segundos después, varios disparos recibió su cama.. vacía.

Fue entonces cuando supo que ahora el estaba solo.

Bajo las escaleras rápidamente, de dos en dos hasta el final del pasadizo que daba hacia el gran puente de entrada. Vio a su profesor ir hacia el con su fiel corsel. Caspian no lo pensó y subió sobre este tomando las riendas del caballo.

¿No vendrá?.- pregunto Caspian al ver su profesor tranquilo frente a el, este le dio una mirada apenada y negó con la cabeza.- volveré por usted.

Antes de que comenzara a cabalgar su caballo, el profesor lo detuvo estirando a el un objeto cubierto con una tela Gris. Caspian lo tomo entre sus manos y lo admiro por un segundo.

Me tomó años encontrarlo, tócalo cuando necesites ayuda.- explicó su profesor y supo Caspian lo que era aquel objeto, un cuerno.- debes irte, ahora

El caballo resopló y comenzó el viaje fuera del castillo, cruzando aquel puente que mantenía separados a los telmarinos de todo aquel mal que según los libros, existía en Narnia.

Caspian cabalgaba a todo lo que podía, hasta que sus oídos detectaron algo.

Una gran flecha pasó a su alrededor casi rozando su mejilla, Caspian supo que tenía compañia y no amigable.

Tomó las riendas del caballo doblando hasta llegar a aquel bosque donde se escondía todo mal.

Sin embargo, Caspian entro con su caballo tomando la desventaja de que, sus enemigos, habían parado al ver el lugar. Pero no por mucho, ya que retomaron la carrera tras de él. Y no sólo iban tras de él, si no que, lo querían tal a como diera lugar. Comenzaron a tirar flechas a el, que para suerte de Caspian, iba esquivando.

Todo jugó en su contra al momento en que volteo a ver a aquellos jinetes tras de él y los vio tan cerca de él, retomó la vista al frente y por unos segundos todo se apago para Caspian al momento en que, una gran rama lo golpeó en la cara tan fuerte que hizo que cayera de su caballo, pero las riendas se enredaron en una de sus botas por lo que, el caballo se encontraba arrastrándolo. Su espalda choco en repetidas ocasiones con varias piedras y ramas. Si seguía así, podía morir.

Se estiró lo más que pudo al localizar su espada a una poca distancia de él, la tomó desenfundando la y corto rápidamente la cuerda que estaba enredada a su pie. Dejó de moverse, para su alivio, pero el caballo se iba lejos de él y los jinetes comenzaban a acercarse.

Rodo sobre su espalda hasta que toco un fuerte roble, se sentó en el y acerco más su espalda a el. Al menos si moría, dejaría en limpio su honor.

Escucho como aquellos enemigos se acercaban a el, y todo parecía estar en cámara lenta. Una gran luz apareció frente a el y dos grandes sombras aparecieron en su campo de visión. Se sintió salvado, hasta que realmente los vio. Eran dos enanos ambos con apariencia un poco dudosa.

Nos vio, ¿Que hacemos?.- hablo uno con cabello largo y negro, el rubio puso su fría mirada en el y se acercó sacando su cuchillo, sin embargo, el ruido de los otros jinetes llamo su atención.

Encárgate de el.- hablo y corrió hasta donde los jinetes. Caspian por fin reaccionó y tomó su espada entre sus manos... pero no, no era su espada. Era aquel cuerno que su profesor le había dado. "Cuando necesites ayuda" y el ahora lo necesitaba. Lo tomó entre sus manos y sin pensarlo, lo dirigió entre sus labios soplando fuertemente.

Aquel ruido sonó deshaciendo todo sonido, dejando que un fuerte rugido al aire.

Todo pareció detenerse, ahora ya no había nadie. Caspian sintió un gran aire pasar por el. Y después, un fuerte golpe hizo que dejara de tocar el cuerno, cayendo inconsciente.

The new history, Narnia. Edmund Pevensie y tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora