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Mi ayuda.Una castaña y una tricolor volvían a caballo casi al anochecer, los primeros en notarlas fueron los guardias quienes rapidamente informaron al faraón.
Rapidamente toda una congregación, conformada por sacerdotes, concejeros y el faraón se reunió en el salón principal, listos para regañar a la princesa (en el caso del gobernante) y a su estudiante favorita (en el caso de Mahad), realmente los demás solo estaban ahí para saber por fin que había ocurrido con la princesa y porque en esta ocasión también la estudiante había desaparecido.
Apenas ambas entraron el silencio fue roto por las risas y la charla que ambas chicas mantenían, ajenas a el regaño que les esperaba.
—... Es que fue ¡sorprendente! Yo no sabia que el Ba pudiera hacer eso, que fuera tan ¡sorprendente! —La sacerdotisa vidente frunció el ceño, preguntándose qué era aquello tan "sorprendente" que habían visto.
La sonrisa de la princesa no desapareció en ningún momento a pesar de que ella si vio a aquella peculiar congregación ahí esperando para reprenderlas.
—¿Y qué te pareció este día Mana? —Pregunto la oji-rubí, quitándose su capa revelando que su atuendo estaba ligeramente maltratado de algunos lugares.
Al ver esto Atem se preocupo, olvidando momentaneamente su enojo en favor de cerciorarse de que su hermana estuviera bien, aunque viéndola tan feliz y tranquila no creía que nada muy grave hubiera ocurrido.
Sacudiendo ligeramente la cabeza, dejo su preocupación de lado en pos de obtener una merecida explicación.—Hermana... —
Cuando aquella voz y aquella palabra fue dicha por Atem, ambas dirigieron su atención a la congregación frente a ellas. La menor se sonrojo por la atención pero no la sorprendió ese recibimiento, después de todo algo similar había ocurrido cuando su amiga había vuelto el primer día.
—Hermana, cómo posible que releges tus obligaciones saliendo de tal manera, sin avisar y sin protección, lo deje pasar, pero ya no. —El tricolor reprochó aquello que quería decirle a su hermana desde que esa rabieta había empezado.
Aún no estaba seguro de qué había enojado a su hermana, pero estaba seguro de que era algo tonto como siempre, desde que eran niños era así.
La chica miro de arriba a abajo a su igual, antes de negar. Ellos dejaron de ser iguales cuando escapó, ahora solo eran ___________ y Atem, nada más. Cada uno con sus secretos, con pensamientos diferentes y tal vez incluso con ideales diferentes.
—No relege mis obligaciones como usted dice faraón. Las termine antes de salir, al igual que las de Mana. —Los pares de orbes iguales se encontraron, entrando en una lucha, ambos deseando ganar.
Pero antes de que Atem pudiese decirle algo más a ___________ un gran estruendo se escucho por todo palacio.
Ahí frente a ellos Akefia el rey de los ladrones había logrado entrar a palacio.
...
Los cabellos blancos que sobresalian de aquellas extrañas vestimentas le fueron familiares a la princesa, pero al reconocer a quien tenía frente a ella no pudo evitar dejar salir un sonido de sorpresa.
El ver al ladrón ahí era una sorpresa, un completo shock para ella. Él no debía estar ahí, él había prometido no estar ahí.Cuando sus ojos se encontraron una extraña desolación invadió a la tricolor, como esa vez cuando era niña. Como cuando tuvieron la pirámide...
Me sentí sola de nuevo.
Pero antes de que el desolador sentimiento logrará atraparla completamente, reparo en algo que dejo pasar por alto. Los ojos de Akefia. Sus ojos ya no tenían ese vivas color violeta que tanto decía odiar, ahora eran de un oscuro y tétrico color negro, como un cielo sin estrellas.
—Akefia... —
El susurro de la princesa fue pasado por alto excepto por dos personas, el albino y el hermano de la chica. Solo una mirada hacía ella y ambos se enfocaron en su rival.
—¡¿Qué es lo que buscas ladrón?!—Apenas las palabras de Atem resonaron por todo el salón, el ladrón se rió sonoramente antes de desafiar con la mirada a la petrificado chica y lanzarse a atacar al hermano de esta.
Afortunadamente los sacerdotes y su hermano no estaban como ella, quien aún no podía recuperarse del shock.
—Ni siquiera es igual... —Los susurros de ___________ eran pasados por alto gracias al furgor de la pelea entre el faraón y el ladrón.
Golpeándose mentalmente ________ tomo aire y levantó la vista con determinación. No iba a permitir que personas a las que quería fueran lastimadas.
—¿Qué te ocurre Akefia? ¿Es qué acaso somos inferiores a ti? —Las palabras burlonas de la princesa parecieron desconcertar a todos, pero si conocías bien a la chica notarías su preocupación.
Tiene la palabra "preocupada" escrita en la cara. Penso Mana al verla tan "confiada".
—Hoy no linda, ya tendré mi venganza. Solo espera y veras. —
Al pronunciar esas palabras los ojos del ladrón parecieron tener un tinte violeta, pero luego pareció desvanecerse, como una pequeña luz en medio de un inmenso mar de oscuridad.
____________ se quedo quieta, procesando si eso que creyó ver había sido verdad o su imaginación.
Ya que había sido tan rápido y tan poco, no podía estar segura, menos cuando el ladrón huyó apenas termino de decir aquellas palabras.A lo lejos la tricolor creyó escuchar algo, pero estaba tan perdida en sus pensamientos que no pudo prestarle atención.
¿Ese era realmente Akefia?
¿Por qué había ido en "venganza"?
¿Qué había ocurrido con Kisara?
¿Algo les había pasado?
¿Por qué menciono una venganza y no a su hermanita si se suponía que era por ella por quien habían "luchado" cuando la capturaron?
Ellos... Necesitaba asegurarse de que ellos estaban bien...
Cuando el tricolor sacudió ligeramente a su hermana esta salio de sus pensamientos, también apuntandolo con su espada ante el "regreso" tan abrupto. Bajo la espada sin disculparse y miro a Mana, esta estaba confundida y un poco asustada.
—Mana... Tenemos que ver que Yos' y la pequeña estén bien. —Ante las palabras serias de la gobernante, la rubia asintió.
La aprendiz corrió a buscar un par de caballos para ella y su amiga. No podía dejar que aquellos que ayudaron a su amiga fueran heridos, esta sería su forma de pagarles el haber cuidado de _________.
—________, ¿qué se supone que haces? —Pregunto Atem, solo por esta vez había decidido dejar su "pleito" a un lado. Solo por el momento.
—Ayudarte a detener al ladrón. —Seguido de esto la chica salio de la sala y tomo su caballo el cual era traído por Mana. Justo a tiempo.
Así, escapando de guardias y de miembros de la corte confundidos ambas fueron a cerciorarse de que sus amigos (conocidos recientemente en el caso de la rubia) estuvieran bien.
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Tal vez notaron (o no) que este capítulo es más corto de lo normal, y esque contó con (aproximadamente) 1111 palabras (solo de la historia). Perdón por que sea tan corto. Pero ya estoy trabajando en el siguiente.
No se desesperen y esperen el siguiente.
Gracias por leer ^^
Lesli Alya H. Black
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YugiOh: La Hermana De Atem (____)
FanfictionEl presente, el pasado y el futuro. Los dioses decidieron darle una oportunidad a un par de hermanos que se sacrificaron en su nombre. Pero él y su repentino amor por ella, esa luz en sus ojos fue suficiente para decidir dejar su venganza. Aunque...