013.

1.3K 95 76
                                    

Narra Kaydeen.

Continúe mi camino sintiendo mis piernas cansadas entre aquellas paredes de rocas, suspire al notar como los pevensie me dejaban atrás.

Sin embargo, Edmund Pevensie dio un giro a su cabeza, y pude notar como fruncía el ceño, deteniéndose por completo. Dio media vuelta buscando a su alrededor, hasta toparse con mi mirada, fue entonces cuando su ceño se aligeró y sus hombros se descansaron. Se detuvo completamente y mis piernas sin hacerme caso, comenzaron a caminar de forma rápida a el.

Hey, no te alejes bastante.- dijo a lo que solo atine a asentir con la cabeza.- iré a tu lado para asegurarme que no te pierdas.

Continuó diciendo, y ambos comenzamos a caminar, uno a lado del otro, con un silencio incómodo y con nuestros brazos y manos rosándose con cada paso.

Yo... Kay, no quería gritarte.- comenzó Edmund, a lo que rodee los ojos.

Todo está bien, Ed.- susurre mientras entrelazaba mis dedos con los de el, acto que llamó la atención de Edmund, quien miro nuestras manos entrelazadas por unos segundos, sin embargo, levantó la vista y me sonrió tiernamente, dando un apretón a mi mano. Juntos comenzamos a caminar siguiendo a los Pevensie.

No puede ser, no hay salida.- escuchamos hablar a Peter delante de nosotros, era cierto, estábamos en un punto en donde ambas paredes de piedra se juntaban, dejándonos sin salida.

Te equivocaste, muchacho.- Hablo el enano, haciendo que Peter fruncirá el ceño, lo miró severamente.

Abandonaste a Caspian en un bosque solo a su suerte, no sabes dónde está, eso significa solo una cosa... te equivocaste.- Dijo Peter fulminando a Trumpick.

Te dije que le hicieras caso a Q.A.- hablo Lucy, haciendo que Susan y yo soltáramos una pequeña risa.

¿Q.A?.- pregunto Edmund a sus hermanas.

Querido amiguito.- Respondí, y vi cómo una pequeña sonrisa aparecía en su rostro.

Sin embargo, se vio borrada cuando jalo mi mano, sacándonos de aquel lugar sin salida, siendo seguidos por Lucy y Q.A, Susan y Peter escuchando por último un "eso no es considerado" de nuestro querido amiguito.

Y de nuevo, volvíamos a perdernos en aquel bosque de Narnia.

Me gusta más como te ves con el cabello suelto.- Hablo Edmund interrumpiendo mis pensamientos, lo mire con confusión, y el señaló mi trenza. Negué con la cabeza, sabiendo que quería que lo soltara.

¿Quien se supone que sería Caspian si ustedes siendo Reyes aquí regresan?.- Pregunté confundida, pensando qué tal ves, Caspian lucharía contra los Pevensie por su puesto de Reyes.

Aslan siempre dijo, que Rey de Narnia, sería para siempre.- dijo moviendo nuestras manos unidas.- supongo que compartiríamos el reinado con el.

Hablo con un poco de molestia. Sabiendo yo, que el siempre había sido como "el segundo" en todo, el lo había dicho, llamándose como 'sombra' de todos.

¿Que crees que hago yo aquí?.- Pregunté confundida, el miro delante de nosotros caminando más rápido mientras nos alejábamos de sus hermanos y de Q.A, y se detuvo.

Realmente también me gustaría saberlo.- dijo soltando mi mano, me detuve igual que el, quedando frente a frente, observe todo rasgo de su cara.- pero para mí, fue bueno que vinieras conmigo.

Respondió mientras colocaba sus manos en mi cintura, sentí como mi cuerpo reaccionaba a su tacto.

¿Ed? ¿Qué haces?.- Pregunté en un susurró, quedándome estática.

Algo que eh querido hacer desde hace mucho.- Me respondió en un susurro, igual, y jaló mi cuerpo, haciendo que chocase con su pecho, coloque ambas manos en sus hombros, y mi mirada fue a parar a sus ojos, notando que el veía fijamente mis labios.- hazlo.

Dije leyendo su mente, él asintió con la cabeza, comenzando a acercarse a mis labios, juntando nuestra respiración, mientras nuestros labios se rozaban levemente.

Un movimiento más y tendría los labios de Edmund con los míos, peroooooooooo

¡Chicos! ¡Es Aslan!.- Grito Lucy haciendo que ambos nos separáramos de un movimiento rápido.

Sentí la sangre colarse en mis mejillas, al mismo tiempo que sentía mi corazón latir rápidamente, gire mi cabeza para ver a Edmund, viendo que este, tenía las mejillas sonrojadas y respiraba entrecortadamente.

Sentí la sangre colarse en mis mejillas, al mismo tiempo que sentía mi corazón latir rápidamente, gire mi cabeza para ver a Edmund, viendo que este, tenía las mejillas sonrojadas y respiraba entrecortadamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The new history, Narnia. Edmund Pevensie y tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora