008.

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Narra Edmund.

Caminaba en silencio detrás de todos mis hermanos y Kaydeen, mientras escuchaba con atención la platica que mantenían Susan y ella.

Era algo bastante confuso, hablaban sobre como "Alguien" era muy tonto por no entender las indirectas sobre que la otra 'alguien' le daba. Mujeres.

Bufé con molestia al notar como seguía sin entender absolutamente nada.

Continuamos caminando sin algún rumbo fijo, hasta que Susan nos hizo detener.

¿Escuchan eso?.- Dijo mientras señalaba un punto al aire. Todos aguantamos la respiración como si eso fuese a ayudarnos a escuchar con más atención.

Era como si algo chocara continuamente con agua. Pero, ¿Que?

Susan comenzó a caminar en una dirección mientras con mucha tranquilidad sacaba su arco y de su carcaj una flecha.
De un momento a otro, ella corrió hacia el inicio de un lago de agua cristalina, tomo posición de tiro, con una pierna detrás de la otra, la espalda completamente recta, tenso el arco y la flecha salió disparada al lago.

Sorprendentemente, siguiendo la mirada de la flecha, está llego hasta un pequeño bote con dos soldados en el.

Ambos con armaduras, de pie, mientras sostenían en sus manos un pequeño bulto.

¿Que? ¡No! ¡LIBÉRENLO!.- Gritó Kaydeen, haciendo que los soldados se alertasen de nuestra presencia, sin embargo, siguieron las instrucciones de la castaña.

¡Kaydeen!.- Regañe, con molestia muy marcada en mi voz.

Peter volteo a verme, y con un asentimiento de mi cabeza, ambos corrimos en dirección al lago.

Una dirección, dos objetivos distintos. Peter iba por el bulto, yo por el pequeño bote.

Me sumergí en la cristalina agua, sintiendo estremecer toda mi piel, por el contacto del agua helada. Comencé a nadar en línea recta con los ojos abiertos en el bote.

Un cuerpo cayo tras del bote, un soldado con una flecha incrustada en el cuello, Susan había dado en el objetivo, sin embargo, otro cuerpo más entro en el agua pero este, a diferencia, comenzó a nadar en dirección diferente a los hermanos. Perfecto. El bote estaba solo.

Comencé a nadar con más fuerza hasta llegar al bote, donde solo salí del agua para tomar una fuerte bocaza de aire, y volver a sumergirme en el agua, pero, ahora con la cuerda del bote entre mis manos.

Nade y nade hasta llegar a la superficie completa de la isla. Mis músculos estaban lo bastante tensos como para responder mis movimientos, por lo que, apenas toque tierra firme, mis piernas temblaron llevándome al suelo.

Cerré los ojos por un momento mientras recuperaba la respiración, y un par de pasos se volvieron a escuchar venir en mi dirección.

¡Ed! ¿Te encuentras bien?.- escuche la voz preocupada de Kaydeen, y luego, la arena tronar a mi lado.

No quiero verte ahora, Kaydeen, estoy molesto contigo.- hable, colocándome mi mano sobre mis ojos cerrados para cubrirme del molesto sol.- vete, por favor.

P-pero, ¡Ed!.- comenzó a hablar con rapidez, sin embargo, mi voz volvió a interrumpirla.

¿Realmente tú nunca haces caso, cierto?.- pregunté mientras me colocaba sobre mis codos para verla, se callo por un segundo dirigiendo su mirada a la arena.

Vete.- respondí cortante, ella dirigió su verde mirada a mi, con los labios fruncidos levemente.- ¡AHORA!

Eleve la voz, al notar que ella no se movía.

Sentí la mirada de mis hermanos con el grito que pegue, sin embargo, no me importó. Estaba lo bastante molesto con la chica. ¿Quien se creía?

Kaydeen pego un salto al escucharme elevar la voz, y rápidamente, se levantó yéndose en dirección recta, no hacía mis hermanos, yéndose al bosque corriendo.

¡Kay! ¡Espera, porfavos!.- escuche a Peter gritar, sin embargo, la chica no se detuvo.

- escuche a Peter gritar, sin embargo, la chica no se detuvo

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The new history, Narnia. Edmund Pevensie y tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora