La Casa De Las Brujas

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Cuando desperté fue completamente normal, como si no hubiera pasado nada nuevo la noche anterior. Fui a la escuela, tuve mis clases, vi a Adam unas cuentas veces en el pasillo, escribiendo unas cosas, que, obviamente quería saber pero no me detuve a preguntar, ni siquiera a saludarlo. Tuvimos calculo juntos de nuevo y no pasó nada.
Salimos de clases, él estaba recargado en un árbol que estaba enfrente del colegio. Me observaba, cosa que era extraña, luego me hizo una seña para que fuera hasta él. Los hice, y sonrió.

-vamos a la Casa de las Brujas.-me invitó, nunca había ido, ni siquiera sabía en dónde quedaba exactamente, pero asentí.

Caminé con Adam hasta la casa de las brujas. Esta vez fue menos desagradable pues Adam no solo hablaba de él, sino que también me hacía preguntas para conocerme mejor. 
Llegamos a la supuesta casa, no sabía si estaba abandonada, o era una especie de museo, pero de todas formas entramos. 

Una vez estando adentro me di cuenta que era una casa abandonada, y a pesar de su aspecto escalofriante, no tenía miedo. 

-y... por qué le llaman "la casa de las brujas"? acaso nos saldrá una brujita por aquí??.-dije bromeando, a lo que rió y luego respondió a mis preguntas 

-no... te contaré la historia, hace varias décadas... un amor entre dos jóvenes floreció aquí y...-comenzó con voz misteriosa, lo interrumpí

-déjate de idioteces y dime por qué se llama así??

-esa es la verdad.-insistió con voz de niño pequeño y luego volvió a la misteriosa para seguir narrando:-eran muy felices, él se dedicaba a hacer cualquier cosa por ver a su amada sonreír, eran una pareja que cualquiera envidiaría

-y qué pasó? 

-Como he dicho antes, cualquiera los envidiaría, pero una persona en específico, una chica que estaba involucrada con la magia negra. Quien al ver que el joven no le hacía caso decidió hechizarlos... los obligó a hacer cosas muy crueles, y al darse cuenta ellos de lo que ocurría juraron amarse toda la eternidad, luego de eso la bruja, los asesinó mediante el hechizo que anteriormente había hecho... los amantes murieron en esta casa luego de haberse prometido amor eterno...-finalizó

-y... por qué vinimos aquí??

-porque aquí traigo a todas las enamoradas...

-yo no me enamore de ti...

-pero... yo de ti si...

Estábamos tan cerca, un centímetro más y nuestros labios se rozarían, entonces él se acercó sin previo aviso y me besó, aunque no duró más de 2 segundos pues me separé de él. Y un momento incómodo llegó justo cuando el beso acabó, ambos agachamos nuestras cabezas avergonzados. 

-lo siento...

-cómo puedes decir que estas enamorado de mi si apenas y me conoces?.-se encogió de hombros 

-solo... lo se, te veo y siento que te conozco de hace mucho... 

-ni siquiera sabes mi nombre...

-...bien... en ese caso, me presentaré formalmente, mi nombre es Adam Anderson

-pues yo creo que hay que conocernos bien antes de hablar de más... 

Olvidamos ese tema por completo.

Adam me siguió contando más cosas sobre los supuestos amantes trágicos de la casa, y mientras hablaba me daba un pequeño tour saltando entre los escombros del lugar, era muy divertido, no era para nada el Adam que yo conocía, este era amable, divertido... cero presumido mucho menos engreído, era como si fingiera ser otra persona... y cuando tiene confianza es el verdadero él, el asombroso Adam. El chico de cabellos dorados y ojos encantadores color miel. 


Los Secretos De AdamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora