Capítulo 13

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Al día siguiente la casa lucia bastante decente, no había rastro alguno de la fiesta de anoche ni de los adultos.

¿Dónde se habrán metido?

Aunque el verdadero problema era el patio, el cual aún no divisaba. Me asomé a la cocina y pude ver a Lucas sacando varias tazas.

—Buenos días.

El chico dio un pequeño brinco y volteó con una mano en el pecho y una taza en la otra.

—Buenas tardes —respondió formando una leve sonrisa mientras me ofrecía una taza de lo que parecía ser café.

— ¿Qué hora es? —pregunté extrañado.

¿Cuánto había dormido?

—Las 2:00 p.m. No te preocupes, los demás aún siguen dormidos —me encogí de hombros y bebí mi café.

— ¿Te divertiste anoche? —preguntó mientras caminábamos a la sala y nos sentábamos en el sofá.

—A pesar de todo, sí, bastante. Muchas gracias.

—Todos colaboraron —comentó.

— ¿Alguien, por favor, podría cortarme la cabeza? ¡Gracias!

Ambos volteamos y soltamos una risita al ver a Cinthya caminando torpemente hacia nosotros mientras sostenía su cabeza y la jalaba hacia arriba.

—Buenas tardes, ya te traigo algo —dijo Lucas burlón y se dirigió a la cocina.

Cinthya se sentó a mi lado y me abrazó con fuerza haciendo que casi derramara mi café.

—Eli, ¿por qué dejaste que bebiera? Bueno, igual no te hubiera hecho caso si me decías que no. —Hizo una mueca y pellizcó mi inexistente cachete.

—Anoche te divertiste bastante, ¿no es así? No me lo esperaba. —Le sonreí travieso, y alzando ambas cejas con diversión.

— ¿A qué te refie...?

Ella se apartó de repente como un resorte y abrió sus ojos a más no poder.

— ¡OH, MIERDA!

— ¡No grites! —la regañé.

Ella tapó su boca mirándome asombrada para luego dejar caer su cabeza en mis piernas.

—Besé a Luis... ¡Mierda!

—Sí y parecías disfrutarlo

— ¿Ahora qué haré? No podré ni verlo a la cara.

—No es tan grave.

Ella me fulminó con la mirada.

—Claro que sí porque, según recuerdo, yo inicié el beso

Me encogí de hombros. Justo en ese momento apareció Lucas con su taza de café.

—Toma. ¿Por qué el grito? —Le dio la taza y se sentó a su lado.

—Cinthya recordó el beso con Luis.

— ¡Ah! ¿Y ahora qué? ¿Saldrán?

— ¡¿Qué?! No, solo fue un beso y estaba ebria. No estoy segura de que me guste Luis.

—Si tú lo dices... —Escuché unos pasos y volteé solo para sonreír al ver al castaño caminando como zombi hacia nosotros—. Y hablando del rey de Roma...

La chica volteó rápidamente y se asustó al ver a Luis.

— ¡Buenos días! —Él nos sonrió y se sentó en otro de los sofás frente a nosotros—. ¿Cómo están ustedes? Yo me quiero pegar un tiro, pero sobreviviré.

Rutina de BesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora