Adam.

14 2 0
                                    

Me despedí de Sarah con todo el dolor del mundo. Pero no podia quedarme con ella o la pondría en peligro, aun mas de lo que habia hecho ya.
Con un nudo en mi garganta corrí unas cuadras, tratando de ocultarme de las personas que me habían amenazado 14 días antes. Pero una camioneta me cerró la calle. Era una calle larga, habían pocas casas. La mayoría estaban abandonadas, pero ni siquiera me habia fijado en eso cuando tome ese camino.
Trate de volver por donde habia llegado antes pero otro auto me cerró el camino una vez más.
Me comencé a preocupar.
Unos hombres se bajaron y se acercaron a mi.

-me parece que no has hecho caso Adam...

-he hecho todo lo que pude, solo me faltó un poco, pero por qué?

-por qué qué?

-porque quieren que venda esto, ni siquera se quiénes son...-de alguna forma trataba de ganar tiempo

-no es necesario que sepas quiénes somos.-dijo uno de ellos

-vaya... Son las 11:54pm te quedan unicamente 6 minutos de vida.-interrumpió otro

Uno de ellos me apuntaba con un arma, con unos movimientos rápidos lo derribé y le quité la pistola. Les apunté y levantaron las manos.

-nadie se mueva!.-grité

-okay chico, tranquilo.-el tipo miró su reloj y sonrió.-mátenlo.

Todo se volvió oscuro, sentí unos golpes chocando en mi pecho. El dolor no era capaz de describirse pero solo duró unos segundos.
Era un gran vacío, corría y no llegaba a ninguna parte, todo seguía igual, ni más oscuro ni más luminoso. Parecía incluso que corría en círculos. Tampoco tenía ningun sentido. Mi voz no salía, mis manos no podían tocar nada, no sentía ni siquiera una brisa nada, no veía, no escuchaba.
Asi estuve lo que para mi fueron años. Pero luego personas comenzaron a llegar, o eso creía pues cuando uno de mis sentidos logró reaccionar pude escuchar voces de personas, sirenas de ambulancias y el flash de algunas cámaras.
Pero algo que dijo un hombre me sorprendió, a penas llevaba 10 minutos así? En qué estado estaba?

"Oiga, usted se parece a una chica de una fotografia del celular... Lo conocía?" escuche la voz del mismo hombre, al parecer hablaba con alguien más. Luego algo atrajo aún más mi atención: "era mi novio" esa fue la respuesta de la otra persona. Acaso era Sarah? Su voz era idéntica seguro era ella. Grité desesperado porque me escuchara, corrí trate de llegar a algún lado, trate de moverme lo más que pude. Pero al parecer nada servía. Me rendí. Dejé caer mis rodillas sobre lo que parecía ser el suelo en aquel lugar y lloré, pero entonces sin darme cuenta una sonrisa se formó en mi rostro. Sarah había dicho que yo era su novio. Eso me ha puesto muy feliz. De verdad estába feliz, aunque desesperado, necesitaba levantar mi estupido cadaver e ir y darle un fuerte abrazo. Que viera que estoy aquí, que la puedo escuchar.
Entonces algo me comenzó a succionar. Ahora podía ver todo. A todos. Sarah estaba demasiado triste, no dejaba de llorar. Me acerqué a ella y la abracé aunque no se dió cuenta de mi presencia. Ella se marchó y yo la seguí, hasta que llegamos a una banca en algún parque. Se sentó y yo me senté a un lado, la volví a abrazar. Me dolía no poder hacer nada para calmarla.
Se quedó ahí toda la noche, y yo no me despegue en ningún momento. La observé durante horas. Cielos es tan hermosa.
A la mañana siguiente su mamá la vino a buscar. Ella le contó lo que había pasado. Llegamos a su casa y subió, no dejaba de llorar.
Asi estuvo varios días y yo lo unico que hacia era gritarle en llanto que siguiera con su vida, que saliera de esa habitación y que hiciera amigos, consiguiera un novio, cumpliera sus metas y aprobara todos los examenes del mundo. Pero todo fue en vano.
Hasta que un día por fin recordó el sobre que le había dado antes de morir. Y sin pensarlo lo abrió, le había dejado ese sobre con la llave de la puerta que siempre me pidió le mostrara. No podía irme sin haberme hecho cargo de que ella saciara su curiosidad.
Comenzó a seguir los pasos y pronto nos encontrábamos en camino.
Había jurado que no me iría hasta que ella estuviera bien.
Llegamos y abrió la puerta dorada. Me encantó ver su cara al observar el hermoso mundo que había del otro lado. Eso me hizo sentir un estupido. La hubiera conocido antes, desperdicie mi vida en ese lugar cuando habia algo mas hermoso, Sarah.
Ella caminó hasta un gran arbol y se recostó en el pasto entonces yo hice lo mismo a su lado. Cerró sus ojos y suspiró.

-te amo.-dije olvidando por un segundo que ella no me escucharía, me entristeció un poco y luego comencé a acariciar su rostro.

Entonces comencé a sentir cómo me desvanecía así que cerre mi ojos. Había cumplido mi promesa.

Los Secretos De AdamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora