Capítulo 13: La Puerta

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Capítulo 13: La Puerta


El par de ojos rojizos volvió a encontrarse con la oscuridad, ya sabiendo lo que la esperaba si se movía sin ver más lejos de su nariz se mantuvo acostada en el suelo. Minutos después una lejana luz se encendió, siendo seguida de muchas más que iluminaron el laberinto sin sentido, fue entonces que la tricolor se puso de pie: tenía que encontrar a la portadora de la Pirámide Dorada.

Avanzando por el primer pasillo frente a ella camino y abrió toda puerta que apareció frente a sus ojos; algunas habitaciones estaban vacías, otras eran terriblemente oscuras, unas tenían muebles antiguos, otras eran armarios enteros de vestimentas que vio en Egipto durante su vida, pero no había ni rastro de su portadora.
Cada vez más impaciente, siguió avanzando, abriendo y cerrando puertas, hasta que ya cansada llegó a un pasillo distinto a los demás en aquel frustrante laberinto: el piso era de madera y no ladrillos como los demás, mientras solo había tres puertas ahí, la puerta a la izquierda se veía pesada y el símbolo de la pirámide estaba grabado en ella, la segunda puerta era menos tétrica y a pesar de ser de madera oscura de veía más como una puerta antigua pero no tenía pomo, y finalmente, la última puerta no se veía como las otras dos, gracias a un lindo cartel en blanco con detalles violetas y amarillos, suspiro viendo los garabatos en un idioma que desconocía. Dudativa empujó primero la puerta con la pirámide, encontrandose con una copia exacta de su pequeña casa mientras estaba lejos de Egipto, sorprendida entro al lugar, las paredes eran decoradas por flores exóticas (aún se preguntaba de donde Kisara las había conseguido), pero también había pequeños cuadros de madera, similares a los que vio cuando despertó en el cuerpo de la portadora de la pirámide.

Con cautela tomo uno de esos cuadros, encontrandose con una imagen a vivo color de su hermano y Mana jugueteando en el jardín, la imagen se resbaló de sus manos, pero antes de estrellarse contra el piso desapareció, reapareciendo en la pared como si nunca hubiera sido quitada de su lugar.
Suspiro, con las manos temblorosas, decidida a no volver a tomar algo que pudiera romper, así, siguió viendo las demás imágenes, haciendo que de sus ojos resbalaran lágrimas: había una imagen donde Akefia, Kisara, Yosef, Asuan y Malih estaban pasando una tranquila mañana al lado de un pequeño oasis. Al lado, había una más, esta vez de Mahad revisando un pergamino mientras Mana y Seth jugueteaban en silencio. Una más, esta vez Shimon leía un pergamino (algo muy serio) mientras su hermano jugueteaba con la pirámide a medio camino de quedarse dormido.

Una nostálgica sonrisa se abrió camino entre las lágrimas que derramaba, extrañaría esa cotidianidad y a todas las personas que conoció en Egipto (bueno, tal vez a un par no). Toco con anhelo aquellas imágenes, antes de dejarlas para seguir mirando el lugar, había iluminación que venía de ninguna parte y esos pequeños detalles extraños, pero todo era tal y como lo recordaba. Vagamente se pregunto si tantos años después, aún existiría el pequeño asentamiento con cuatro pequeñas casas donde vivió por años junto al último par de sobrevivientes de Kul Elna, también el chico árabe que había llegado un día y ya no se había marchado y finalmente un par de hermanos que apenas habían sobrevivido a un asalto en medio del desierto, donde se habían quedado sin nada.

Pasando suavemente su mano por las telas en la cama alejo su mano de la tentación, aquello era su pasado, un pasado que extrañaba con fuerza, pero ahora su prioridad no era su pasado, sino su futuro. Su hermano la esperaba (aunque probablemente ni la reconocería) y ella tenía un deber que cumplir, sin ser una niñita asustada que escapaba a media noche por el miedo.

Con pasos pesados, pero silenciosos, la tricolor volvió a la puerta, mirando desde ahí todo el panorama se encontró deseando perderse en sus memorias, pero no podía hacerle eso a su hermano. Así que salio y cerro la puerta, recargando su espalda contra está, se deslizó hasta el piso, vio sus manos, se vio a si misma y se sintió patética, se suponía que había superado su etapa de anhelo a su hogar luego de los primeros meses siendo acogida por Akefia y Kisara. Suspiro empujando con violencia esos recuerdos y encerrandolos tras una puerta, no debía llorar más, secando las lágrimas de su rostro se levantó y empujó la bonita puerta del otro lado del pasillo.

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2020 ⏰

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