YugiOh: La Hermana De Atem (____)

Capítulo 2: Nada Cambio

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Capítulo 2: Nada cambio

Narrador: _____

Hace demasiado tiempo que no veo a mi familia y amigos, no se si podre verlos a la cara luego de haberme ido así, hace tanto.

Mire por entre las telas del negocio en el que me escondía como los guardias de palacio iban andando por la calle claramente buscando a alguien, a mi en este caso. Me cubrí un poco con mi propia ropa cuando uno de los guardias entro al negocio del amable chico rubio que me permitió ocultarme aquí, apenas entro salí lo más disimuladamente que pude, luego camine por entre los puestos y me fui por otra de las calles.
Apenas salí de la multitud llame a mi caballo, subí luego de asegurar mi espada, ya es hora de ponerme en camino a casa y mostrarle a mi maestra que lo que me enseñó salvará a muchas personas.

—Los guardias del faraón, tan estúpidos como siempre. —Dijo una voz desde las sombras que había entre dos pequeñas casas. —¿No es así princesa? —Dijo con burla el chico, solo pude mirarlo mal. Esta situación ya comenzaba a cansarme.

—¿Qué quieres ahora? —Mire al chico de extraños cabellos claros, ya no me era extraño encontrarmelo a donde fuera, era el único capaz de encontrarme desde que nuestra pelea comenzó.

—No te preocupes, esta vez solo vengo a informarte lo que ocurrirá cuando vuelvas. —Sonrió aun más, mostrando los colmillos. —Yo te advertí lo que pasaría desde el principio, pero no puedes escapar de esto, no escaparas de quien eres. —Me miro con seriedad, como siempre qué habla de esto. —Tienes que salvar lo poco que queda de ese día. —

No dije nada respecto a su pedido, solo asentí tomando una pequeña bolsa en mi cinturón, suspire lanzando la bolsa en su dirección, él la atrapó en el aire y me miro extrañado, nuevamente no dije nada solo hice una seña de despedida antes de guiar al caballo para dar media vuelta y así me fui de ahí, como era mi plan original.

No me detuve hasta que estuve frente al pueblo cercano a palacio, tan cerca de casa.

Baje de mi compañero apenas estuve en el pueblo. Vi el lugar que fue mi hogar pero no pude seguir caminando hacia ahí.

Fue demasiado tiempo, pasaron demasiadas cosas y nunca volví, nunca supieron si estuve bien, ni siquiera si seguía viva. Y ellos nunca sabrán que yo siempre supe como estuvieron.

No culpo a mi padre por odiarme cuando murió.

Suspire, volviendo a mirar al frente. El único lugar al que pude llamar casa.

Tan cerca pero tan lejos

En ese momento de duda senti el ya conocido Ba de mi maestra. Apreté el colgante en mi cuello, es el momento.

Tomé mis cosas y comencé a caminar a enfrentar lo que he evitado por nueve años.

...

Camine entre las personas que estaban por el pueblo, algunos me dirigieron una mirada condescendiente, no pude evitar suspirar, para ser de la nobleza no son muy amables.

Ya frente a palacio los guardias me detuvieron.

—Identifiquese. —Hablo imponente uno de los guardias. Lo mire de arriba a abajo, no recuerdo haberlo visto cuando estuve en palacio.

—Mi nombre es _____. —Dije ocultando entre mis ropas disimuladamente las armas que llevaba conmigo.

—No puede entrar, él faraón no esta recibiendo... —Me miro de arriba a abajo, al parecer no le caí bien. —A sus súbditos. —Apenas pude abrir la boca para decir algo antes de que el guardia me empujara con su arma. —¡Que se vaya he dicho! —