Nathaniel era un chico muy estudioso, responsable. Sin embargo, vivía bajo la presión y prejuicios de su padre, quien quería que él fuese el hijo perfecto.
Un día su amigo, Castiel, lo invita a un bar para relajarse y ahí conoce a una chica llamada...
Me llamo Nathaniel, me conocen como "el hijo perfecto" o "el hijo de papá" lo cual me molesta un poco, pero trato de sobrellevarlo. Tengo diecinueve años y estudio en la universidad de mi ciudad y soy el alumno con el mejor promedio en mi facultad; también el delegado de esta, los profesores me eligieron y no me quejó, adoraba ese trabajo.
Hoy me encontraba tranquilo, revisando los certificados de los estudiantes, Melody había ido por una bebida, ella es mi amiga, pero tiene un gran problema, está enamorada de mí y yo no puedo corresponderle, ¿Por qué?, porque no soy bueno en nada que tenga que ver con "relaciones amorosas", nunca he tenido novia y no quiero tenerla porque me distraerá de mi objetivo principal.
-¡Nathaniel!- cuando escuché su voz di fin a mi tranquilidad- Te traje un jugo, como se que te encanta
-Gracias Melody- tome un sorbo y de reojo, pude ver como me miraba- Eh..Melody
-¿Si?
-No...nada, olvídalo
-Ok- seguimos revisando bastantes asuntos del Instituto, Melody era la sub-delegada, me apoyaba con algunas cosas para que el trabajo no fueran tanto. El tiempo pasó rápido y ya era de noche- Creo que será mejor irnos ya oscureció
-Si, vamos- recogimos nuestras cosas y salimos, le dije que podría irse a su casa, pero insistió en ir a mi casa, en el camino ella no dejaba de hablar, hasta que llegamos a mi casa.
-Bien Melody, nos vemos mañana- me despedí de ella.
-Espera...Nathaniel- me detuvo antes de que pudiera abrir la puerta de mi casa, me abrazó por detrás.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Ah...yo quería decirte...eh si el sábado estarías libre- dijo ella tartamudeando
-¿Pasado mañana?...Melody yo...
-Por favor... es lo único que te pido- dijo aún sin soltarme
-Bu...bueno...-acepté con duda
-¡En serio! ¡Ya está! El sábado a las cuatro te esperaré en la estación- se separó de mí y se puso a saltar.
-Te veo ahí entonces
-¡Si!
-¡Nathaniel!- oh no, mi padre, volteé inseguro y lo vi parado en la puerta de la entrada-¡Entra inmediatamente!
-Si papá...nos vemos Melody- me despedí rápidamente, ella solo asintió y se fue, mientras yo abrí la puerta que daba con el jardín, hasta llegar a donde estaba mi padre.
-¡Pasa!- me ordenó
-Buenas noches papá...-saludé y entré rápidamente, vi a mi madre leyendo un libro en la sala.
-Llegas tarde hermanito...¿Dónde estabas?, seguro con esa chica coqueteando ¿no?- mi hermana realmente es bastante irritante.
-Ámber, eso no es cierto- la regañé
-¡Silencio!- mi padre me hizo a un lado- ¡Ahora sube rápido y luego preparas la mesa, sabes que hoy no tenemos servicio!- me indicó
-S...si...padre...ya voy- subí a mi habitación y me dejé caer contra la puerta- ¿Por qué...Por qué no puede tratarme mejor?- susurré, coloqué mis cosas en mi escritorio y baje a "servir la mesa".
-No lo haces mal preciosa, volveré para que se repita lo de esta noche- me besó en la mejilla
-Ya tienes que irte- susurré en su oído- Anda
-Si, ¿Dónde tengo que pagar por tan buena atención?
-El encargado está afuera, él te dirá- dije
-Bien...nos vemos preciosa- el tipo se retiró y yo corrí al baño, para poder limpiarme el rostro y bañarme.
-Odio...realmente odio hacer esto...pero si quiero salir adelante, necesito dinero, felizmente ya falta poco, falta poco para dejar este trabajo de porquería- me decía a mí misma mientras me bañaba y quitaba todas las marcas de besos que me dejo este tipo por todo mi cuerpo.- Mañana, mañana acabará toda esta mierda, mañana será el último día para seguir en este lugar- dije segura de mi decisión.
