004.

1.7K 99 6
                                    

Caspian abrió los ojos sobresaltado al recordar todo lo que había pasado, deseo que fuera una pesadilla, deseo que tan solo hubiera sido un sueño en el que el era perseguido por sus tropas.

Sin embargo, al ver a su alrededor y encontrarse en una pequeña muy pequeña habitación, con una cama donde sus pies flexionándose descansaban, supo que no había sido ningún sueño. Supo de inmediato que, su tío Lord Miras había mandado a que lo ejecutarán diera como diera lugar.

Busco en aquella habitación algo que le pudiera servir de arma al darse cuenta que su espada había desaparecido.

No encontró nada que le pudiese servir.

Salió a paso lento y silencioso de aquella habitación dando con un pequeño correcamino que daba a otra habitación pero esta, era un poco más grande a la antigua.

No podemos matarlo Nicabrik, estás loco, es solo un muchacho.- habló una voz tranquila pero aguada. Caspian supo que debía huir antes de que "Nicabrik" pudiera matarlo.

Si, un muchacho que nos va a querer matar a nosotros apenas y salga libre.- hablo ahora una segunda voz rasposa y grave. Caspian observó todo con rapidez deteniendo su mirada en una gran varilla que podría servirle de espada. Pero, esta se encontraba del otro lado del pasillo. Por lo que para obtenerla, tendría que ser visto por Nicabrik y su compañero.

Escucho pasos cerca de él a lo que solo tendió por irse hacia atrás sin pensar que el suelo bajo sus pies crujiría. Su tez se tornó más pálida al escuchar más pasos apresurados a el por lo que corrió rápidamente para tomar la varilla y antes de ser sorprendido entro a la habitación, viendo cómo era una cocina y un gran hurón color negro con manchas blancas lo observa con tranquilidad. A su lado el mismo duende que lo había golpeado se encontraba con la espada de Caspian entre sus manos.

Supo que estaba acabado cuando el enano con tres movimientos lo desarmo lanzando la varilla lejos de él.

Caspian suspiró cansado, esto no había salido como planeaba.

¿Ves? Te dije que era un peligro.- habló Nicabrik quien era el enano hacia el hurón aún sin dejar de apuntarle con la espada.

Deja el arma, miren lo que me hicieron hacer.- habló molesto Marcatrufas, el hurón, viendo en el suelo.

Caspian siguió la mirada viendo un plato de cerámica roto y a su lado lo que parecía ser un caldo.- l.. lo siento yo no quería.

Se disculpó, el enano bajo rápidamente su espada siguiendo la orden del hurón quien refunfuñaba sobre su caldo tirado.

Siéntate muchacho, tenemos mucho que hablar.- Caspian acató la orden sentándose en un banco que se veía con resistencia para soportar su peso. - ¿Como conseguiste esto? ¿Sabes lo que es?

Mi profesor me lo entregó, si, es el cuerno de la gran Reyna Susan, la benévola.- Caspian dudo de las palabras sin embargo, dijo todo lo que su viejo profesor le leía.

¿Como sabes tú eso?.- Espetó con brusquedad Nicabrik, el hurón le dio una mirada reprobatoria al escuchar su tono de voz.

Mi profesor me contaba sobre Narnia, sobre su Narnia.- respondió rápidamente y seguido, notó la mirada sorprendida del hurón y el enano.

¿Tú profesor te contaba sobre Narnia?.- pregunto asombrado marcatrufas.

Caspian asintió con la cabeza.

Bueno, es lo único que quedaría viendo que ustedes no la quitaron.- dijo burlón Nicabrik, Caspian lo miró sin decir palabra alguna y serio.

Y planeo regresarla, no me importa lo que cueste pero esto es de ustedes y se las daremos.- Caspian siempre había pensado que el que llegaran a invadir Narnia había sido un mal que había provocado muchas guerras.

¡JA! Eso intenta decírselo a los centauros, no durarás ni tres segundos cuando..- comenzó a hablar Nicabrik cuando Caspian lo interrumpió.

¿Centauros? ¿Son reales? ¿Donde están?.- Pregunto con ilusión en los ojos Caspian.

Tenía un plan.

The new history, Narnia. Edmund Pevensie y tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora