Extra #3

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Este fue el especial por el millón de lecturas ❤.

-Soy gay, Julia. -La chica parpadeó repetidas veces, su expresión pasó de la vergüenza a la incredulidad en un segundo.

- ¡¿Qué?!

-Eso... Soy gay y tengo novio. Lo siento, no puedo corresponderte.

- ¿Desde cuándo? ¿En qué momento pasó? ¿Por qué yo no lo sabía?

-No creí que sería algo importante de mencionar, digo, somos amigos. Respecto al cuándo pues... -Me llevé una mano al mentón, en un gesto pensativo-. Yo diría que desde que conocí a mi novio.

-Eso no es... -La chica se llevó una mano a la frente y soltó un prolongado suspiro-. Esto es incómodo, Elián.

-Sí, lo sé, lo siento. No creí que te llegaría a gustar, esto no me suele pasar. Pero mi amistad es todo lo que puedo ofrecerte, Juli. - Sonreí ligeramente, Julia me agrada mucho, es una buena chica, pero yo amo a Lucas.

-De acuerdo, necesito un tiempo para superar... esto -respondió señalándome.

-Está bien... perdona.

-No importa, no es tu culpa -Asentí sin saber que más decir.

Julia sonrió, se acercó para darme un breve abrazo y se alejó rápidamente por el pasillo de la facultad.

- ¡Ufff! Eso fue terrible, Eli. -Daniel apareció de pronto con los brazos cruzados mirando en la dirección en donde había estado Julia hasta hace unos segundos, confesando sentir algo más que amistad por mí.

- ¿Fui muy rudo?

-Julia es fuerte, estará bien. Aunque siento que esto le aportará un ambiente incómodo al grupo.

-Espero que no.

Dimos media vuelta y caminamos en dirección a los jardines para comer y estudiar, porque siempre había que estudiar, sobre todo en época de parciales.

Divisé a los chicos sentados bajo un árbol con guías y envases de comida en sus piernas.

- ¡Hola! -saludé acercándome.

- ¿Por qué "hola"? -Preguntó Kevin-. Es un día terrible para decir "hola" -Hizo una mueca de sufrimiento.

- ¿Y a ti qué tren te arrolló? -Daniel miró interrogando al castaño, sentándose a su lado.

-Un tren llamado concierto que vale casi la mitad de su nota y un profesor llamado Carlitos -contestó Luis con una sonrisa burlona.

-No te burles, desgraciado. -Kevin pellizcó a Luis en el brazo, quien lo miró indignado y le devolvió el pellizco.

Kevin fingió ahorcarlo, Luis aprovechó y le hizo cosquillas en el estómago. Pronto estuvieron uno encima del otro haciéndose cosquillas, hasta que voltearon un envase y mancharon un par de papeles que parecían partituras.

- ¡Ah! ¡Mi trabajo, idiota!

- ¡Tú empezaste!

- ¡Tú te burlaste!

-Ya, ya, niños. ¡Compórtense! ¿Estás tan mal, Kevin? -pregunté tratando de limpiar y acomodar las guías salpicadas.

-Sí -respondió con voz ahogada -. Es un concierto, aún no memorizo todo y me cuestan algunas notas, Carlitos me cae mal y no he visto a Dylan en una semana -culminó con un puchero.

- ¿No viven juntos? -cuestionó Daniel.

-Se supone, pero cuando él llega estoy dormido; cuando despierto, él no está. Hablamos por mensajes y a veces lo veo a distancia, está haciendo un circuito de no sé qué con un sistema de no sé cuánto; prometió compensarme cuando lo terminara, pero comenzaremos los ensayos y seré yo quien no tendrá tiempo y estoy frustrado.

Rutina de BesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora