012.

1.1K 104 16
                                    

Están tan callados.- Hablo Lucy observando todos los árboles mientras todos viajaban por aquel río en el bote.

Susan iba en una punta, mientras que tras de ella, Trumpick, aquel enano que habían salvado y a su lado, Lucy. Peter quien iba remando y en la otra punta, Edmund y Kaydeen, quien no había tenido opción más que sentarse con el morocho cuando este uso la vieja excusa de "No hay tanto lugar."

Sin embargo, ella no mencionó palabra alguna, tan solo iba callada viendo el paisaje. Maravillada.

Son árboles, ¿que esperabas?.- Respondió cortante Trumpick, Peter le dio una mirada severa, y este solo atinó a subir los hombros restándole importancia.

Solían danzar.- Recordó Susan.

Poco después de que nos abandonaran, dejaron de hacerlo.- Respondió sin más el enano, Lucy callo, pensando en cómo había ocurrido la devastación en Cair Paravel, y se estremeció ante la idea de todos sus amigos... muertos.

No quisimos abandonarlos.- Dijo rápidamente Edmund, Kaydeen lo observo unos segundos hasta que quito la mirada.

¿Donde está Aslan?.- Pregunto Peter

¿Aslan? Nos abandonó casi al mismo tiempo que ustedes.- Dijo Trumpick, viéndolos serios.- al final de cuentas, el cuerno funcionó.

¿Que cuerno?.- Pregunto rápidamente Susan, pensando en aquel regalo que le había dado Santa Claus.

El joven Caspian X, el lo tenía, el los llamo.- dijo sin más.

Todo se mantuvo en un gran silencio sepulcral.

Si nos hubiésemos quedado..- Empezó a decir Peter, pero Trumpick lo detuvo.

¿Que? Nada hubiera cambiado, no pasó.- Dijo duramente, Kaydeen lo volteo a ver molesta.

Llévalos con Caspian, eso sí va a cambiar las cosas.- Respondió haciendo callar al enano.

Después de cierto tiempo, habían podido llegar a una orilla del río, donde según Trumpick, era una de las formas más fáciles de atravesar el bosque

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de cierto tiempo, habían podido llegar a una orilla del río, donde según Trumpick, era una de las formas más fáciles de atravesar el bosque.

Peter y Edmund se encargaron de bajar y arrastrar el bote hasta la orilla, donde podrían amarrarlo y dejarlo a su antojo.

Lucy fue la primera en bajar al estar en medio del pequeño bote, poco después la siguió Susan, quien con ayuda de su hermano Ed, bajo sin caer al agua. Por último Kaydeen, quien rechazó la ayuda de Edmund, ignorando completamente la mano que este le ofrecía.

Vamos, Kay.- Dijo Edmund caminando alrededor de ella.- vas a caer al agua si no tomas mi mano.

Las palabras de Edmund hicieron reconsiderar la oferta, pero no, está ves no se la iba a dejar tan fácil.

Con bastante cuidado bajo del bote, fijándose bien donde pisaría sin que el agua tocara sus zapatos y mucho menos el vestido.

Y sin darse cuenta los hermanos, Lucy, se había alejado considerablemente de ellos al escuchar un ruido.

Hey, ven, amiguito.- comenzó hablar, llamando la atención de Peter, quien rápidamente volteo a ver en su dirección.

Un gran oso estaba rasgando algunas plantas que el río había llevado.

Lu, no.- empezó a exclamar Peter haciendo que todos sus hermanos voltearan, incluidos Trumpick y Kaydeen.

Ven amiguito, somos tus amigos.- continuó llamando Lucy.

No se acerque, majestad.- Dijo Trumpick siguiendo los pasos de Edmund, quien corrió a tomar su espada y el otro, sus armas.

Susan comenzó a caminar en dirección a Lucy tratando de no llamar la atención del gran oso.

Más un paso en falso, hizo romper una gran rama, llamando su atención. El oso volteo en su lugar, y Lucy quien vio a su hermana confundida.

Al momento en que regreso la mirada, Lucy palideció y sintió todo el miedo correr en su sistema al ver como el gran oso corría en su dirección.

Imito su acción, corriendo hacia donde su hermana la llamaba, no tardó tanto en llegar, pero un mal paso, hizo caer a Lucy sobre Susan, sacándolas del juego, logrando que el oso se acercara lo suficiente a ellas.

Se paro en dos patas, y alzó las otras, dejando ver sus grandes garras filosas, dispuesto a cortar a Lucy y a Susan para comerlas.

Pero una gran flecha llego, clavándose fuertemente en su pecho, logrando tirarlos sobre ellas.

¡Su, Lu!.- Exclamó Peter presa del miedo, mientras que Edmund volteaba a ver a Trumpick.

Este tenía el ceño fruncido, con su arco aún tenso entre sus manos. La bajo instantáneamente, y volteo a ver tras de él.

Kaydeen sostenía el arco de Susan entre sus manos, sin la flecha. Ella había salvado a Lucy y a Susan.

The new history, Narnia. Edmund Pevensie y tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora