Capítulo 10

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Al llegar a casa, me cambié rápidamente para que Lucas no se fuera sin mí.

— ¡Eli! ¿Ya estás listo?

— ¡Ya casi salgo!

— ¡Apresúrate!

Debíamos parecer dos locos gritando de esa manera. Él parado frente a mi casa y yo en mi habitación.

Finalmente me subí el cierre de la chaqueta, estaba haciendo algo de frío, tomé mis llaves, mi cartera, mi celular y salí al encuentro del pelinegro.

—Hasta que sales. —Lucas tenía las manos metidas en los bolsillos mientras me miraba impaciente.

—Perdón, perdón... ¿Y Cinthya?

—Ya se fue hace rato

—Bueno, vámonos

Me extendió su mano mientras empezábamos a caminar y con una pequeña sonrisa la tomé, mientras emprendimos el camino al campo, donde veríamos a los demás.

—Lucas, ¿este sábado tienes entrenamiento, cierto? —pregunté, pensativo.

—Así es, ¿por qué? —cuestionó, a su vez, mirándome curioso. Negué lentamente mientras me encogía de hombros.

—Solo quería saber...

—Descuida, me tendrás disponible el resto de la noche, así me haces masajes

—Ni lo sueñes —me negué enseguida, empujándolo un poco. ¿Se habrá olvidado de mi cumpleaños?

Lucas me empujó de vuelta, juguetón, con una enorme sonrisa en el rostro.

Llegamos al campo de tiro y ya los chicos nos esperaban impacientes, especialmente Luis quien miraba la diana con anhelo.

Una vez que saludamos a todos, nos dispusimos a practicar.

Lucas era el más confundido, Luis se reía a carcajadas al ver como sostenía el arco, a lo que el pelinegro casi le pega en la cabeza con este.

Por mi parte, venía bastante seguido con Luis desde hace un año, pero dejé de hacerlo y aunque me falta práctica, después de un par de intentos, pude tirar correctamente.

Kevin y Chris eran bastante buenos; Cinthya apenas podía con el arco al principio, pero luego pudo sostenerlo con más facilidad. Sin embargo, el experto era Luis, quien aparte de tener una postura perfecta solo había errado un tiro y había sido porque Kevin lo había asustado al hacerle cosquillas en la barriga.

La tarde transcurrió entre risas y burlas hacia Lucas, quien luego de varios intentos, soltó el arco algo frustrado y fue por unas bebidas. Tomamos un descanso bajo un árbol, sentados en la grama, y bebimos lo que Lucas había traído.

Cinthya se levantó de nuevo seguida de Luis y siguieron practicando, miré la escena algo extrañado, pues mi amigo no dejaba de sonreír mientras ayudaba a la chica con su postura.

Esa sonrisita la conocía.

Suspiré y negué con la cabeza lentamente.

— ¿Qué sucede? —Chris me miró con el ceño fruncido al ver mi negativa.

Hice un gesto con la mano restándole importancia.

—Oye, Eli, ¿cuándo es tu cumpleaños? —preguntó el rubio mientras se estiraba por completo en la grama, como un gato.

—El 11.

Chris se incorporó de inmediato y tomó su cabeza, aparentemente mareado por lo brusco que había sido al levantarse.

Rutina de BesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora