Cuando llegamos a casa recibí un sermón de por que no debo alejarme de casa solo y de no hablar con extraños que me encuentro en el bosque y aunque quise averiguar a que se refería ese hombre con que yo no de nada, no conseguí nada, así que decidí dejarlo pasar y ver una película con los chicos.
Y por la tarde fuimos a dejar a papá al aeropuerto me sentí muy triste era la primera vez que nos separábamos y lo voy a extrañar mucho y al parecer Matias se dio cuenta y me invito a salir con los chicos pero no tenia ganas a si que preferí ponerme mi ropa cómoda para bailar eso siempre me hacia sentir mejor y tome mi Ipod y me fui a la terraza y comencé a crear nuevas coreografía me encantaba improvisar y decidí para cuando ví que el sol ya se estaba metiendo tome mis cosas y cuando me gire asía la puerta ví que Matias me estaba observando atentamente ¿cuanto tiempo había estado ahí?.
-¿Que haces?- dije
-Observando te- dijo con una sonrisa picara en la cara.
-¿Y se puede saber por que?- dije frunciendo el seño.
-Por que eres hermosa y bailas genial- dijo acercándose y yo abrí mucho los ojos por la sorpresa - No se por que te sorprendes no creo que sea la primera vez que te lo digan- y era verdad mis amigos siempre me decía que soy bonita pero nunca le di importancia.
-Pero viniendo de ti no se si sentirme alagada o ofendida -dije cruzando me brazos.
- ¿Y eso por que?- dijo arqueando su ceja.
-Por que de seguro se lo dices a todas- dije.
-¿Estas celosa?- dijo acercándose aun mas y con una sonrisa arrogante en la cara.
- Si de verdad lo crees estas mal de la cabeza- dije.
-Entonces llámame loco- dijo poniendo su mano en mi cintura para acercarme más a el luego se inclino y puso sus labios en la comisura de mi boca y susurro- buenas noches bonita- se separo y se fue de ahí dejando me petrificada.
Esa noche no pude dormir nada no me quitaba el beso de Matias ¡Por Dios! si ese pequeño rose no me dejo dormir toda la noche que pasaría si de verdad me besara, esto es frustrante.
Cuando me levante y me arrastre al baño tenia que alistarme para ir con Sebastian a inscribir me en el instituto ya que empezaban en el lunes, tengo tres días para comprar lo necesario y no tuve tiempo de Hablar con papá sobre el dinero ¿a quien se supone que le pediría para mis cosas? y papá sólo me manda al buzón de voz.
Baje las escaleras y fui a la cocina por algo que comer y me encontré con una mujer cocinando era de estatura media, delgada, pelo castaño largo, piel blanca, cuando me vio de dio una gran sonrisa.
-Buenos días muñeca- dijo.
-Buenos días- dije con el seno fruncido ¿Quien era?.
-Te estarás preguntando ¿quien soy y que hago en tu cocina?- dijo con una gran sonrisa.
-Bueno si- dije y ví como ella rodeaba la mesa donde había colocado los platos de comida.
-Me llamó Abigail pero me puedes decir Abby- dijo dándome un abrazo lo que me pareció incomodo ya que yo no estaba acostumbrada a las muestras de cariño.
-Veo que ya conociste a mi abuela- dijo una voz que escuche detrás de mi que hizo que diera una salto del susto.
-Matias que te he dicho de aparece así ni vez que asustaste a Alex- dijo Abby.
-Lo siento Abby- dijo Matias dándole un beso a su abuela en la frente y me pareció lo mas adorable que he he visto en Matias desde que lo conozco.
-No es a mi que me debes pedir disculpas- dijo Abby.
-¿Me disculpas Alex?- dijo Matias con una sonrisa divertida en cara, quería decirle que se fuera al demonio y el lo sabia por eso me estaba retando.
-Claro, no hay problema- dije y los sentí cómo si un alambre pasara por mi garganta.
-Ves Abby, no hay problema- dijo Matias guiñando me el ojo.
-Me alegro, tomen asiento ya les doy su comida- dijo Abby tomando dos platos y llevándolos a la mesa - ha, Alex, Sebastian pasará por ti en una hora-.
-Gracias, estaré lista- dije.
-¿Que? ¿A donde van?- preguntó Matias.
-Iremos a inscribir me en el instituto- dije mientras devoraba mi comida que estaba deliciosa.
-¿Por que no me dijiste? te hubiera acompañado- dijo Matias.
-Por que no tienes que estar pegado a mi todo el tiempo, se valerme por mi misma Matias- dije molesta no se por que me trata como una niña.
-Disculpa a mi nieto, el solo se preocupa por ti- dijo Abby con una sonrisa dulce y yo puse los ojos como plato y una sonrisa victoriosa se poso en mi cara.
-¡Hay no! Abby no debiste decir eso- dijo Matias tapándose la cara con las manos.
-Te preocupas ósea que te agrado- dije con una gran sonrisa en mi rostro.
- Ok yo me voy, que disfrutes tu excursión por el instituto- dijo Matias poniéndose de pie.
-Oh vamos solo admite que te importó- dije tratando de aguantar la risa la verdad es que esto era muy divertido y emocionante a la vez.
-Adios- dijo saliendo de la cocina.
Mientras Abby y yo no podíamos parar de reír.
-Jamas había visto a Matias así, me alegra que estés aquí- dijo Abby mientras salia de la cocina dejando me con un montón de dudas sobre Matias.
Sebastian paso por mi a la hora acordada y me llevó al instituto era genial mejor de lo que me esperaba jamas creí que estudiaría en un lugar así cualquiera diría solo es un instituto normal no es gran cosa pero yo nunca había estado en uno, luego Sebastian me llevó al banco sonde me dieron una tarjeta de débito y después a comprar las cosas que necesitaría al final no tenia que preocupar me por el dinero ya que mi abuelo había puesto todo su dinero a mi nombre y podía usarlo siempre que mi encargado lo autoriza se y eso es lo que hizo Sebastian después de darme un sermón de usar el dinero correctamente.
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No lo esperaba.
RomanceMi vida era simple, normal y aburrida. Cuando mi padre me dijeron que mi abuelo había muerto y teníamos que viajar a Roma lo menos que me esperaba era descubrir el secreto que ocultaba mi familia el cual me cambiaría la vida y me haría ver todo de u...